Mario Vargas Llosa: la ciudad que inspiró al maestro para escribir sus obras literarias

Mario Vargas Llosa: la ciudad que inspiró al maestro para escribir sus obras literarias

Inspirado por la ciudad de su infancia, Mario Vargas Llosa dejó en sus obras múltiples pistas sobre el lugar que lo marcó para siempre y que convirtió en escenario de muchas de sus historias, como un homenaje literario al Perú.

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14/04/2025 15:57
Fuente: Prensa Libre 

Uno de los grandes exponentes de la época de oro de la literatura latinoamericana dejó en sus relatos numerosas referencias a la ciudad que inspiró sus aventuras. Con un guiño a Lima, la ciudad que lo acogió desde los 10 años, el escritor ambientó muchos de sus textos en escenarios de la capital peruana, donde transformó sus vivencias en literatura y su memoria en narrativa.

Durante décadas, Mario Vargas Llosa situó en escenarios limeños fragmentos clave de sus novelas, con el propósito de colocar al Perú en el radar literario internacional. Lima dejó de ser solo un escenario para convertirse en protagonista. Aunque no nació en la capital, el autor siempre buscó resaltar la ciudad que, desde su niñez, le mostró aventuras únicas y formativas.

Uno de los ejemplos más destacados es La ciudad y los perros (1963), novela ambientada en el Colegio Militar Leoncio Prado, en el distrito costero de La Perla. En esta obra, Vargas Llosa retrata el machismo y la brutalidad en los internados militares, como una crítica social incisiva.

Las aventuras del poeta Alberto recorren espacios emblemáticos de Lima, como el pabellón del colegio militar y el barrio de Miraflores, donde también se enlaza con la trágica historia de Cuéllar, en Los cachorros (1967).

Otra obra en la que Miraflores y el litoral limeño son protagonistas es Día domingo, incluida en el libro Los jefes (1959), donde se menciona la Costa Verde, reafirmando el protagonismo del paisaje urbano y costero.

En La ciudad y los perros, la historia de Alberto y Teresa también transcurre en el distrito de Lince. Allí, el joven se enamora de Teresa, aun sabiendo que ella es el gran amor del Jaguar, otro de los personajes de sus novelas.

Desde su primera novela, Lima figura en sus obras

En La ciudad y los perros, su primera novela, el autor convirtió a Lima en algo más que un escenario: la transformó en protagonista.

En ese debut narrativo, ya introduce al lector en una incursión sórdida por el desaparecido barrio de Huatica, en La Victoria, espacio donde habitaron personajes como la mítica “Pies Dorados”.

Pero es en Conversación en La Catedral (1969) donde la capital peruana alcanza su expresión más intensa. Allí, Santiago Zavala observa la ciudad “sin amor” desde la puerta del diario La Crónica y lanza una de las preguntas más emblemáticas de la literatura peruana: “¿En qué momento se había jodido el Perú?”.

Esa Lima desencantada, de bares como La Catedral —ya en ruinas— y lugares emblemáticos como la Casona de San Marcos, revela un país quebrado desde lo íntimo hasta lo político.

La ciudad continúa reapareciendo en obras como La tía Julia y el escribidor (1977), Historia de Mayta (1984), Los cuadernos de don Rigoberto (1997), El paraíso en la otra esquina (2003), Travesuras de la niña mala (2006) y Cinco esquinas (2016). Desde Miraflores y Barranco hasta los Barrios Altos, cada calle y barrio retratado sirve para revelar conflictos sociales, pasiones humanas y tensiones políticas.

Vargas Llosa cerró su carrera novelística a los 87 años con Le dedico mi silencio (2023), una historia marcada por el amor a la música criolla y a una Lima que habita la memoria y el alma de su obra. A través de sus novelas, el Nobel dio a la ciudad un lugar en la literatura universal, inmortalizando sus contrastes, heridas y belleza.