Como ya es tradición, cada Viernes Santo, la aldea Chivarreto, en San Francisco El Alto, Totonicapán, realiza sus tradicionales peleas a puño limpio en el gran ring rojo, en un evento en el que participan hombres y mujeres.

Según ancianos del lugar, la tradición se inició hace más de un siglo y tenía como objetivo cumplir una penitencia que era ofrecida a Jesús en su muerte, y con ella buscaban la redención de los pecados.

Las reglas del combate son claras:

ASÍ SE VIVEN LAS PELEAS

Niños quieren estar hasta el frente, a nivel del ring, para presenciar todas las peleas que realizan entre personas de distintas características, en el evento que dura gran parte del día.

En el evento de Chivarreto, se puede observar la presencia de curiosos personajes, como este «Spiderman» que en primera fila presenció los combates de Chivarreto.

A puño limpio es como se desarrollan estas peleas, y cada una termina hasta que uno de los contrincantes es noqueado o se acaba el tiempo del combate.

Incluso mujeres suelen subirse al ring para participar del evento de boxeo a puño limpio, para demostrar que son las mejores en una pelea.

El característico ring de color rojo es uno de los grandes distintivos de este evento que tiene más de un siglo, según personas del San Francisco El Alto, de celebrarse. En él, personas de todas partes del país se suben para pelear contra el rival que sea.

En las peleas no existe ninguna estipulación de peso o condición que iguale el combate, únicamente se establece que solo se permiten puñetazos, cual pelea de boxeo aunque sin guantes. Personas de cualquier peso se suben a batirse en duelo.

Sin ninguna otra protección más que las propias manos, las personas se suben para pelear, listas para todo lo que pueda pasar.