En febrero se celebró la renovación de votos matrimoniales de Camilo y Evaluna, en una ceremonia íntima realizada en Villa Bokéh, en Antigua Guatemala. Marcos Sáenz, chef ejecutivo de dicho lugar, describió el evento como familiar, sencillo y especial, que reunió a unas 18 personas, quienes degustaron un menú de cuatro tiempos acompañado de café guatemalteco. La reconocida pareja ha visitado en otras ocasiones el país y consideró que era el sitio ideal para celebrar su amor.

“En definitiva, Guatemala es un destino que está de moda”, afirma Pamela Morales, wedding planner de Crea Evento.

Para 2027, se espera que cada boda en Guatemala genere una derrama económica de aproximadamente US$470 mil, según Claudia Coronado, jefa del Departamento de Operación y Comercialización del Inguat. Además, Anita Beteta, presidenta de la Gremial de Bodas y Lunas de Miel de la Cámara de Turismo, asegura que se buscará cuadruplicar ese segmento a nivel internacional para 2033. Beteta agrega que, específicamente en Guatemala, la derrama podría incrementarse un 50% en los próximos cinco años, siempre que haya inversión.

Coronado detalla que una boda de 100 personas deja una derrama aproximada de US$70 mil. A ello se suman gastos relacionados, como hospedaje, transporte y compra de recuerdos, que oscilan entre US$1 mil 200 y US$1 mil 800 por invitado.

Morales resalta que todas las bodas de destino implican mayor inversión, debido a que se incluyen gastos en hoteles, restaurantes y bares, además de que suelen durar más de un día. En promedio, según datos de la wedding planner, una boda de este tipo se extiende por alrededor de tres días.

El mercado más fuerte para este tipo de bodas, según Beteta, está en Estados Unidos y Canadá. No obstante, también se han registrado bodas de salvadoreños, hondureños y mexicanos.

Impacto económico

“El mercado de bodas de destino está valorado en aproximadamente US$39.2 billones. Este mercado se refiere exclusivamente a parejas que se casan fuera de Estados Unidos, Canadá y México”, afirma Anita Beteta.

Durante 2015, Claudia Coronado menciona que se realizaban alrededor de 100 bodas de destino y lunas de miel. Diez años después, la cifra asciende a entre 300 y 360 bodas por año. “Es casi una boda de destino y de lujo al día”, compara Coronado. Además, la jefa del Departamento de Operación y Comercialización del Inguat indica que, en Antigua Guatemala, se celebran unas 350 bodas al año, mientras que en Atitlán se llevan a cabo alrededor de 120.

El costo mínimo para una boda de destino en Guatemala es de aproximadamente US$30 mil, según Eduardo Reyna, wedding planner de bodas nacionales e internacionales. Este tipo de celebraciones requiere la participación de más proveedores que una boda convencional. Reyna detalla que se necesita contar con servicios de fotografía, video, decoración, maquillaje, peinado, iluminación, música, DJ y transporte, no solo para la pareja, sino también para los invitados.

“Ahora ya no se trata solo del ‘yo acepto’, sino también de cómo lograr que mis invitados vivan toda una experiencia. Ahí es donde Guatemala encaja como anillo al dedo”, afirma Guillermo Durán, cofundador de Artista de Café, cafetería que sirvió bebidas durante la renovación de votos de Camilo y Evaluna.

Ricardo Valenzuela, fotógrafo de Auguro Weddings, señala que las parejas suelen viajar a Guatemala unas tres veces antes de su boda, para conocer el lugar, reunirse con los organizadores y conocer a los proveedores. Valenzuela añade que el 90% de las bodas de destino que cubren son de parejas provenientes de dos países distintos. Su propósito, explica, es que los familiares no solo viajen por la boda, sino que consideren a Guatemala como un destino para visitar con más frecuencia.

“Se abre la oportunidad de que este segmento genere una derrama económica equitativa hacia otros destinos”, asegura Beteta, quien detalla que el objetivo es que, si la boda se celebra en Antigua, también se promueva una visita al lago de Atitlán, o que, si se viaja a Petén, se conozca Tikal.

Fortalezas de Guatemala como destino de bodas

Guatemala cuenta con una excelente ubicación, así como con un clima estable y acogedor. Estos son algunos de los aspectos positivos del país, según Anita Beteta.

“Creo que el punto en donde estamos es fabuloso. Poder venir a Guatemala es bastante fácil”, comenta Eduardo Reyna, quien destaca que los vuelos son cortos, lo que convierte al país en un destino atractivo.

Por su parte, Ana Lucía Contreras, gerente de Gestión de Talento Humano del Hotel Museo Casa Santo Domingo, asegura que el establecimiento ofrece gastronomía galardonada, entorno natural y un atractivo destino como lo es la ciudad colonial. “Al final, esos son los atractivos para esas parejas que están buscando dónde celebrar su boda”, expresa Contreras. Añade que Santo Domingo del Cerro se ha consolidado como un ícono en la organización de bodas de lujo.

Contreras también destaca que el recinto cuenta con certificaciones de calidad y sostenibilidad, y asegura que muchos otros espacios en la región de Antigua Guatemala mantienen estándares elevados. “Últimamente siento que se ha elevado la categoría de Antigua”, sostiene Daniel López Pérez, fotógrafo especializado en bodas de lujo, quien indica que se ha llegado a un perfil más exclusivo en este tipo de eventos.

Ricardo Valenzuela, de Auguro Weddings, afirma que, de las 100 bodas de destino que han cubierto, aproximadamente 25 corresponden a invitados de bodas anteriores que regresan en busca de la misma experiencia. Esto, señala, demuestra que el posicionamiento de Guatemala como destino para bodas está bien establecido y avanza en la dirección correcta.

¿Qué se debe mejorar?

Marcos Sáenz señala que, para fortalecer este sector en el país, es necesario promocionar a Guatemala y posicionarla en el “ojo del huracán”, de modo que se reconozca su capacidad para ofrecer locaciones (venues) y recibir a personalidades importantes. Asegura que el país ya cuenta con naturaleza y clima favorable, y profundiza en el potencial de Guatemala para proyectarse como un destino ideal para bodas.

“Se está promocionando mucho nuestros paisajes, volcanes, lagos, que por supuesto es importante y un gran apoyo, pero podríamos tener el respaldo de promocionar específicamente el rubro de bodas de destino y lunas de miel, que también entra en este segmento”, expresa Eduardo Reyna.

Claudia Coronado identifica entre los retos del país el tráfico y la seguridad. No obstante, asegura que se están ejecutando acciones de manera interinstitucional para fortalecer la seguridad, aunque aclara que el tráfico escapa de la jurisdicción del Inguat.

En esa misma línea, Beteta añade los desafíos en la comunicación vial y aérea: “Creo que es un común denominador tanto para bodas de destino como para cualquier otro tipo de segmento turístico”. Por su parte, Ricardo Valenzuela sostiene que una mejor infraestructura vial permitiría llevar a las parejas a más destinos, y no solo a Antigua Guatemala. Valenzuela relata que han trabajado con parejas que aterrizan a las 15.00 horas y no llegan a Antigua sino hasta las 19.00.

Los destinos más buscados

Según Anita Beteta, los destinos identificados para el desarrollo de bodas de destino en Guatemala son:

• Antigua Guatemala
• El lago de Atitlán
• La costa sur
• Izabal
• Petén
• Ciudad de Guatemala

“Guatemala tiene los escenarios perfectos. No hablamos solo de Antigua Guatemala. Hay lugares como Tikal, los volcanes”, reafirma Claudia Coronado, quien señala que muchas personas también buscan opciones que incluyan aventura. Otras parejas optan por Alta Verapaz, atraídas por las orquídeas, añade Coronado.

Daniel López indica que, en las fotografías de bodas de destino, siempre se procura incorporar el entorno, la arquitectura y el paisaje.

Ricardo Valenzuela asegura que el destino más solicitado es Antigua Guatemala. No obstante, menciona que Petén, con sus lagunas y ríos, también es atractivo, aunque los costos de los proveedores suelen elevarse debido a la distancia.

Asimismo, Valenzuela comenta que Monterrico ha comenzado a posicionarse como un nuevo lugar para bodas. “La arena café no es la típica del Caribe, las olas son un poquito más grandes y el mar es más activo que el Caribe. Para los novios también es bonito experimentar ese tipo de ambiente”, expresa.

Antigua, “a tope”

Anita Beteta señala que es importante comenzar a considerar otros sectores del país como potenciales para bodas de destino. “A veces, la ocupación para una boda es de hasta 80 habitaciones, y eso ya es un tamaño grande”, expresa Beteta, quien agrega que es necesario realizar un buen conteo en los distintos destinos para conocer la capacidad de cada uno.

Beteta también propone que se podrían identificar más destinos y comenzar a capacitarlos o desarrollar nuevos espacios, ya que existen lugares “espectaculares” en todo el país que podrían servir como escenarios ideales. Entre ellos, menciona a Chimaltenango, un sector con áreas que podrían beneficiarse de mejoras en infraestructura para atraer a novios aventureros.

Por su parte, Pamela Morales indica que Antigua Guatemala se encuentra cerca de su capacidad máxima. “Necesitamos más hoteles, más habitaciones para poder hospedar a más personas”, afirma. Además, la wedding planner subraya la necesidad de mayor inversión y de que más empresarios hoteleros se interesen en ese destino.

En la misma línea, Eduardo Reyna destaca que un aspecto clave es contar con más profesionales en el ámbito de las bodas de destino, ya que la denominada “temporada baja” está comenzando a desaparecer.

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