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Quiénes son los Pakales, la fuerza policial de Chiapas que opera en el área fronteriza y que ingresó a La Mesilla, Huehuetenango
La unidad de élite del gobierno de Chiapas, incursionó en territorio guatemalteco y abatió a cuatro presuntos delincuentes durante un enfrentamiento armado en La Mesilla, Huehuetenango.
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El domingo 8 de mayo, la aldea La Mesilla, en La Democracia, Huehuetenango, fue escenario de un enfrentamiento armado protagonizado por presuntos integrantes de un grupo delictivo dedicado al narcotráfico y elementos de la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal (FRIP), grupo élite de seguridad que opera en el estado de Chiapas, México.
Durante el enfrentamiento, documentado en varios videos difundidos en redes sociales, se observa cómo tres vehículos blindados pertenecientes a dicha unidad especial de seguridad chiapaneca ingresan a territorio guatemalteco, persiguiendo a los presuntos delincuentes que se movilizaban en varios vehículos todoterreno.
Como resultado del enfrentamiento, cuatro de los sospechosos fueron abatidos en territorio guatemalteco por parte de los elementos mexicanos, quienes también decomisaron armas, municiones y equipo utilizado por los presuntos delincuentes, evidencias que fueron trasladadas nuevamente hacia territorio mexicano.
¿Qué es la fuerza Pakal?
La Fuerza de Reacción Inmediata Pakal fue creada el 8 de diciembre de 2024 por el gobernador de Chiapas, México, Eduardo Ramírez, como una unidad élite de seguridad destinada a combatir a los grupos del crimen organizado que operan en el área fronteriza entre Guatemala y México, entre ellos los carteles de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación y el denominado Cártel Chiapas-Guatemala.
Según información publicada por varios medios del vecino país, la fuerza Pakal está integrada por expolicías federales provenientes de distintos estados, así como por exintegrantes de las fuerzas armadas mexicanas como la Marina, la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa. Todos han sido entrenados en tácticas de combate urbano, manejo de armas y explosivos, así como en tácticas militares y antiterroristas dirigidas contra el narcotráfico y el crimen organizado. Algunos de ellos también han sido entrenados en el extranjero.
Este grupo élite depende de la Secretaría de Seguridad del Pueblo del Estado de Chiapas, que distribuyó a sus elementos en 14 municipios de dicho estado, calificados como focos rojos debido a las operaciones del narcotráfico. En estas localidades llevan a cabo operativos contra la delincuencia organizada, tráfico de indocumentados, robo de hidrocarburos, robos y otras actividades ilícitas.
Actualmente, el grupo Pakal cuenta con más de 700 elementos.
Presuntos nexos con el narcotráfico
Según información publicada por el medio El Financiero del vecino país, las autoridades de Chiapas informaron en mayo pasado que se están realizando investigaciones contra algunos integrantes del grupo Pakal debido a presuntos actos de corrupción y colusión con el crimen organizado.
El mismo medio cita que el jefe de Operaciones Especiales de dicho grupo élite, Carlos Javier Pineda, informó que se abrió una investigación por las denuncias formuladas por uno de los integrantes de dicho cuerpo, quien habría divulgado un video en el que acusa a sus comandantes de abusos, fabricación de delitos contra inocentes, recepción de sobornos y protección a miembros vinculados con el Cártel Jalisco Nueva Generación.
También cita que un funcionario de la fiscalía estatal, que pidió el anonimato, confirmó a una agencia de noticias que ese departamento abrió una indagatoria sobre este tema, aunque no ofreció detalles acerca de cuántas personas estarían siendo investigadas ni por cuáles delitos.
Dudan de su efectividad
Según el gobernador de Chiapas, la fuerza Pakal “es una policía preparada, es una policía capacitada al más alto nivel”.
También se indica, por parte de las autoridades del estado, que durante los últimos meses han aumentado las detenciones. No obstante, según el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, en Chiapas, lo que afirman las autoridades estatales más bien parece deberse a una mayor militarización en la región y no al desmantelamiento real de los grupos criminales, afirma el medio El Financiero.