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Rusia intensifica sus ataques aéreos y Estados Unidos niega a Ucrania las defensas ya pactadas
Las fuerzas rusas lanzaron cerca de 500 drones y 20 misiles en respuesta a la operación Telaraña de Kiev.
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Rusia parece decidida a dejar a Ucrania sin las capacidades aéreas que le permiten mitigar los efectos de los ataques enemigos a larga distancia, mientras Kiev sigue sin recibir respuesta de EE. UU. a su oferta de comprar más sistemas para protegerse de los drones y misiles rusos, y ve con impotencia cómo la Casa Blanca le niega ayuda ya apalabrada.
En otro ataque masivo, que podría ser una respuesta a la operación Telaraña —en la que Kiev afirma haber dañado más de 40 aviones militares enemigos—, Rusia lanzó la noche del 8 de junio contra territorio ucraniano cerca de 500 drones y una veintena de misiles, entre ellos cuatro misiles hipersónicos Kinzhal que pudieron ser interceptados, según el parte de la Fuerza Aérea de Ucrania.
En una entrevista con el servicio nacional televisivo de noticias, el portavoz de este componente de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Yuri Ignat, explicó que el principal objetivo de este último ataque ruso fue un aeródromo militar ucraniano. Ignat celebró el alto porcentaje de interceptaciones, pero reconoció que el ataque ruso también alcanzó algunos de sus objetivos.
Según varias cuentas de X y Telegram que siguen la guerra, el aeródromo militar alcanzado sería la base de Dubno, en la región de Rivne, en el occidente de Ucrania. Según las autoridades de la región, Rivne ha sufrido el ataque más masivo de toda la guerra.
El pasado viernes, en el primer gran ataque contra Ucrania después de la ejecución de la operación Telaraña, Rusia dijo haber golpeado fábricas de armamento, arsenales de armas e infraestructuras relacionadas con las capacidades aéreas de Ucrania, como talleres de ensamblaje de drones y centros de instrucción de pilotos.
EE. UU. deja desprotegida a Ucrania
Además de sanciones para Rusia que obliguen al Kremlin a parar la guerra, el envío a Ucrania de nuevos sistemas de defensa antiaérea y de munición —como los lanzamisiles Patriot y sus correspondientes misiles— es una de las peticiones que el presidente Volodímir Zelenski formula a sus socios, y en especial a EE. UU., casi a diario.
Según dijo el propio Zelenski en su discurso vespertino a la nación del 7 de junio, Ucrania espera una respuesta de Estados Unidos a la propuesta de Kiev de comprar nuevas defensas aéreas a Washington, ante la negativa de la administración del presidente Donald Trump de enviar gratis más armamento a los ucranianos.
“Todavía esperamos una respuesta a la propuesta de comprar sistemas que puedan ayudar. (Esperamos) señales concretas, no solo palabras”, dijo Zelenski, que en una entrevista emitida este fin de semana por la cadena estadounidense ABC reveló otra decisión de Washington que confirma que Ucrania ha perdido al que era, antes de la llegada de Trump a la Casa Blanca, su principal aliado.
Según Zelenski en la entrevista, Estados Unidos acaba de enviar a las tropas que tiene desplegadas en Oriente Medio 20 mil misiles capaces de derribar los drones kamikaze iraníes Shahed, con los que Rusia ataca cada noche a Ucrania y que la anterior administración le había prometido a Kiev.
“Contábamos con este proyecto: 20 mil misiles, misiles anti-Shahed. No era algo caro, pero es una tecnología especial”, dijo Zelenski, quien aseguró que Ucrania buscará “todos los instrumentos” para seguir protegiéndose de los drones kamikaze adquiridos por Rusia a Irán.
Según advirtió recientemente Ignat, Rusia está incrementando la producción de drones, lo que le permite lanzar casi a diario ataques masivos no vistos hasta ahora.
Kiev también golpea a la aviación enemiga
Ucrania trata de cubrir sus carencias con los envíos que siguen llegando de Europa, en cuentagotas, y apuesta cada vez más por soluciones de producción propia financiadas ahora por países como Alemania.
Los ucranianos ya han logrado por sí mismos resultados impensables al comienzo de la guerra, y golpean con creciente frecuencia y precisión objetivos militares enemigos relacionados con las capacidades aéreas.
En uno de estos ataques, el Ejército ucraniano alcanzó una fábrica de antenas para Shaheds que también produce elementos necesarios para los sistemas de navegación de las bombas aéreas y de otros tipos de armamento ruso.
Kiev también afirma haber destruido la pasada madrugada dos aviones militares rusos que estaban aparcados en una base de la retaguardia.