Nombrado por la Federación Internacional de Historia y Estadística de Futbol (IFFHS) como el mejor futbolista guatemalteco del siglo XX, Sánchez se ganó dicho reconocimiento con base en su destacado desempeño a lo largo de dos décadas de trayectoria.

Inició su carrera en 1975 con el club Ases del Minar de Tiquisate, donde firmó una temporada notable con 24 goles. Su actuación llamó la atención de Comunicaciones y, en 1976, fichó por el conjunto albo, donde terminaría jugando la mayor parte de su carrera.

Desde su llegada a Comunicaciones, Óscar Sánchez se convirtió en uno de sus referentes y rápidamente demostró sus dotes goleadoras, al ser máximo artillero de la Liga Nacional de forma consecutiva entre 1976 y 1979.

Su desempeño con Comunicaciones no pasó desapercibido y pronto fue convocado a la Selección de Guatemala.

Con la camiseta Azul y Blanco, Sánchez participó en los procesos eliminatorios a la Copa del Mundo entre 1976 y 1989.

Sin embargo, su mayor legado con la Selección fue la clasificación a los Juegos Olímpicos de Montreal 1976. En el torneo clasificatorio, fue artífice de un gol olímpico que ayudó a Guatemala a vencer 3-2 a México en el estadio Doroteo Guamuch Flores.

En los Juegos Olímpicos, integró el equipo nacional que se enfrentó a Israel, Francia y México en la fase de grupos.

A nivel de clubes, la mayoría de su carrera la hizo en Comunicaciones, equipo del cual es el máximo artillero histórico con 165 goles, y es el segundo máximo goleador de todos los tiempos del futbol nacional con 259 anotaciones.

Ganó cinco títulos de Liga Nacional con Comunicaciones y uno más con Municipal en la temporada 1989-90. También figura entre los campeones de la Copa de Campeones de la Concacaf 1978, título compartido ese año por resolución administrativa.