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Cómo saber si estás sanando o solo reprimiendo el dolor, explicado por la psicología
¿Está sanando o reprimiendo el dolor? Descubra cuál es la diferencia entre ambas conductas desde una perspectiva psicológica.
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Existe una diferencia considerable entre ambas conductas. Sanar implica un proceso en el que se afrontan las emociones, mientras que reprimir el dolor conlleva una evasión o minimización del sentimiento, según explican las psicólogas Andrea Sosa y Elizabeth Caravantes.
De acuerdo con Sosa, sanar el dolor involucra transitar esa emoción para dar paso al aprendizaje, el cual representa la etapa final del proceso. En contraste, reprimirlo implica ignorarlo, evadirlo o minimizarlo.
En ese sentido, las especialistas recalcan que sanar es un proceso consciente. Por ello, requiere tiempo y disposición para atravesar ese estado emocional. En tanto, evadir el dolor es completamente opuesto: “Reprimir significa, básicamente, anular las emociones y no darles un espacio, sin tomar consciencia al respecto”, indica Caravantes.
La profesional ejemplifica esta situación al señalar que, al evadir el dolor, se tiende a ocultarlo mediante la ocupación en otras actividades, pero sin gestionarlo emocionalmente.
¿Cómo saber si está reprimiendo el dolor?
Sosa menciona algunos indicadores que reflejan la evasión de este sentimiento. Estas son algunas señales que pueden presentarse:
- Cansancio, tensión en hombros o cuello y otras molestias físicas, debido a que el dolor puede somatizarse, como sucede con una herida mal curada.
- Falta de concentración y enfoque
- Irritabilidad
- Malestar general
- Sensación de estancamiento
- Aislamiento social
¿Por qué se reprime el dolor?
Reprimir el dolor es una forma de enmascararlo, ya que a menudo se percibe como sinónimo de debilidad. Sin embargo, las psicólogas advierten que esta es una idea errónea, ya que este sentimiento es parte de nuestro aprendizaje.
Según Caravantes, reprimir el dolor es un mecanismo de defensa que puede tener raíces en la infancia o adolescencia, cuando los sentimientos fueron invalidados.
Recomendaciones para gestionar su dolor
Enfrentar el dolor es posible si existe la disposición para aceptarlo y gestionarlo de forma adecuada. Sosa propone estos cinco pasos:
- Reconozca el dolor. Pregúntese: ¿Qué siento? ¿Dónde me duele? De esta manera, podrá identificar sus emociones y aceptarlas.
- Acepte la emoción. Solo al transitar este sentimiento podrá iniciar el proceso de sanación.
- Exprese sus sentimientos. Verbalice lo que siente o exprese su dolor mediante la escritura, la cocina u otras actividades.
- Aprenda de su dolor. Pregúntese cuál es la enseñanza detrás de esa experiencia.
- Libere el dolor. Cuando esta emoción cumplió su función, es momento de soltarla.
No obstante, atravesar este proceso sin apoyo puede ser difícil en ciertos casos. Por ello, si lo necesita, se recomienda acudir con un profesional de la salud mental.