Por orden de un juez federal, la deportación de la esposa y cinco hijos del egipcio acusado de perpetrar un ataque antisemita en Boulder, Colorado, fue suspendida temporalmente, pese a que su salida del país parecía inminente.

El juez Gordon P. Gallagher, del Tribunal de Distrito de Estados Unidos en Colorado, prohibió este miércoles 4 de junio al Gobierno federal proceder con la expulsión de la familia de Mohamed Sabry Soliman, acusado de atacar con bombas molotov y un lanzallamas casero a asistentes de un evento pro-Israel. El atentado dejó 15 heridos, entre ellos un perro, según informó la FBI.

“Los demandados NO DEBEN REMOVER a la esposa y los hijos de Soliman del Distrito de Colorado ni de Estados Unidos, a menos que esta Corte o la Corte de Apelaciones del Décimo Circuito revoquen esta orden”, escribió Gallagher en su resolución, citada por CNN.

El fallo judicial se produjo un día después de que la Casa Blanca anunciara públicamente que la familia enfrentaba una deportación acelerada: “PODRÍAN SER DEPORTADOS ESTA MISMA NOCHE”, se publicó el martes en la red social X, generando alarma entre organizaciones defensoras de los derechos humanos.

La familia, compuesta por la esposa de Soliman, de 41 años, una hija de 18 años, y cuatro menores, fue detenida el martes por agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) y trasladada a un centro de detención en Florence, Colorado, informó EFE. Las autoridades planeaban trasladarlos posteriormente a una instalación en Texas, pero aún no se ha confirmado a qué país serían deportados.

«DETENCIÓN ILEGAL»

Los abogados de la familia alegaron ante la corte que su detención fue ilegal, ya que se trata de solicitantes de asilo y, por tanto, la deportación sin acceso al debido proceso podría causar “daños irreparables”, citó The Washington Post en documentos judiciales.

En palabras del abogado Eric Lee, recogidas por CNN, “castigar a personas, incluidos niños de hasta cuatro años, por las supuestas acciones de un familiar es propio de dictaduras o sistemas de justicia medievales, no de una democracia”.

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EL SUCESO

Soliman fue arrestado el domingo, tras ser identificado como único sospechoso del ataque, y actualmente enfrenta cargos estatales por intento de asesinato y un cargo federal por crimen de odio, según información de CNN.

De acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), toda la familia ingresó a Estados Unidos en agosto de 2022 con una visa de turista que venció en febrero de 2023. Sin embargo, Soliman solicitó asilo en septiembre de 2022, incluyendo a su esposa e hijos como dependientes. En 2023, obtuvo un permiso de trabajo por dos años que expiró en marzo pasado, detalló CNN.

A raíz del atentado, la secretaria del DHS, Kristi Noem, ordenó intensificar la revisión de antecedentes migratorios, especialmente de aquellos con visas vencidas, y endurecer los controles. “En Estados Unidos no hay cabida para simpatizantes del terrorismo. No son bienvenidos”, dijo Noem en un comunicado citado por EFE.

No obstante, el juez Gallagher recordó en su fallo que “la deportación sin el debido proceso va contra los principios democráticos” y, por ello, programó una audiencia adicional para el 13 de junio, donde se decidirá el futuro migratorio de la familia.

Hasta el momento, ningún miembro de la familia ha sido acusado penalmente, y Soliman habría declarado a las autoridades que actuó solo y que “nunca habló con su familia sobre el ataque”, según consta en el acta de arresto citada por CNN.

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