El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, uno de los más prestigiosos del mundo, expondrá la obra del guatemalteco Naufus Ramírez-Figueroa como parte de la muestra Espectros luminosos.

Con una propuesta inspirada en la historia de la guerra civil guatemalteca, su impacto social y sus vivencias familiares, el artista presentará, desde el 27 de mayo, quince piezas que abarcan performance, escenografía y dibujo. En ellas aborda temas como la infancia, el exilio y la violencia del conflicto armado.

La exposición recoge obras que retratan lo que Ramírez-Figueroa denomina “los fantasmas que reclaman justicia”, entre ellos su hermano de dos años, fallecido por falta de atención médica durante la guerra.

“El alma de esta obra tiene que ver con mi experiencia de ser desplazado durante la guerra civil en mi país. Crecí rodeado de personas también desplazadas, y esta muestra reflexiona sobre una niñez en transición”, explicó el artista.

El director del museo, Manuel Segade, describió su obra como una propuesta con “fuerza política, aliento poético y una sensibilidad muy especial” y la calificó como una “punta de lanza del arte” en Centroamérica.

La exposición, disponible hasta el 20 de octubre, inicia con la instalación La ilusión de la materia, que evoca los recuerdos de infancia del autor. También se incluyen piezas como El dedo reptiliano de Dios y Flamencos encadenados, así como el performance La vida en su boca, la muerte acuna su brazo, dedicado a la memoria de los desaparecidos en Guatemala.

El cierre de la muestra está marcado por Cuna y arrullo (2025), una instalación realizada para esta exposición, que presenta un montaje de cunas de bebé rotas, invadidas por arañas, murciélagos y otros elementos oníricos, como reflejo de los horrores que vivieron los niños víctimas del conflicto.

La exposición recorre más de una década del trabajo de Ramírez-Figueroa, quien inició su carrera artística a los 14 años y ha desarrollado obras centradas en rituales, folclore, tradición oral y memorias de infancia atravesadas por los 36 años de guerra civil.

Soledad Leaño, curadora de la muestra, explicó que Espectros luminosos toma su nombre de los fantasmas que pueblan la obra del artista, en relación con una memoria que exige reparación. “Parte de experiencias personales que Naufus extrapola hasta convertir en temáticas universales”, afirmó.

“La práctica de Naufus bebe del activismo político latinoamericano y del teatro experimental, cuestionando los relatos enraizados y férreos que han transcendido sobre episodios concretos del pasado reciente. A través de la fisicidad de los cuerpos y de ambientes escenográficos que entreveran fantasía y realidad, el artista revisita sus propios traumas y los de un país marcado por el extractivismo colonial, la guerra civil y el desequilibrio social de la población indígena” resalta la descripción del Museo.

Ramírez-Figueroa también expone en el MoMA

Con su obra Lugar de consuelo, lleva su propuesta performática al Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), para representar la censura que existía sobre el teatro en los años setenta en Guatemala.

La creación de Naufus Ramírez-Figueroa, junto al poeta Wingston González, será expuesta en el MoMA, luego de que este museo adquiriera la pieza de forma permanente.

La obra, inspirada en el atentado que sufrió la compañía de teatro de la Universidad Popular durante el estreno de El corazón del espantapájaros, en la época del conflicto armado, es un homenaje al teatro como canal de resistencia política.

*** Con información de Agencia EFE