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Libro de Fernando Andrade, testigo y autor de la Historia
El relato de hechos históricos es más interesante cuando resulta ser un análisis de experiencias personales.
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La semana pasada, junto con Roberto Ardón y Emanuel Seidner, tuvimos el honor de ser invitados a comentar la presentación del libro Pasaporte a mi historia: los hechos a través de mis ojos, escrito por el licenciado Fernando Andrade Díaz-Durán, cuya trayectoria abarca política, diplomacia, actividades en la banca e industria del café. Lo importante de esta obra es la época histórica de los sucesos narrados en primera persona, con estilo claro y sin rebuscamientos. Es impresionante el listado de personajes políticos nacionales e internacionales, de las más contrarias posiciones político-ideológicas. Leerlo despertará el interés de quienes se preocupan por el conocimiento de la Guerra Fría, sobre todo en cómo afectó en mucho la vida de Guatemala.
A causa de la absurda decisión gubernativa de eliminar la clase de Historia tanto de la primaria como de la secundaria, los guatemaltecos a partir de 1954 nos quedamos huérfanos de ese conocimiento y a mi juicio esa es una de las causas de la repetición de los errores, eso sí, empeorados. Es un libro de historia, pues narra hechos ocurridos cuando no había nacido ni el diez por ciento de los guatemaltecos de hoy. La politiquería nacional le dio una lección: era candidato presidencial en las elecciones de 1995 y en el recuento ocupaba el segundo lugar en la primera vuelta. De pronto, un apagón explicado burdamente “porque una rama había roto la energía eléctrica del país”, al regresar le dio tercer lugar y lo dejó fuera de la segunda vuelta. Ya fuera de esas actividades, continuó aceptando misiones importantes internacionales y nacionales.
Fernando fue fundamental para el apoyo guatemalteco al Grupo Contadora (Colombia, México, Panamá y Venezuela). a). Estados Unidos exigía una acción militar del istmo, con su ayuda para declarar la guerra contra Nicaragua sandinista. Pero, por un lado, le había negado armas a Guatemala por el tema de los derechos humanos; por otro, el ejército se había comprometido a entregar el poder a los civiles; y el tercero, había riesgo de un nuevo Bahía de Cochinos, cuando prometieron apoyo aéreo contra Castro y luego lo retiraron, dejando a su suerte a los cubanos participantes. Ya otros países del istmo apoyaban, pero la negativa de Guatemala fue básica para evitarla. b) Haber convencido a Miguel de la Madrid del retiro de los campos de refugiados aprovechados por la guerrilla.
Lo importante de esta obra es la época histórica de los sucesos narrados en primera persona, con estilo claro y sin rebuscamientos.
Era muy difícil el papel de canciller de un gobierno militar. Participó también en las conversaciones de los acuerdos de paz, pero no en la firma, pues se retiró voluntariamente. La imagen de Guatemala era precaria y la mejoró por su trabajo en la presidencia del Consejo de la OEA, en la ONU, en la presidencia el grupo de los 77, en el Vaticano. Entre los personajes mundiales con quienes ejerció sus obligaciones se cuentan Reagan, Kissinger, Gorbachov, Bush padre, Castro, el obispo Tutu, de Sudáfrica, la reina Isabel y el príncipe Felipe cuando era embajador; Kim Il Sung, de Corea del Norte; Felipe González, de España; los presidentes latinoamericanos Alfonsín, de la Madrid, Siles Suazo, Belaúnde, y numerosos funcionarios adicionales.
En una columna poco se puede escribir luego de leer un libro como este. Solo hay espacio para mencionar hechos y hombres sobresalientes. Tuve oportunidad de entrevistarlo un par de veces y de seguro nunca se retirará y es una fuente histórica para comparar con sus análisis la realidad actual gracias a su espectacular memoria, como los asistentes a la presentación atestiguamos. Por su valía, varios países le dieron su máxima condecoración, menos la tierra del quetzal, porque nadie es profeta en su tierra.
LAPSUS: La Constitución entró en vigencia en 1985, no en 1965, como equivocadamente escribí el lunes. Mis disculpas, en especial a los 31 constituyentes aún vivos del total de 88. Aunque es riesgo del oficio, de veras lo lamento.