Salud de los mandatarios, un tema de importancia

Salud de los mandatarios, un tema de importancia

La salud de Trump es tema periodístico / Tres personajes diversos con acciones equivocadas e inaceptables        

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Resumen Automático

21/07/2025 00:05
Fuente: Prensa Libre 

Los jefes de Estado, sobre todo de países importantes, deben tener buena salud, porque cualquier problema de este u otro motivo puede influir en sus decisiones. En Estados Unidos, la poliomielitis de F. Roosevelt afectó en algo sus decisiones en la Segunda Guerra Mundial; Kennedy sufría constantes dolores crónicos en la espalda por heridas en combate y se presentaron durante la crisis causada en 1962, cuando el ruso Khruschev envió cohetes rumbo a Cuba. Reagan se salvó de milagro de un disparo. Hoy, la insuficiencia venosa crónica y moretones encontrados en Trump podrían constituir el motivo de un retiro temporal o definitivo, en momentos de numerosas y serias crisis en ese país.


El término crónico es preocupante porque significa permanente, aunque sea entendible por ser el presidente de mayor edad. Padece de hinchazón en las piernas y en las manos, esto último explicado como efecto derivado de sus constantes fuertes apretones de manos explicados por la tan poco creíble vocera Karoline Leavitt. En caso de retiro parcial o total, ascendería J. D. Vance (de quien por fin se sabría su nombre de pila, pero esto ha rajado más la unidad republicana). Los informes médicos, científicos, son oscuros para el público y por eso son tema de noticias, las cuales —eso sí— deben mantener hasta donde sea posible la privacidad del paciente. Los informes oficiales, entendibles, deben ser cotidianos para evitar la propagación de rumores.

Menchú, Infantino y Netanyahu

RIGOBERTA MENCHÚ MEXICANA. La receptora del Premio Nobel de la Paz causó sorpresas negativas al decidir nacionalizarse mexicana, hecho anunciado por la cancillería del país vecino. Es inaceptable, realmente y con toda seguridad a los pueblos indígenas no les hizo la menor gracia. Falta saber dónde residirá, porque hasta cierto punto se puede considerar como un rechazo al país donde nació. Es un error, como lo fue participar dos veces como candidata a la presidencia, con resultados lamentables de mínimos porcentajes, y ahora cuando sea vista en la calle sin duda recibirá críticas de todos los sectores étnicos del país. Guatemala de hecho queda ahora con solo un premio Nobel, el de Literatura, otorgado a Miguel Ángel Asturias en 1967.


INFANTINO DEJA MAL A LA FIFA. El campeón del mundial de equipos se quedó con las manos vacías cuando Trump, de cero relación con el futbol, se apoderó de la copa sin atender la indicación de retirarse, luego de una llegada en medio de una estruendosa silbatina de todo el estadio. Había pedido llevarla un tiempo a la Casa Blanca para mostrarla a sus amigos, pero luego Infantino le autorizó mantenerla y darle una copia al ganador. Es un ensayo de cómo actuará en el anunciado último partido del mundial y es colarse a una fiesta a donde por cortesía le permitieron entregar su medalla a algunos jugadores. La creo una acción cien por ciento inadecuada de él y del anfitrión, al no insistir en evitar ese apoderamiento de la mayor fiesta deportiva mundial.


NETANYAHU Y EL NOBEL. En la Casa Blanca, el líder israelita ofreció proponer a su anfitrión para el Premio Nobel de la Paz, en momentos de tensión entre ambos por el ataque a la única iglesia católica de Gaza. Una sugerencia así al comité noruego es contraproducente y dejará en ridículo a ambos. Ciertamente se trata de un premio con alto contenido ideológico y político en la mayoría de los casos, pero hasta los republicanos “magaistas” comprenderán la negativa, porque la tensa situación Estados Unidos-Europa dejaría a los miembros europeos en un mal predicado si lo hacen, tan malo como el causado hace algunos años cuando se lo dieron a Obama, en 1992, y a Carter, en 2002.