La jornada 20 del Clausura 2025 podría marcar un antes y un después en la historia reciente del Deportivo Marquense. Esta noche, a las 19:00 horas, los leones recibirán a Xelajú MC en el Estadio Marquesa de la Ensenada en una nueva edición del Clásico de Occidente, pero esta vez con una presión mayor: evitar el descenso a la Primera División.

La situación para el equipo de San Marcos es crítica. Actualmente, Marquense suma 32 puntos en la tabla acumulada, mientras que su rival directo en la lucha por la permanencia, Guastatoya, tiene 39 unidades. Esto deja a los leones a 7 puntos de distancia cuando solo restan tres jornadas por disputarse, es decir, nueve puntos en juego (sumando los de esta jornada ante Xela).

Marquense está obligado a ganar esta noche para mantener viva la esperanza. Si empata ante Xelajú, llegaría a 33 puntos, y aunque matemáticamente todavía podría igualar a Guastatoya (si este pierde sus dos partidos restantes), la diferencia de goles es abismal, lo cual haría prácticamente imposible la salvación.

En caso de una derrota ante Xela, Marquense se quedaría con 32 unidades y sería oficialmente descendido, sin importar lo que suceda en las próximas dos jornadas.

El panorama que necesita Marquense para salvarse

Para mantenerse en Liga Nacional, Marquense necesita ganar sus tres partidos restantes y esperar que Guastatoya:

• Empate uno y pierda otro
• Empate los dos
• Pierda ambos

Guastatoya aún debe enfrentar a Xinabajul como visitante y a Mixco en casa, dos rivales que también están peleando por meterse a la liguilla o alejarse del descenso.

El Clásico de Occidente siempre ha sido uno de los duelos más vibrantes del fútbol guatemalteco, pero hoy el ambiente en San Marcos será distinto. Marquense no solo se juega el orgullo regional, sino también la permanencia en la Liga Mayor. Una derrota representaría el regreso a la Primera División tras varios torneos de lucha.

La afición ya se prepara para una noche que puede ser histórica, y el equipo espera aferrarse a su estadio y a su gente para conseguir una victoria que les permita seguir soñando con la salvación.