Luigi Mangione, el presunto asesino del director ejecutivo de UnitedHealthcare, ha pedido al juez que lleva su caso federal en Nueva York imposibilitar que le impongan la pena de muerte si es condenado, algo que la Fiscalía consideró hoy “prematuro”.

El intercambio se produce después de que la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, dijera a principios de mes que había ordenado a los fiscales federales solicitar la pena de muerte, aunque no ha sido juzgado, y lo presentó como autor de un “asesinato premeditado y a sangre fría”.

Mangione, de 26 años, está acusado de matar a tiros al ejecutivo Brian Thompson el pasado 4 de diciembre en pleno corazón de Manhattan, tras lo que se fugó y fue detenido cinco días después en Altoona (Pensilvania).

A finales de diciembre, y tras un mediático traslado a Nueva York en helicóptero, fue inicialmente acusado de varios cargos federales incluyendo asesinato, que acarrea pena de muerte, pero la imputación formal está en manos de un gran jurado, según reivindica su defensa.

La abogada de Mangione, Karen Friedman Agnifilo, dijo entonces que la Justicia lo “intenta asesinar” por razones políticas, unos argumentos que elaboró en una reciente moción de unas 40 páginas para “evitar que el Gobierno busque la pena de muerte” para su cliente.

Entre otras cosas, acusa a la fiscal general Bondi de “romper el protocolo” al dar esa orden “arbitraria y política” sobre la pena capital -que responde a la campaña del presidente Donald Trump de mano dura contra el crimen-, además de “contaminar al gran jurado”.

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