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«No fue piedra, fue disparo»: Periodista Raymundo Amador habla de la salud de su hijo y desmiente reporte policial
El periodista Raymundo Amador Molina, mediante su cuenta oficial en la red social facebook, informó sobre el estado de salud de su hijo, José Raymundo Amador Orellana, quien resultó gravemente herido durante una manifestación el pasado 18 de junio, en Izabal. El joven, también comunicador social, permanece en estado crítico. «Mi hijo es comunicador social […]
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El periodista Raymundo Amador Molina, mediante su cuenta oficial en la red social facebook, informó sobre el estado de salud de su hijo, José Raymundo Amador Orellana, quien resultó gravemente herido durante una manifestación el pasado 18 de junio, en Izabal. El joven, también comunicador social, permanece en estado crítico.
«Mi hijo es comunicador social también. Se encuentra en la unidad de cuidados intensivos del seguro social de Puerto Barrios. Allí no permiten visitas, desconozco el motivo», expresó Amador Molina.
El periodista denunció que ni siquiera a él, como padre del paciente, se le ha permitido ingresar al área para ver a su hijo. “Por lo menos un minuto o dos, imposible hacerlo”, lamentó.
A través de su publicación, también agradeció las muestras de apoyo recibidas y pidió disculpas a quienes no ha podido responder debido a la gran cantidad de llamadas y mensajes.
«FUE DISPARO»
Amador Molina también desmintió la versión policial que indicaba que el impacto que sufrió su hijo fue provocado por una piedra. “Es totalmente falso. El golpe fue causado por un disparo”, aseguró.
Según su testimonio, durante la manifestación aclararon a los agentes antimotines que eran periodistas, pero aun así fueron agredidos. “Quizá a mí no me dispararon porque los tenía en vivo con mucha gente conectada. Ellos no deben disparar al rostro de las personas, pueden disparar al aire”, relató.
Amador Molina señaló que su hijo fue impactado a una distancia de aproximadamente tres metros, directamente en la frente, lo que provocó una fuerte hemorragia antes de desplomarse inconsciente en una poza de agua. Además, denunció que la misma persona que le disparó se acercó y volvió a golpearlo en la parte trasera de la cabeza.
“Si lo intentaron, no lo lograron”, expresó con firmeza, refiriéndose a lo que considera un intento de asesinato.
" class="iframe-class">LOS HECHOS
El 18 de junio, durante el bloqueo en el kilómetro 279.5 de la ruta CA-13, realizado por pobladores de la aldea San Antonio Sejá, en Río Dulce, Izabal, agentes antimotines de la Policía Nacional Civil (PNC) accionaron contra los manifestantes, lo que resultó en una persona herida de gravedad a causa del gas lacrimógeno.
Videos que circulan en redes sociales muestran el momento en que los agentes dispararon gas lacrimógeno contra los protestantes, hasta que se observa a Amador Orellana tirado en la cinta asfáltica.
En el audiovisual se escucha al papa de la víctima gritar: “¡Antimotines, por favor!”, mientras un agente se acerca a su hijo, tendido sobre la cinta asfáltica. “¡Me mataron a mi hijo!”, exclamó Amador.
El papá de la víctima, al llegar al centro médico, se dirigió a los medios, indicando que «un pelotón de antimotines le disparan a mi hijo como a cuatro metros de distancia, directamente a la frente».
Antimotines accionan para dispersar manifestaciones en Izabal
«NUEVO PROTOCOLO»
Mientras que las autoridades del Ministerio de Gobernación (Mingob), justificaron el uso de antimotines mediante un «nuevo protocolo de intervención» que responde a lineamientos establecidos por la Corte de Constitucionalidad (CC).
Esta justificación fue compartida por la cartera mediante un comunicado en sus redes sociales, donde establece que en el actuar de los agentes antimotines de la Policía Nacional Civil (PNC) se buscó el «resguardo de los derechos fundamentales» de la población.