¿Cuántos papas han visitado Guatemala? Recorrido histórico por sus visitas y momentos inolvidable

¿Cuántos papas han visitado Guatemala? Recorrido histórico por sus visitas y momentos inolvidable

A 42 años de la primera visita papal, Guatemala ha sido escenario de momentos históricos marcados por la presencia del líder más influyente de la Iglesia católica.

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25/04/2025 12:45
Fuente: Prensa Libre 

La historia de Guatemala ha estado marcada por momentos históricos con la presencia del líder más influyente de la Iglesia católica. Cada encuentro con el Santo Padre ha dejado una profunda huella de fe, esperanza y bendición en el país, convirtiendo cada visita en un hecho memorable.

Las tres visitas del líder papal han fortalecido los lazos espirituales entre los creyentes guatemaltecos y la Santa Sede, además de abrir una brecha cultural y un legado histórico que Guatemala comparte con el mundo.

La primera visita papal a Guatemala

Hace 42 años, Guatemala recibió por primera vez a un papa. En 1983, el papa Juan Pablo II (Karol Józef Wojtyła) llegó al país en un contexto marcado por el conflicto armado interno, durante el mandato del general Efraín Ríos Montt, quien había llegado al poder mediante un golpe de Estado, según registros históricos.

La noche del 6 de marzo de 1983, el papa Juan Pablo II aterrizó en el Aeropuerto Internacional La Aurora. Siguiendo su tradicional gesto de bendición, besó el suelo guatemalteco en su llegada y fue recibido por el entonces presidente Ríos Montt.

Desde el aeropuerto hasta la zona 1 de la capital, el Pontífice fue acompañado por cientos de fieles que, a su paso, adornaron las calles con alfombras de aserrín para engalanar el recorrido del papamóvil, mientras Juan Pablo II saludaba a los guatemaltecos.

Su visita tenía como principal propósito la coronación de la Virgen del Rosario en Quetzaltenango; sin embargo, adquirió un significado más profundo para la población, que encontraba en su presencia un mensaje de esperanza en medio de la guerra.

Antes de su llegada, el “Papa Viajero” había enviado un mensaje histórico dirigido a Guatemala, en el que abogaba por la paz y la reconciliación en una nación polarizada y afectada por la violencia rural ejercida bajo el régimen de facto.

En su mensaje, el Pontífice expresó: Abogo en nombre de todas las víctimas que siguen sufriendo el flagelo de la lucha entre hermanos, que se fortalezcan las fuerzas de buena voluntad para lograr la pacífica convivencia social.

Con ello, mostró su solidaridad y compasión hacia los guatemaltecos.

Pese a sus palabras, días antes de la visita, el gobierno de Ríos Montt ejecutó a seis personas acusadas de terrorismo, ignorando los llamados del Vaticano y provocando repercusiones internacionales.

Según archivos de la Hemeroteca de Prensa Libre, Ríos Montt justificó la visita afirmando: El Papa es un jefe de Estado y como tal viene a Guatemala. Aquí hay libertad de cultos y pueden venir todos los que quieran.

Durante su estadía, Juan Pablo II mantuvo un tono diplomático. No se refirió directamente a las ejecuciones y centró su mensaje en una multitudinaria misa celebrada frente al Tribunal Militar.

Posteriormente, el 7 de marzo, viajó al departamento de Quetzaltenango, donde coronó a la Virgen del Rosario ante una multitud de fieles y líderes religiosos. El 8 de marzo concluyó su visita trasladándose hacia Honduras.

Juan Pablo II recorre las calles de la Ciudad de Guatemala en su primera Visita. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Segunda visita de Juan Pablo II a Guatemala

A las 16.37 horas del 5 de febrero de 1996, el papa Juan Pablo II volvió a pisar suelo guatemalteco. Fue recibido por cientos de fieles que se habían congregado en la pista del Aeropuerto Internacional La Aurora. Siguiendo su gesto característico, el Pontífice besó la tierra, esta vez la que dos niños le llevaron simbólicamente para que bendijera sus lugares de origen.

La visita, programada desde Roma, respondía a la celebración del cuarto centenario de la devoción al Santo Cristo de Esquipulas. La llegada del Pontífice fue nuevamente motivo de júbilo y emotivos aplausos por parte del pueblo guatemalteco.

Según registros periodísticos de Prensa Libre, a las 16.43 horas el papa inició su recorrido desde las escalinatas del avión hacia la entrada principal del aeropuerto. A las 16.49 fue recibido oficialmente por el entonces presidente Álvaro Arzú y su esposa, Patricia de Arzú.

Las primeras palabras de Juan Pablo II quedaron registradas por la Hemeroteca de Prensa Libre: El Señor, dueño de la historia y de nuestros destinos, ha querido que el cuarto centenario de la devoción al Santo Cristo de Esquipulas me ofrezca la oportunidad de encontrar nuevamente al amado pueblo guatemalteco, y a tantas personas de los países hermanos de Centroamérica.

Acompañado de alfombras, vítores y oraciones, el Pontífice recorrió la ciudad desde el aeropuerto hacia la Plaza de la Constitución, donde se reuniría con autoridades eclesiásticas. A pesar del frío característico de la época, los fieles esperaron con fervor a lo largo del bulevar Liberación y la 7a avenida, en las zonas 9 y 1, hasta llegar a la plaza. El papa arribó a las 19.30 horas y fue recibido con entusiasmo por la multitud. Más tarde se reunió con funcionarios de Gobierno en el Palacio Nacional.

El 6 de febrero, el Santo Padre viajó a Esquipulas, donde fue recibido por cientos de fieles. Allí celebró una misa multitudinaria en el Valle de María y luego visitó la Basílica, donde elevó plegarias ante la imagen del Cristo Negro.

Esta visita se desarrolló en el marco del proceso de paz que ponía fin al conflicto armado interno. Además de presidir la clausura de las celebraciones por el cuarto centenario de la imagen del Cristo de Esquipulas, Juan Pablo II coronó a Nuestra Señora de la Asunción como patrona de la ciudad de Guatemala, cerrando así una visita de profundo significado espiritual y social para el país.

Última visita papal en Guatemala

Con el objetivo de canonizar al beato Hermano Pedro, el papa Juan Pablo II visitó por tercera y última vez Guatemala el 29 de julio de 2002. El Pontífice arribó a las 14.20 horas al Aeropuerto Internacional La Aurora, donde permaneció más de media hora dentro del avión antes de descender por un puente especial preparado para la ocasión. Fue recibido por el entonces presidente Alfonso Portillo y su esposa.

El Santo Padre se trasladó a una tarima donde, con voz entrecortada, pronunció un breve discurso y ofreció una oración de bendición para el pueblo guatemalteco, en especial para los campesinos, los enfermos, los pueblos indígenas y las personas más vulnerables. Además, señaló que la canonización de José de Betancur sería un momento de renovación para el país.

El ejemplo de su vida y su mensaje son un valioso aporte a la construcción de una sociedad que se abre ahora a los desafíos del tercer milenio, proclamó el Sumo Pontífice, según consignan registros de Prensa Libre.

Deseo fervientemente que el noble pueblo guatemalteco, sediento de Dios y de los valores espirituales, ansioso de paz y de reconciliación tanto en su seno como en los pueblos vecinos y hermanos, de solidaridad y justicia, pueda vivir y disfrutar de la dignidad que le corresponde, agregó desde el aeropuerto.

Posteriormente, en su tradicional papamóvil, Juan Pablo II recorrió la ciudad de Guatemala. A su paso, fieles emocionados esperaban verlo, adornando las calles con alfombras y coreando: ¡Se siente, se siente, el Papa está presente!

La jornada concluyó en la Nunciatura Apostólica, donde el Santo Padre pasó la noche.

Foto de la segunda visita del Papa Juan Pablo II, junto al expresidente Alfonso Portillo. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Ceremonia de canonización del Hermano Pedro

La mañana del 30 de julio, a las 8.30 horas, el papa Juan Pablo II aterrizó en el hipódromo del Estadio Nacional Mateo Flores, donde fue recibido por más de 750 mil personas entre aplausos y cantos de fe.

Bajo un cielo gris y entre miles de rosas blancas, el Pontífice proclamó santo al Hermano Pedro de San José de Betancur, culminando un proceso de beatificación y canonización que tomó 304 años. Durante su homilía, destacó la espiritualidad del nuevo santo y exhortó a los indígenas y a todo el pueblo guatemalteco a construir un futuro basado en la justicia, la paz y el desarrollo.

A pesar de su frágil estado de salud, Juan Pablo II leyó personalmente toda su homilía, interrumpida en múltiples ocasiones por los aplausos de los asistentes. El acto incorporó expresiones en idiomas mayas y ofrendas tradicionales, reflejando el profundo mestizaje cultural del país.

Antes de concluir la celebración, el Santo Padre dejó una frase que quedó grabada en la memoria de los guatemaltecos: “Guatemala, te llevo en mi corazón”. Con esas palabras, el papa Juan Pablo II marcó el legado espiritual de su última visita al país.

Proclamación del Santo Hermano Pedro por el papa Juan Pablo II en 2002. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)