Gusano barrenador en humanos: Chiquimula y Jutiapa concentran más casos en Guatemala

Gusano barrenador en humanos: Chiquimula y Jutiapa concentran más casos en Guatemala

El Ministerio de Salud reporta 16 casos de gusano barrenador en humanos en el país, la mayoría en adultos mayores.

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18/06/2025 00:15
Fuente: Prensa Libre 

En seis departamentos de Guatemala, el Ministerio de Salud ha reportado casos de gusano barrenador del ganado en humanos. Del 6 de mayo al 16 de junio se ha identificado a 16 personas infestadas con larvas de la mosca Cochliomyia hominivorax, especie exclusiva del continente americano.

La primera persona con miasis cutánea —infección parasitaria— ocasionada por las larvas del insecto fue localizada en Chiquimula, y hasta este lunes se han sumado otros cinco casos. Jutiapa también concentra seis; en Suchitepéquez, Santa Rosa, Jalapa y Quiché se ha identificado uno en cada departamento.

El médico Edgar Santos, jefe de la Dirección de Epidemiología y Gestión de Riesgos del Ministerio de Salud, indica que los casos se han detectado en zonas vinculadas con fincas ganaderas o sitios de crianza de caballos. Los pacientes proceden de comunidades rurales y periurbanas de los departamentos mencionados.

Desde hace cuatro décadas no se reportaba presencia de la mosca Cochliomyia hominivorax en la región. Fue en 2023 cuando se comenzó a registrar la infestación en ganado, y en abril de este año se detectó en México el primer caso en humanos. Ese fue el detonante, pues actualmente se reportan personas afectadas en Nicaragua, Honduras, Panamá, Costa Rica y Guatemala.

Riesgo en humanos

El problema se origina por una mosca que desova en el tejido vivo o en heridas abiertas de animales de sangre caliente, comúnmente en el ganado, pero también puede afectar a los humanos. Las larvas del insecto barrenan o perforan los tejidos sanos del huésped, y la lesión puede hacerse más grande y profunda a medida que estos organismos carcomen el tejido vivo.

Están en riesgo las personas con llagas o heridas abiertas, o aquellas con cirugías recientes, ya que estas lesiones atraen a las moscas.

El primer caso reportado en Guatemala fue el de una persona de 86 años con diabetes. La víctima sufrió un golpe en la cabeza provocado por una caída. La herida quedó expuesta, y allí desovó el insecto. El hombre vivía solo, lo que dificultó que recibiera atención inmediata.

La situación de la paciente de tres años fue distinta. La niña presentaba una lesión en el brazo, provocada por la picadura de un insecto. Al rascarse, generó una herida en la piel, que fue aprovechada por la mosca para depositar sus huevos.

El epidemiólogo Kevin Martínez-Folgar explica que el gusano no se transmite de persona a persona. Sin embargo, las lesiones sin limpiar pueden atraer a las moscas. El problema se agrava debido a que la falta de higiene está asociada con condiciones de pobreza —como la carencia de agua segura— y también por la baja cobertura del sistema de salud, lo que retrasa la atención médica hasta que la herida ya está infectada.

Santos indica que las moscas también pueden depositar sus huevos en cavidades con membranas mucosas, como la boca o la nariz, aunque esto no ha ocurrido en Guatemala. Este tipo de infestación representa un riesgo para personas con parálisis cerebral, que permanecen inmóviles por largos periodos o que viven en condiciones de mendicidad.

Uno de los primeros casos reportados en Costa Rica fue el de una mujer adulta con parálisis cerebral, a quien se le detectó el parásito en la boca. La infestación le carcomió las encías y mejillas. La paciente falleció debido a una sobreinfección de las heridas.

“El gusano no va a matar a la gente. No tiene capacidad de atravesar huesos ni de llegar al cerebro o a los órganos, pero las infecciones que provocan las heridas abiertas y expuestas al ambiente pueden causar el fallecimiento”.

Edgar Santos, jefe de la Dirección de Epidemiología y Gestión de Riesgos del Ministerio de Salud

Agrega que las personas con diabetes presentan complicaciones con las heridas y, al infestarse con el gusano barrenador del ganado, este consume el tejido hacia el interior del cuerpo. La infección puede avanzar a zonas más profundas, y las bacterias podrían llegar a la sangre, lo que puede desencadenar una sepsis.

Los casos en personas diabéticas representan un riesgo elevado, ya que la neuropatía asociada puede impedir que perciban la presencia de las larvas en las heridas. “Es importante que los familiares estén pendientes de sus mayores y que consulten al personal médico a la brevedad para tratar cualquier herida, aunque muchas veces no sientan la lesión”, señala Martínez-Folgar.

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Huésped accidental

Cuando la mosca deposita sus huevecillos, estos eclosionan entre dos y cuatro días después. Sin embargo, condiciones ambientales como las altas temperaturas pueden acortar ese periodo. En la primera etapa, las larvas son diminutas y, conforme carcomen el tejido del huésped, crecen. En cinco o seis días emergen a la superficie de la herida, caen al suelo, se entierran y, al cabo de dos o tres días, emergen como moscas. Así, el ciclo se repite.

Los síntomas en personas infestadas incluyen enrojecimiento alrededor de la herida, sensación de que algo se desplaza por el cuerpo, dolor —ya que son varias larvas en una misma lesión—, fiebre si hay infección y sangrado.

La mayoría de los casos registrados en el país han sido atendidos en hospitales. Dependiendo de la profundidad de los gusanos, es necesario realizar una incisión con bisturí para extraerlos y limpiar la herida. Al paciente se le administra antibiótico. La recuperación puede demorar alrededor de cinco días.

Santos indica que el gusano barrenador del ganado no representa un problema de salud pública como el dengue, ya que se trata de casos esporádicos: los humanos son huéspedes accidentales de esta mosca, que se orienta a infestar animales de sangre caliente como vacas, caballos, incluso pollos, gallinas, perros y gatos.

El Ministerio de Salud mantiene informada a la población sobre la miasis en humanos, por lo que hay mayor conciencia sobre los riesgos. Esto ha motivado un aumento en las consultas ante cualquier sospecha. El ritmo de detección de casos semanales podría oscilar entre cuatro y seis, según la propagación del insecto, agrega Santos.

Además, se mantiene coordinación con los ministerios de Agricultura, Ganadería y Alimentación, y de Ambiente, para evitar la proliferación de la mosca. Salud recomienda cubrir adecuadamente cualquier herida, mantener la higiene personal y del hogar, protegerse en ambientes rurales y acudir al centro de salud más cercano ante cualquier lesión sospechosa.

Santos agrega que los repelentes no son efectivos para alejar a las moscas; por ello, se debe procurar mantenerlas lejos de las viviendas.