Son famosos por su exactitud los pronósticos meteorológicos de Estados Unidos. Y para este 14 de junio se prevén lluvias y posible panorama tormentoso en Washington D. C., justo el día en que está previsto el inusual desfile de fuerzas del Ejército estadounidense en conmemoración de su 250 aniversario. La fecha coincide con el cumpleaños del presidente Donald Trump y también con decenas de convocatorias, en ciudades de toda la Unión Americana, a protestas en contra de las redadas migratorias que arreciaron a lo largo de esta semana. La tónica represiva de días anteriores, con agentes federales y efectivos de la Guardia Nacional en California y otros Estados, hace temer por posibles incidentes.

Pero hay nubarrones aún más oscuros para esta fecha. La madrugada de ayer, Israel decidió bombardear instalaciones atómicas y otros enclaves de su histórico rival, Irán. Murió un importante comandante militar y se reportan víctimas civiles. El presidente Trump lleva meses tratando de cerrar un acuerdo de control nuclear, y tras la ofensiva adujo que estaba enterado y que, como resultado colateral de la misma, esperaba la posibilidad de mayor disposición iraní a negociar. Desde el 11 de junio fueron evacuados ciudadanos estadounidenses familiares de funcionarios de la Embajada en Irak, lo cual podría denotar el tácito acuerdo o la simple imposibilidad de Trump para frenar al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ante las infructuosas negociaciones.

En este punto se debe recordar que ya existía un tratado firmado con Irán en el 2015, el cual prohibía la fabricación de cualquier armamento radioactivo a cambio de reducir las sanciones comerciales. Fue firmado por Estados Unidos, China, Francia, Alemania, Rusia, Reino Unido y la Unión Europea.

El 8 de mayo del 2018, el mismo presidente Donald Trump, en su primer mandato, anunció el retiro unilateral de Estados Unidos de aquel acuerdo, afirmando que lo consideraba demasiado riesgoso, aunque también se interpretó que buscaba un borrón a lo actuado por su antecesor, Barack Obama. Israel aplaudió esa decisión. Irán continuó apoyando a grupos islamistas como Hamás y Hezbolá, que perpetraron la mortífera ofensiva del 7 de octubre del 2023 que desató, a su vez, la invasión israelí a la Franja de Gaza y la eliminación de dirigentes yijadistas en suelo iraní, entre ellos Tahya Sinwar, autor intelectual del ataque, quien fue ultimado en octubre del 2024.

Irán respondió con lanzamiento de misiles y ayer también contratacó, Pero no solo atacó objetivos militares, sino, además, blancos civiles, sobre todo en la ciudad de Tel Aviv. Israel interceptó drones y misiles con ayuda estadounidense. Francia e Inglaterra refrendaron su apoyo a los israelíes. Pero es aquí donde saltan a la vista las inconveniencias geoestratégicas de la política agresiva de Trump hacia países aliados, al imponer altas tasas arancelarias unilaterales que entorpecen el comercio y desgastan la avenencia. Falta conocer la postura rusa y china, así como la de otros países árabes, acerca de este enfrentamiento que, sin duda, impactará en el precio del petróleo.

Ni los analistas más avezados se atreven a trazar un panorama de cómo evolucionará la situación. El arsenal iraní es un enigma. Lo que no es un secreto es la atávica animadversión hacia Israel, cuyas Fuerzas Armadas de Defensa deben tener escenarios de corta y larga duración del conflicto. El mundo contiene la respiración ante la posibilidad de un conflicto prolongado, largamente temido, que incluso trae de nuevo contextos apocalípticos a la mente, debido a la emblemática región donde ocurren.