La falta del progreso terminará en retroceso

La falta del progreso terminará en retroceso

El progreso, por lento que pareciera ser, deberá considerarse como logro favorable.

Enlace generado

Resumen Automático

05/04/2025 00:04
Fuente: Prensa Libre 

“Solo se progresa cuando se piensa en grande, solo es posible avanzar cuando se mira lejos”. José Ortega y Gasset

Cuando estamos pensando en el concepto de progresar estamos hablando no simplemente de tener movimiento, estamos considerando también la dirección y qué es lo que queda atrás y hacia dónde se está moviendo, pero con una determinación que está siempre enfocada en un destino, el cual se traduce como un logro o como una meta que por alguna razón tiene una importancia capital para nosotros.

El auténtico progreso debe nacer en la iniciativa personal y se alcanza con manifiesta disciplina.

Por lo mismo, en nuestra formación en esta vida nuestros mayores nos observaban con un cuidado especial para que nuestro desarrollo fuera normal, saludable, y que nos fuera llevando a una independencia para que pudiéramos hacer las cosas de la rutina de esta vida sin tener que depender de otros para que en un momento pudiéramos desempeñarnos con la mayor precisión y lograr lo que nos proponíamos.

Entendemos que todo lo que nos rodea está en un constante avance y, por lo tanto, nos está exigiendo para que mantengamos el ritmo, como cuando salimos a caminar con alguien y estamos manteniendo una conversación. Nos exige que tengamos el mismo ritmo en el caminar, y si, por alguna razón, tenemos algún inconveniente de salud, le pedimos que nos excusen o que reduzcan la velocidad de la caminata. Además, en la conversación, si somos parte, debemos saber escuchar correctamente y poder participar en una modalidad coherente en lo que habremos de compartir en la plática. Si no lo logramos técnicamente, nos autoeliminamos.

Cuanto antes debemos aprender que las oportunidades de la vida son para el presente, y si no se sabe cómo aprovecharse de ellas, se pierden. De ningún modo podemos retroceder para que podamos echar mano de ellas. Sin lugar a duda, las habremos de recordar y en alguno de los casos, con alguna melancolía, lo habremos de lamentar por no haber aprovechado el momento en se nos habían presentado. Por haberlo dejado pasar, seguramente alguien supo el valor y viendo que nosotros no le echábamos mano, ellos aprovecharon de la oportunidad.

Probablemente, en algunos casos el temor de emprender algo nuevo o desconocido nos frena, y en algunos casos hasta nos paraliza y dejamos pasar la oportunidad, y luego podemos estar lamentando. Por ello debemos saber no solo nuestras limitaciones, sino también debemos conocer hasta dónde podemos extendernos y, con el debido cuidado, entrar en nuevos horizontes que nos ayudarán a cambiar todo nuestro panorama, no solo para nosotros, sino también para los nuestros.

En algunos casos muy particulares, es probable que una medida de curiosidad fue la que nos empujó para que diéramos los primeros pasos y desde entonces a la fecha hemos podido progresar distancias que nunca la habíamos imaginado.

Entendiendo esto, cada uno de nosotros, siendo diferentes, debemos tomar ciertos riesgos y progresar, a pesar de la opinión de los que nos rodean, que piensan que por los peligros que podemos enfrentar deberíamos evitarlo por nuestro bien.

Cada uno de nosotros debería evaluar los riesgos y tomar los debidos cuidados, pero progresar en los desafíos que la vida ofrece para poder, de ese modo, cosechar las gratificaciones que trae el progreso que encierra esfuerzo, disciplina y determinación.