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León XIV: paz, justicia y verdad
Urgencia pastoral que la impulsa a intensificar su misión evangélica al servicio de la humanidad.
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El 16 de mayo, en audiencia al Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, el papa León XIV les dijo que la diplomacia pontificia es una expresión de la misma catolicidad de la Iglesia, y en su acción diplomática la Santa Sede está animada por una urgencia pastoral que la impulsa a no buscar privilegios, sino a intensificar su misión evangélica al servicio de la humanidad. Esta combate la indiferencia y apela continuamente a las consciencias.
La paz auténtica se construye al reconocer, asumir y atravesar las diferencias.
También les dijo que en el diálogo con el Cuerpo Diplomático quisiera que siempre estén presentes tres palabras clave que constituyen los pilares de la acción misionera de la Iglesia: paz, justicia y verdad.
Dijo el papa que la paz es un don activo que nos afecta y compromete, que se construye en el corazón y a partir del corazón, arrancando el orgullo y las reivindicaciones. Procurar la paz exige practicar la justicia. Les indicó que el papa León XIII fue el papa de la primera gran encíclica social, por lo que la Santa Sede no puede eximirse de hacer sentir su propia voz ante los numerosos desequilibrios y las injusticias. Es tarea de quien tiene responsabilidad de gobierno aplicarse para construir sociedades civiles armónicas y pacíficas, lo cual se puede realizar invirtiendo en la familia, fundada sobre la unión estable entre el hombre y la mujer. Y sobre la verdad les dijo que no se pueden construir relaciones pacíficas sin verdad. La verdad no se separa nunca de la caridad que siempre tiene radicada la preocupación por la vida y el bien de cada hombre y de cada mujer.
En la perspectiva cristiana, dijo el papa, la verdad no es la afirmación de principios abstractos y desencantados, sino el encuentro con la persona misma de Cristo. La verdad nos permite afrontar con mayor vigor los desafíos de nuestro tiempo.
Tuve la oportunidad de ver en persona al papa León XIV unos días después, el domingo 25. De su actuar y de su mensaje vi en el santo padre a un nuevo Juan Pablo II en lo carismático, en los mensajes religiosos y en los mensajes al mundo. En lo carismático, no cabe duda que se siente su presencia con emotividad ante tantos seguidores. En los mensajes religiosos se nota la base de misionero que tiene, y en los mensajes al mundo han ido tal y como se lo manifestó al Cuerpo Diplomático. Vaya que tiene tarea por delante, ya que hay tanto desorden en el mundo.
A la nación más rica y poderosa del mundo le vendrá bien lo que su ciudadano de nacimiento pueda aportarle desde la justicia y desde la verdad, pero sobre todo de principios y de valores. Hay tanto interés del presidente Trump y su equipo en volver a darle a la familia el lugar que le corresponde, así como de recuperar la inversión en su territorio. Le vendrá bien a Europa para que dentro de las oportunidades que tenga el papa logre un aporte importante para acabar con la estúpida y costosa guerra entre Rusia y Ucrania, y para que en Europa formen de mejor manera a la juventud. También será clave el rol del papa en el eterno conflicto entre Israel y Gaza, conflicto que se ha extendido en esta nueva fase.
En el caso puntual de Guatemala es muy importante que el gobierno recuerde que fue electo para que, bajo el marco legal vigente, limpie de corrupción las instituciones públicas bajo su responsabilidad (oferta de campaña), que es un tema de principios y valores, honradez, y eficiencias. Deben dejar por un lado la ideologización, la confrontación y los pleitos políticos que solo los han llevado a retroceder en varios temas medibles y percibibles.
El gobierno de Arévalo debe tener cuidado con no seguir intentando cambios que la Constitución Política, que cumple 40 años, prohíbe; y debe de dejar de estar atentando con imponer una agenda globalista que la inmensa mayoría rechazamos. Dice el papa que la paz auténtica se construye al reconocer, asumir y atravesar las diferencias. En el caso político de Guatemala, tristemente se llevan de largo a la población unos muy pocos servidores públicos y unos muy pocos vividores de la política. ¿O no?