Es el segundo de ocho capítulos de la serie Sin querer queriendo, de HBO Max, y las redes se están encendiendo por las polémicas que han surgido.

Estrenada el pasado 5 de junio, la bioserie presenta un nuevo episodio cada jueves y recorre la trayectoria del comediante Roberto Gómez Bolaños en una narrativa ambientada entre las décadas de 1950 y 1980.

Se da a conocer desde el momento curioso en que su habilidad para escribir lo llevó a ser comparado con Shakespeare; pero por ser de baja estatura, sería un “pequeño Shakespeare”, un “Shakespirito”, lo que se escuchó como “Chespirito” y le dio el sobrenombre que ha trascendido generaciones.

En el segundo capítulo se aborda uno de los episodios del programa El Chavo del 8, grabado en Acapulco. Para los seguidores de la serie, es considerado uno de los más importantes en la historia de la comedia televisiva, pero ahora también se le reconoce como uno de los más polémicos para el elenco. Fue emitido en 1978, y aunque todos estaban frente al mar, fuera de cámara había tensiones, polémicas, chismes e infidelidades.

La crisis de Chespirito

El episodio en el mar tenía un propósito económico que logró su objetivo: la productora quería promocionar el hotel que había adquirido el propietario del canal, Emilio Azcárraga Milmo.

Acapulco se convirtió entonces en uno de los escenarios más vistos, en un arriesgado esfuerzo de la producción fuera del set de grabación.

El capítulo permite acercarse a un Roberto Gómez Bolaños que intentaba salvar su matrimonio con Graciela Fernández. Sin embargo, el personaje de Margarita Ruiz —quien representa a Florinda Meza— queda en medio de ese momento.

Margarita estaba comprometida con el director de cámaras Enrique Segoviano, y Bolaños era padre de cinco hijos con Graciela.

La presencia de una nota anónima de los hijos de Bolaños provoca un malentendido que marca el inicio de una relación que ahora es de las más comentadas.

También se explica por qué Carlos Villagrán —Marcos Barragán, en la serie— comienza su enemistad con Bolaños, así como la lealtad de Ramón Valdés, cuando se le hizo una propuesta para buscar otros rumbos.

Tanto Carlos Villagrán como Florinda Meza manifestaron públicamente que no estaban de acuerdo con el proyecto de la bioserie, y por ello sus nombres fueron cambiados.

Florinda Meza, a inicios de los años setenta, fue descubierta por Chespirito y le ofreció estar en el programa de 1969 Los supergenios de la Mesa Cuadrada, que inició antes del Chavo del Ocho.

Quienes son?#Anguzpic.twitter.com/wwhA70T6Vg

— Andrés Guzmán #Anguz (@AndresGuzBJ) March 10, 2023