Ubicada en el corazón de la zona 16 de la capital guatemalteca, La Ciudad que lo tiene todo, demuestra que sí es posible construir ciudades que convivan con el medio ambiente, que promuevan la calidad de vida y que no olviden su responsabilidad con el planeta.

Cayalá inspira, es mucho más que un conjunto arquitectónico armónico. Es una comunidad pensada desde la responsabilidad ecológica, el bienestar humano y la convivencia armoniosa con el entorno.

“Este proyecto fue hecho por seres humanos para seres humanos, con la firme convicción de que la belleza y el respeto por la naturaleza pueden y deben coexistir. Creemos en un urbanismo que no sacrifica la naturaleza, sino que aprende de ella”, expresó Ruth López, gerente de sostenibilidad de Ciudad Cayalá,

Cayalá implementa estrategias claras y tangibles que evidencian su compromiso ambiental, uno de sus pilares es Cayalá ECO SOCIAL, un programa que impulsa el reciclaje, la educación ambiental y la participación comunitaria en la gestión de residuos. Este modelo ha permitido no solo reducir significativamente la basura enviada a vertederos, sino también generar conciencia entre vecinos, visitantes y colaboradores.

La planta de tratamiento de aguas residuales, ubicada dentro del proyecto, es otro ejemplo de innovación sostenible. Gracias a este sistema, el agua usada en Cayalá se somete a un proceso riguroso de depuración, lo que permite su reutilización en áreas verdes, riego y limpieza, reduciendo la presión sobre las fuentes hídricas externas.

El uso de composta orgánica proveniente de restaurantes, jardines y mercados dentro del complejo refuerza esta visión circular, devolviendo al suelo los nutrientes naturales que la ciudad genera diariamente. Esta práctica ha mejorado la salud del paisaje verde de Cayalá y minimizado el impacto de desechos orgánicos.

Compromiso permanente

El camino hacia la sostenibilidad no tiene un punto final y Cayalá lo entiende. Por ello, continúa perfeccionando sus procesos, ampliando sus campañas de concienciación y colaborando con instituciones y expertos en medio ambiente para mantener sus altos estándares de responsabilidad ecológica.

Los guatemaltecos que visitan o residen en Cayalá coinciden en una sensación común: seguridad, orgullo y tranquilidad. Orgullo por tener en su país un referente de desarrollo urbano consciente, y tranquilidad al saber que existe un lugar que cuida el entorno y pone a las personas en el centro.