Huehuetenango es uno de los departamentos que reporta intensa actividad de grupos del narcotráfico. En la zona opera el cártel de Los Huistas que se dedica al trasiego de ilícitos a gran escala y que ha tenido como cabecillas a Aler Baldomero Samayoa Recinos, alias “el Chicharra”, y Eugenio Darío Molina López, alias “el Botas”.

En ese mismo departamento han operado otros grupos de grupos con menor poder de fuerza armada y que trasiegan volúmenes menores de droga por la vía terrestre, como lo fue en su momento Mauro López de León, alias Lupillo; Eduardo Villatoro Cano y Baldemar Calderón Carrillo, alias “Tío Balde”, lleva más de una década activo, según el conocimiento de las autoridades antinarcóticas.

En la dinámica del comercio ilícito de cocaína en la frontera, grupos como el de Calderón, se aliaron con organizaciones criminales mexicanas para hacer frente a grupos más fuertes, como Los Huistas.

Los Huistas habrían comenzado a cobrar “un impuesto” a la banda de “Tío Balde” por el paso de cargamentos en ciertas áreas de Huehuetenango y traficar drogas hacia México, aseguró un exfiscal de narcoactividad del Ministerio Público (MP).

En la búsqueda de respaldo el grupo de “Tío Balde” buscó apoyos con grupos mexicanos y así surgió el cartel Chiapas-Guatemala, asegura un exfiscal y autoridades guatemaltecas.

El exfiscal analiza que México tiene el papel más relevante en el negocio ilegal del tráfico de drogas. Los productores, en el sur, dependen de alguien que les compre su mercancía, y es ahí donde entra México, en la consolidación de cargamentos y traslado hacia el norte, detalla.

“La organización de Calderón Carrillo decidió aliarse con los mexicanos para tener ese respaldo, protección y más poder”, explicó.

Nexos de peso

La estructura criminal con la que se unieron los traficantes locales tiene vínculos con el cartel Jalisco Nueva Generación y su cabecilla Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, para llevar droga hasta Estados Unidos, según autoridades mexicanas.

A Tío Balde se le vincula con al menos dos hechos ilícitos como la masacre en Salcajá, Quetzaltenango, en 2013. De acuerdo con los investigadores antinarcóticos, “Tío Balde” tenía dos órdenes de aprehensión por los delitos de asociación ilícita y asesinato, en hechos distintos. Además, las agencias antinarcóticas estadounidenses lo buscaban por traficar droga hacia ese país.

“Hubo varios operativos para capturar a Calderón, pero la población lo apoyaba e impedía el paso de la Policía Nacional Civil (PNC) y del MP en la única ruta de acceso que llevaba hasta su casa”, recordó.

El exfiscal explicó que, en una ocasión, estuvieron cerca, a cinco minutos de detenerlo en Huehuetenango, pero logró huir.

¿Dónde opera el cartel Chiapas-Guatemala?

El exfiscal comentó que el cartel Chiapas-Guatemala opera en La Democracia, Huehuetenango, y parte de la Bocacosta; mientras que Los Huistas tienen el control de La Mesilla, Huehuetenango, y la Franja Transversal del Norte.

En cuanto a las afirmaciones de que Calderón es financista del Cartel Chiapas y Guatemala, el exfiscal considera que “era un cabecilla con poder local, pero no tenía el control, capacidad operativa ni la cantidad de personas que lo respaldaban, como los líderes del cartel de Los Huistas”.

Las pesquisas en seguimiento a las operaciones de Calderón demostraron que tenía la capacidad de traficar entre 75 y 125 paquetes de cocaína hacia México, por vía terrestre.

En seguimiento a un caso relacionado con Guayo Cano, las autoridades detectaron que la estructura le había comprado 20 kilos de cocaína a una estructura de Zacapa.

Sin embargo, una acusación que Estados Unidos presentó en una corte del Distrito Sur, del pasado 31 de mayo, relaciona a uno de los hijos de “Tío Balde”, Edgar Calderón-Calderón con el trasiego de 550 kilos de cocaína hacía Estados Unidos, partiendo desde La Mesilla, en La Democracia, Huehuetenango.

La muerte de “Tío Balde” y su hijo “el Teniente”

El domingo 8 de junio se registró un enfrentamiento armado entre integrantes de la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal (FRIP), de Chiapas, México, y presuntos miembros de una organización delictiva dedicada al narcotráfico. El hecho comenzó en territorio mexicano, en Frontera Comalapa, Chiapas, y finalizó en la aldea La Mesilla, La Democracia, Huehuetenango.

El saldo del enfrentamiento entre los efectivos policiales chiapanecos y los presuntos delincuentes fue de cuatro hombres abatidos; cuatro camionetas, tres de ellas blindadas; tres fusiles AK-47; un fusil AR-15 con lanzagranadas; dos armas cortas; 17 cargadores y dos chalecos balísticos.

Según medios mexicanos, entre los fallecidos está Baldemar Calderón Carrillo, alias “Tío Balde”.

La Fiscalía General del Estado de Chiapas confirmó a medios de ese país que Calderón Carrillo y su hijo, alias “el Teniente”, fueron abatidos en el enfrentamiento.

Los reportes también señalan que dentro del círculo de seguridad de “Tío Balde” había al menos 12 exintegrantes de las fuerzas especiales Kaibil de Guatemala.

El exfiscal explicó que los narcotraficantes reclutan a miembros del Ejército y de la PNC para proteger sus cargamentos.

“Les dan dinero, los apoyan con repuestos para las patrullas, les dan comida y les organizan fiestas privadas. Todo esto, por el abandono institucional hacia su personal”, explicó.