La habilitación de un desvío temporal en el km 189 de la ruta Cito-Zarco fue acordada con las autoridades para mantener la conexión entre Retalhuleu y Quetzaltenango, luego del hundimiento registrado el pasado miércoles.

Una solución alterna para mantener el paso vehicular entre ambos departamentos por la ruta Cito-Zarco es la construcción de un desvío temporal en el kilómetro 189, donde se reportó un hundimiento sobre la cinta asfáltica, mientras las autoridades realizan estudios técnicos de ingeniería civil para definir las tareas de intervención.

El paso de vehículos se mantiene habilitado en un solo carril, con regulaciones para el tránsito pesado, lo cual prolonga los tiempos de espera. Jorge García, presidente de la filial de la Cámara de Comercio de Guatemala (CCG) en Xela, indicó que el recorrido puede tardar hasta tres horas, cuando en promedio dura una hora y media.

Tanto la CCG como los representantes de la Asociación de Turismo de Retalhuleu y de Guatemágica —el circuito turístico de la Costa Sur— solicitaron la intervención de la Dirección General de Caminos (DGC), adscrita al Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (Micivi), por “la pronta intervención del km 189 de la ruta Cito-Zarco, el cual se encuentra actualmente en condiciones críticas”.

Expusieron en una carta enviada al titular del Micivi, Miguel Ángel Díaz, y al gobernador de Retalhuleu, Fernando Mazariegos, que “esta vía no solo es esencial para el turismo, que representa uno de los motores económicos de la región, sino también para el comercio y el transporte de productos que abastecen múltiples municipios”.

Reiteraron que “lo más preocupante es que no existen rutas alternas viables que permitan mantener el flujo continuo de visitantes, proveedores y ciudadanos, lo cual agrava el impacto social y económico”.

Trabajos temporales

Carlos Rezzio, representante de Guatemágica, declaró que, en un recorrido realizado con Jacobo Cabrera, supervisor de la DGC; el alcalde de San Felipe, Retalhuleu; la Gobernación Departamental de Retalhuleu, y la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), se confirmó que el aumento de la lluvia causó un derrumbe en las bases de la carretera, dejando únicamente dos metros habilitados para la circulación, de los cuatro originales.

Tras identificar los daños, se acordó realizar estudios de ingeniería civil para evaluar la construcción de un puente o el fortalecimiento de las bases.

“Se va a hacer un desvío para que no se interrumpa la conectividad terrestre por la actividad de consumo de las personas que vienen del occidente, que representa más del 60%, y afecta al sector hotelero, restaurantes y al turismo”, apuntó Rezzio.

Para dar prioridad a los trabajos, personal técnico de la DGC se presentó para realizar el trazo del desvío, que equivaldrá a entre 200 y 300 metros para volver a conectarse con la carretera. El propietario del terreno donde se efectuará la obra autorizó los trabajos de emergencia, que podrían estar habilitados entre el miércoles o jueves de la próxima semana, incluso para transporte pesado.

En cuanto a las obras más específicas sobre el hundimiento, los estudios tomarán 90 días para determinar la factibilidad, aseguró Rezzio.

El directivo confirmó que se han recibido cancelaciones de reservaciones hoteleras y en restaurantes al conocerse los problemas en el km 189, pero se espera una recuperación con la habilitación del paso provisional “para ganar confianza de los visitantes”.

Efecto en cadena

La interrupción en el km 189 afecta las actividades productivas del altiplano y del suroccidente, como el comercio al por mayor y menor, el transporte de bienes y personas, el turismo y el sector educativo. Muchas personas deben hacer transbordo, puntualizó García, quien también visitó el lugar.

Citó como ejemplo el posible impacto en los parques temáticos, ya que “hay muchas personas de Huehuetenango, Totonicapán, Sololá, Quiché y Xela que utilizan el trayecto, por lo que el impacto es general”.

Reiteró que, a pesar de la habilitación de un carril en el lugar del evento, durante las horas pico aumentará la congestión y la saturación vehicular.

Conexiones terrestres

Héctor Fajardo, directivo de la Cámara de Transportistas Centroamericanos (Catransca), declaró que por la ruta Cito-Zarco circulan unos 250 camiones de transporte pesado, siendo la conexión entre el altiplano y la CA-2 Occidente, que enlaza con puntos fronterizos con México, El Salvador y con la Empresa Portuaria Quetzal (EPQ).

Por esa vía se transportan productos alimenticios y de consumo en el hogar, combustibles, materiales de construcción, insumos y materias primas, por lo que constituye un eje logístico clave en la región suroccidental.

Productores agrícolas de Almolonga y Zunil utilizan esa carretera para enviar hortalizas y legumbres al mercado La Tiendona, en El Salvador.

Puntos críticos

El sector de transporte de carga también alertó sobre otros tramos que podrían verse afectados por las lluvias.

El cierre de la RN-14 debido a la actividad del Volcán de Fuego provocó la interrupción de la conexión entre Escuintla y Chimaltenango, obligando a las unidades a ingresar al área metropolitana, según Catransca.

Se identificaron varios tramos en la ruta Escuintla-Pedro de Alvarado, Jutiapa (CA-2 Oriente), que requieren mantenimiento preventivo, con daños visibles en los km 87 y 97 de la carpeta de rodadura.

Finalmente, la habilitación del puente en el km 17.5 de la ruta al Pacífico, en Villa Nueva, aliviará el tránsito en el eje sur y agilizará el paso, con una reducción estimada de una hora para el transporte pesado.