¿Cómo afecta la incautación de buques petroleros a la economía de Venezuela?

¿Cómo afecta la incautación de buques petroleros a la economía de Venezuela?

La incautación por parte de Estados Unidos de un buque petrolero frente a las costas de Venezuela puso de manifiesto un factor crucial en el enfrentamiento entre Caracas y Washington: el petróleo sigue siendo el sustento de la frágil economía venezolana.

Enlace generado

Resumen Automático

13/12/2025 00:05
Fuente: Prensa Libre 

Venezuela depende del petróleo y de los productos relacionados con el petróleo para casi todos sus ingresos de exportación. Las autoridades utilizan las divisas de la industria petrolera para mantener en funcionamiento el Gobierno, darle mantenimiento a los sistemas de armamento e importar artículos de primera necesidad, como alimentos. La incautación de más buques petroleros restringiría esta fuente de ingresos, según los economistas. Cada cargamento interceptado equivale a una pérdida de recursos, y Venezuela podría verse obligada a vender su petróleo con un fuerte descuento a quienes aún estén dispuestos a arriesgarse a tratar con el país.

Venezuela presume de reservas de minerales de tierras raras, vastas extensiones de tierra cultivable y relucientes playas caribeñas, que podrían atraer a turistas extranjeros. Pero el petróleo sigue siendo el motor de la economía, como lo ha sido durante gran parte del siglo pasado. El país padece lo que los economistas denominan “enfermedad holandesa”, en la que un gobierno desarrolla una malsana dependencia de las exportaciones de recursos naturales en detrimento de otros sectores. El concepto, aplicado a los Países Bajos cuando se encontraron yacimientos de gas natural en el mar del Norte, implica una apreciación de la moneda por las exportaciones de recursos naturales, que provoca que otras exportaciones sean menos competitivas.

El petróleo representa actualmente alrededor del 88 por ciento de los US$24 mil millones de ingresos por exportaciones de Venezuela, y cada buque petrolero incautado socavaría los ingresos necesarios para importar alimentos y medicinas. Los productos relacionados con la producción de petróleo, como los petroquímicos, representan gran parte del resto. “Una política continuada de incautaciones provocaría un pronunciado descenso de la capacidad de importación de Venezuela, lo que sumiría al país en una nueva recesión”, dijo Francisco Rodríguez, economista venezolano de la Universidad de Denver.

Para empeorar las cosas, la producción de petróleo de Venezuela ha disminuido debido a la mala gestión, la corrupción y las sanciones estadounidenses. Los precios del petróleo también han caído desde los altísimos niveles que impulsaron la revolución de inspiración socialista del difunto Hugo Chávez, predecesor del actual presidente, Nicolás Maduro. En una fecha tan reciente como el 2012, Venezuela obtenía unos US$120 mil millones al año de las exportaciones de petróleo, frente al nivel actual de unos US$21 mil millones, dijo Rodríguez. Durante este período, la economía de Venezuela sufrió “el mayor colapso económico en casi medio siglo de un país que no está en conflicto”, según el Fondo Monetario Internacional.

¿Quién compra el petróleo de Venezuela?

Venezuela aún posee más petróleo que Arabia Saudita, Rusia o Estados Unidos, aproximadamente el 17 por ciento de las reservas mundiales conocidas, según Oil & Gas Journal, una publicación del sector. Pero las disputas con las compañías petroleras internacionales, así como los retos que plantea la extracción del petróleo del país, que es similar al alquitrán, han puesto a prueba la capacidad de Venezuela para obtener mayores réditos de sus reservas aumentando la producción. Históricamente, Estados Unidos ha sido el mayor comprador de crudo de Venezuela. Esta relación se basaba en la geografía, las afinidades políticas y las necesidades específicas de las refinerías estadounidenses.

Ahora, China adquiere alrededor del 80 por ciento de las exportaciones de petróleo de Venezuela. Los compradores suelen ser las llamadas “refinerías de tetera” de China, conocidas por su tamaño compacto y su capacidad para procesar el crudo con grandes descuentos. Pero para que el petróleo venezolano llegue de hecho a China, los cargamentos suelen pasar por una red opaca para evitar las sanciones, en la que intervienen comerciantes, intermediarios y buques petroleros. Se cree que el Skipper, el buque incautado por Estados Unidos el miércoles, se dedicaba a ese tipo de comercio. Transportaba petróleo de la empresa estatal Petróleos de Venezuela y enarbolaba falsamente la bandera de Guyana, dijo la autoridad marítima de ese país. El destino final del barco era Asia.

A pesar de las tensiones entre el gobierno de Trump y Venezuela, Estados Unidos sigue siendo otro comprador importante de petróleo venezolano, que a menudo se transporta a refinerías de Texas, Luisiana y Misisipi. Otro destino clave del petróleo venezolano es Cuba, donde los dirigentes comunistas han dependido durante años de estas importaciones para evitar cortes de electricidad y suministrar combustible a la destartalada flota de automóviles de la nación insular. Pero no está claro cuántas divisas obtiene Venezuela de este acuerdo, si es que las recibe. A menudo, el petróleo se ha puesto a disposición de Cuba a cambio de “servicios”, como el de los médicos cubanos que han reforzado el sistema de salud de Venezuela.

El factor Chevron

Chevron, el gigante petrolero estadounidense e icono capitalista, goza de una posición inusual en Venezuela, que está dirigida por autodenominados socialistas. Las operaciones de Chevron constituyen casi una cuarta parte de la producción de petróleo de Venezuela. La empresa también ha sabido cómo trabajar tanto con el gobierno de Venezuela como con el de Trump, el cual renovó la licencia de Chevron para operar en Venezuela. El origen de Chevron como pilar de la economía venezolana se remonta a una apuesta que hizo hace dos décadas para quedarse en Venezuela cuando las autoridades empezaron a nacionalizar los activos petrolíferos de propiedad extranjera. Rivales como Exxon Mobil y ConocoPhillips optaron entonces por irse de Venezuela.

. Aunque el gobierno de Trump ha intensificado su campaña de presión militar contra los dirigentes venezolanos, los buques de guerra estadounidenses han permitido que los buques que transportan petróleo de las operaciones de Chevron lleguen a Estados Unidos. Ese comercio ayudó a impulsar las exportaciones de petróleo de Venezuela, que aumentaron a 920 mil barriles diarios en noviembre, un incremento del 3 por ciento respecto del mes anterior.

Noticias relacionadas

Comentarios