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Congreso rumbo a 2027: 17 bloques legislativos se fragmentan en 33 facciones
Los reacomodos entre los bloques legislativos anticipan el juego de fichajes partidarios de cara a las próximas elecciones.
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A 19 meses de los comicios de 2027, los 17 bloques en el Congreso experimentan una fragmentación que exhibe al menos 33 facciones, que, una vez abierto el mercado electoral, toman forma de grupos con potencial de fichajes para los partidos políticos que participarán en la contienda. En cada subgrupo se evidencia el liderazgo de al menos 28 diputados.
Las fracturas en los bloques se evidencian a 18 meses de la X Legislatura, con características que la diferencian de las anteriores, como la falta de un bloque oficial, pues, aunque los diputados se identifican como integrantes del Movimiento Semilla, la bancada no está reconocida porque un juez ordenó la suspensión provisional de esa organización política.
La conformación de los subgrupos se observa usualmente durante el año electoral, de acuerdo con analistas. Actualmente, la falta de liderazgos genera movimientos entre algunos grupos que ya evidencian futuras participaciones en el proceso electoral, según expertos que advierten poca actividad legislativa para los siguientes meses.
De las 16 bancadas, solo cuatro —Todos, Bien, Unionista y Azul— continúan unidas, sin contar los bloques conformados por un solo diputado.
Las bancadas más numerosas son las más fragmentadas, como Vamos, que se compone de tres grupos dirigidos por diferentes legisladores. La diputada Shirley Rivera, quien ejerce su segundo período electa por Vamos, ha tomado distancia y se le ha visto en la promoción de Nuevos Tiempos, el partido político inscrito después de las elecciones de 2023, en el que se desempeña como secretaria general.
También el bloque de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) se ha dividido en tres grupos: uno cercano a la secretaria general, Sandra Torres; otro que responde a otros dos diputados, y los cinco que fueron declarados independientes en febrero de este año.
En el Movimiento Semilla también se observan tres grupos: los cercanos al presidente Bernardo Arévalo, los que siguen a Samuel Pérez y al nuevo proyecto político Raíces, y otro conformado por dos diputadas que parecieran trabajar con agenda propia y no tienen más aspiraciones políticas.
Visión con Valores (Viva) y Voluntad, Oportunidad y Solidaridad (VOS) son otros bloques fragmentados en dos grupos, además de los declarados independientes por conflictos internos e intereses diferentes.
Otras seis bancadas —Cabal, Valor, Elefante, Creo, Victoria y Nosotros— están divididas en dos. Cabe mencionar que en algunos temas los diputados votan en línea con diferentes grupos, según la situación.
Negociaciones
La fragmentación de 17 bloques en 33 grupos dificulta las negociaciones porque, en los cabildeos, se debe abarcar a más diputados, además de los jefes de bloque. La situación afectará al oficialismo, consideran los expertos. “Negociar con tantos bloques y actores es caro y es difícil; no es tan fácil como sentarse en un almuerzo a platicar con cinco personas”, indicó Fernando Bon, director ejecutivo de Congreso Visible.
En el siguiente período de sesiones ordinarias, que se inicia en agosto, corresponde la aprobación del presupuesto para el ejercicio 2026, año preelectoral, de interés para los diputados que gestionan obras para sus distritos. El pleno también debe elegir a la Junta Directiva para el próximo período.
“El presupuesto fue lo que unió al Congreso el año pasado y es probable que sea lo mismo este año porque hay intereses de que se invierta en sus territorios, y esto les sirve a los diputados para promocionar sus acciones en sus distritos”, expone Alejandro Valverth, del Observatorio Legislativo.
El presupuesto de 2026 es relevante por ser año preelectoral; por eso, hay interés de la oposición en tener la Comisión de Finanzas, agrega Valverth. En los últimos meses, hubo intentos de la alianza opositora de obtener el control, además de la Comisión de Energía y Minas, y de relevar al representante del Legislativo ante la Junta Monetaria.
Luis Aguirre, de Cabal, confirma que en las bancadas existen negociaciones entre los diputados que buscan un espacio en otros partidos para poder competir por un escaño en el 2027.
“Ya los diputados, ahora, están pensando en la reelección y, viendo los problemas que tiene el Tribunal Supremo Electoral y la excesiva formación de partidos políticos, no se sabe si dará tiempo de que se formen. La mayoría de los diputados independientes están buscando opciones en partidos nuevos, y los que entraron en segunda o tercera casilla también quieren ir en primera y están buscando opciones”, explica.
Cuando los diputados encuentren esos espacios que buscan, el trabajo legislativo podrá avanzar, pues los problemas legales y la inestabilidad de los partidos actuales han desencadenado crisis en el Congreso, afirma Aguirre.
Se intentó hablar con otros líderes de bloques, pero no atendieron las llamadas ni mensajes a sus teléfonos.
Sin liderazgo
Bon explicó que las subdivisiones dentro de las bancadas suelen verse en el último año de la legislatura, es decir, en el año electoral, y atribuye la situación actual a la falta de bancada oficial. Como si en un tablero de ajedrez las piezas no se movieran para atacar al contrincante ni proteger a su propio rey.
“La fragmentación es el resultado de un oficialismo débil que, en su momento, dejó un vacío de poder del cual surgieron múltiples actores que quisieron ocuparlo”, detalló.
El tema más reciente que provocó conflictos internos en las bancadas fue el aumento salarial, ya que provocó expulsiones de diferentes diputados por tomar una postura personal ante el tema. Esta misma polémica provocó que en los primeros meses de este año no haya habido mucha actividad legislativa.
“Si persiste la intención de querer bajarlo —el salario—, eso va a provocar que haya muy poca actividad este año”, advirtió Valverth.
Bon comentó que las cuatro bancadas más grandes iniciaron la legislatura, en enero de 2024, con divisiones por diferencias en las acciones tomadas durante el período de transición y los primeros días del período.
Valverth considera que hay un cambio frente a la actividad legislativa del año pasado e insistió en que el tema del aumento salarial provocó una buena parte de esas fracturas entre bloques, derivadas de las expulsiones de diputados que se dieron en ese contexto.
“Esto, a la larga, se va a ver reflejado en los liderazgos que van a tener frente al próximo proceso electoral, donde vemos, por la cantidad de grupos, que no existe ese diálogo y esa negociación política que permita avanzar en el Congreso”, infirió.
Elecciones de segundo grado
El 2026 será un año importante para la Décima Legislatura, pues se cumplen los plazos para las elecciones de magistrados a la Corte de Constitucionalidad, el Tribunal Supremo Electoral, el titular de la Contraloría General de Cuentas y la fiscal general.
La elección de la presidencia del Congreso será determinante en las elecciones de segundo grado, porque esa instancia debe convocar al proceso de postulación para cada uno de los cargos.
Por esa razón, crece el interés por ocupar la presidencia. De acuerdo con el análisis de Bon, hay diputados que aprovecharán estos meses para desmarcarse del oficialismo y de la directiva actual.
“La Junta Directiva pierde el control y la gobernanza del Congreso, pero tampoco hay un grupo sólido que tenga los votos para poder hacerse de este poder”, señaló, aunque hizo ver que la alianza de oposición tiene, del gobierno pasado, la experiencia de trabajar juntos cuando tienen un objetivo común.
En la campaña electoral por la presidencia, Bernardo Arévalo prometió la remoción de la jefa del Ministerio Público (MP) y, en consecuencia, se presentó una iniciativa para reformar la ley orgánica que no se ha sometido a votación. Al inicio de su mandato, Arévalo pidió la renuncia de la fiscal general.
El resto del periodo
Si bien hacen falta dos años y medio para que finalice la legislatura, los expertos advierten que será complicado legislar por la cantidad de grupos que hay y el interés que, desde ya, muestran los diputados en el siguiente proceso electoral.
“Habrá que ver si, en los dos años y medio que quedan, los diputados van a velar solo por las elecciones de 2027 o seguir el trabajo legislativo, pero no pareciera que vaya a suceder de esa manera. Estábamos acostumbrados a ver esto en el último año de la legislatura”, concluyó.