Enfermedades psicosomáticas: cuando la falta de manejo de emociones y el sobrepensamiento enferman el cuerpo

Enfermedades psicosomáticas: cuando la falta de manejo de emociones y el sobrepensamiento enferman el cuerpo

La falta de manejo de las emociones provocadas por el estrés o la ansiedad puede producir manifestaciones físicas y afectar la salud.

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28/04/2025 10:00
Fuente: Prensa Libre 

Los gritos de ayuda de la mente pueden reflejarse en el cuerpo de una persona, sobre todo en momentos de estrés o ansiedad. La aparición de estos síntomas físicos se debe a una falta de atención psicológica y emocional, lo que genera las enfermedades psicosomáticas como mecanismo de alerta.

Los trastornos psicosomáticos pueden entenderse como pequeños avisos en forma de manifestaciones físicas que emite el cerebro ante problemas emocionales no resueltos.

La psicología explica que las enfermedades psicosomáticas aparecen ante una sobrecarga de estrés o ansiedad en el cuerpo, lo cual es provocado por un sobrepensamiento de un problema o la falta de expresión de una emoción vivida en una situación difícil.

Las personas con trastornos psicosomáticos tienden a desarrollar dolencias como gastritis, gripe, arritmias cardiacas o presión baja como resultado de su estado emocional. Es decir, canalizan físicamente su malestar emocional.

Desbalance entre el cuerpo y la mente

El trastorno psicosomático se puede definir como un desequilibrio entre el cuerpo y la mente. Es decir, la persona presenta una enfermedad física causada por un problema emocional, explica Mayra Velázquez, psicóloga forense y consejera clínica.

Las condiciones psicosomáticas tienen como principal factor la falta de atención psicológica del individuo, sumada a problemas de expresión emocional. Velázquez comenta que estos problemas psicológicos pueden generar una enfermedad en el cuerpo o exacerbar padecimientos existentes.

Por ejemplo, las condiciones psicosomáticas pueden causar problemas de salud como alergias, tics nerviosos, arritmias cardíacas episódicas o síndrome de colon irritable. Además, podrían agravar enfermedades como la gastritis nerviosa y derivar en úlceras gástricas.

La gastritis nerviosa tiene una raíz psicológica y es consecuencia de una sobrecarga de estrés y ansiedad. Por ello, requiere atención multidisciplinaria desde el enfoque médico y psicológico, detalla Velázquez.

La experta recomienda que el abordaje debe ser médico y psicológico, pues al no tratar una de estas áreas, los pacientes podrían no presentar progresos. Es decir, la medicina podría no tener el efecto deseado si no se trata lo psicológico, o viceversa.

El cuerpo como un mapa emocional

Las enfermedades psicosomáticas se generan porque la mente (emociones) está directamente conectada con el estado físico (salud) de las personas, aclara Estuardo Rojas, médico internista. Por ello, la alteración de una de estas dos áreas repercute en la otra.

Procesos psicológicos como la depresión, la ansiedad o una sobrecarga de estrés pueden provocar reacciones específicas en el cuerpo.

Rojas explica que el cuerpo funciona como un mapa de las emociones y del estado psicológico. Cuando una persona tiene un problema o preocupación, suele reflejarlo en dolores de cabeza. Del mismo modo, cuando alguien se enoja, tiende a padecer tics nerviosos o dolores abdominales, debido a la necesidad del cuerpo de expresar su malestar.

El médico comenta que las enfermedades psicosomáticas se producen por dos factores específicos: el genético y las vivencias del individuo en su entorno laboral, social y familiar.

“Hay personas que llegan a tener cuadros de ansiedad o ataques de pánico (…) La genética y el entorno en el que han crecido los han hecho vulnerables, en algunos casos, a tener una mayor probabilidad de padecerlos y presentar los síntomas a simple vista”, agrega Rojas.

Su raíz es la ansiedad

Las enfermedades psicosomáticas se originan a partir de la ansiedad y de los efectos que tiene el sobrepensamiento en el individuo, explica Ximena Molina, psicóloga clínica.

La experta detalla que la ansiedad es una emoción que debe alertar a una persona cuando está en peligro, y que esta debe presentarse de manera momentánea. Sin embargo, algunas personas tienden a mantener sus problemas en la mente, lo que genera estrés mental y, en consecuencia, una reacción física que se manifiesta en forma de enfermedad.

Molina comenta que, desde el punto de vista psicológico, las enfermedades psicosomáticas pueden traducirse como un cúmulo de emociones no expresadas o de decisiones no tomadas. Esto paraliza a la persona y hace que su cuerpo busque otras formas de canalizar las emociones, lo que se traduce en una enfermedad física.

La experta aconseja abordar estos casos desde la terapia y la medicina, ya que los fármacos y el control médico se concentran en tratar la enfermedad, mientras que la terapia psicológica ayuda a abordar las causas, a enfrentar los detonantes y a manejar los problemas actuales.

Síntomas o enfermedades psicosomáticas

Existen ciertos síntomas y enfermedades relacionados con los trastornos psicofisiológicos que podrían emitir una alerta ante una sobrecarga de estrés y ansiedad, comentan Rojas y Molina.

Rojas señala que una de las evidencias más claras de las enfermedades psicosomáticas es cuando una persona mantiene una enfermedad por periodos prolongados, cuando los fármacos no logran aliviar sus dolencias o cuando los síntomas desaparecen tras un alivio emocional.

Ximena Molina recalca que el cuerpo envía mensajes sobre la salud mental y que síntomas como dolores de cabeza constantes y sin explicación clínica pueden ser generados por la ansiedad de pensar demasiado en una acción o decisión.

La alergia o las enfermedades de la piel se relacionan en el ámbito de la psicología con el rechazo de una decisión que afecta al individuo y con la ansiedad de afrontar algo no deseado.

“Nuestro primer órgano de choque contra el mundo es la piel, entonces es fácil entender por qué mi escudo, que es la piel, reacciona ante algo que no me gusta”, agrega Molina.

Los enojos reprimidos, según Molina, pueden provocar colon irritable, gastritis nerviosa, úlceras gástricas o dolores de estómago, debido a que las personas reprimen esos sentimientos y los canalizan en el área abdominal.