Autosabotaje financiero: por qué muchas personas no saben manejar su dinero, según la psicología

Autosabotaje financiero: por qué muchas personas no saben manejar su dinero, según la psicología

Existen hábitos inconscientes que impiden que las personas alcancen estabilidad y bienestar económico. El autosabotaje financiero surge de conductas aprendidas y de carencias de la infancia.

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06/08/2025 15:02
Fuente: Prensa Libre 

En la sociedad, el dinero es más que un recurso: es un símbolo emocional que puede representar control, poder o libertad. Esta carga simbólica provoca que muchas personas desarrollen una relación conflictiva con sus finanzas.

Psicólogos señalan que factores como las creencias limitantes sobre los recursos, los patrones aprendidos y los miedos se reflejan en hábitos de gasto que impiden alcanzar el bienestar económico.

Ximena Fuentes, psicóloga clínica, explica que, desde la perspectiva psicológica, el autosabotaje financiero surge de conductas inconscientes que limitan a la persona, incluso cuando tiene los recursos y capacidades para lograr estabilidad económica. Estas acciones nacen de creencias limitantes, patrones aprendidos y necesidades emocionales no resueltas, que se manifiestan en la forma en que se maneja el dinero.

Por su parte, Daniella Feterman, psicóloga, define el autosabotaje financiero como el conjunto de conductas que llevan a gastar lo que se gana —o incluso más—, evitar revisar las finanzas personales o endeudarse sin necesidad. La especialista aclara que estas conductas no reflejan falta de inteligencia o de educación financiera, sino patrones emocionales no trabajados.

Aunque estas personas parecen incapaces de organizar sus ingresos o equilibrar egresos e ingresos, Luisa Ruano, también psicóloga clínica, indica que el problema radica en las creencias que rodean al dinero: lo que significa para cada individuo y lo que aprendió sobre su manejo.

Como ejemplo, Ruano explica que, si alguien creció en una familia con pocos recursos y sin posibilidad de gastar en gustos personales, cuando logra un ingreso estable puede usar el dinero para “satisfacer a su niño interno”, gastando de manera compensatoria.

Desde una perspectiva más amplia, Fuentes identifica varias razones psicológicas que pueden explicar el autosabotaje financiero:

  • Creencias limitantes: Frases como “el dinero es sucio”, “no merezco tener más” o “los ricos son malos”, inculcadas en la infancia, pueden generar culpa al tener dinero.
  • Miedo al éxito o al fracaso: Algunas personas temen que, si les va bien, perderán relaciones o serán rechazadas. Otras temen fracasar y sabotean sus finanzas para no intentarlo.
  • Baja autoestima o sensación de no merecimiento: Quien no se valora difícilmente se permite experimentar abundancia económica.
  • Desconexión emocional o falta de educación financiera: Quien nunca aprendió a relacionarse con el dinero de forma sana tiende a usarlo de manera impulsiva o a evitar enfrentar su realidad financiera.

“El manejo del dinero no es solo cuestión de matemáticas, sino también de procesos emocionales”, subraya Feterman. Según la especialista, la raíz más fuerte del autosabotaje financiero son las creencias limitantes adquiridas en la infancia, que de adultos se transforman en culpa, miedo o vergüenza al relacionarse con el dinero.

Esa sensación de que “algo siempre falta” y la idea de que “no se puede tener todo” terminan afectando las finanzas personales, especialmente cuando no se trabaja el trasfondo emocional.

Autoestima vs. manejo del dinero

Feterman destaca que, aunque muchas personas creen que las emociones no influyen en la forma de manejar el dinero, en realidad sí existe una relación directa. La manera en que se recibe afecto y la percepción de uno mismo impactan en cómo se administra el dinero.

“Si te cuesta poner límites, si te sentís culpable al invertir en vos mismo o si dudás constantemente de tus decisiones, es probable que esa misma inseguridad se refleje en tu economía y en tus decisiones financieras”, explica la especialista.

El estrés y la ansiedad pueden llevar a malas decisiones

Las expertas coinciden en que existe una conexión clara entre las emociones y los hábitos de gasto. Ruano explica que el estrés y la ansiedad son emociones comunes y altamente incómodas. Gastar impulsivamente genera una gratificación inmediata que alivia temporalmente estas sensaciones, pero a largo plazo incrementa los síntomas.

Feterman añade que, cuando una persona está bajo estrés o ansiedad, el cerebro entra en estado de alerta y prioriza la supervivencia por encima de la reflexión. Esto puede llevar a actuar por impulso, buscar gratificaciones rápidas —como compras innecesarias— o evitar enfrentar situaciones como deudas o presupuestos.

Señales del autosabotaje financiero

Las tres expertas coinciden en que existen diversas señales que muestran cuando una persona tiene un pendiente emocional que intenta compensar con el derroche de dinero:

  • Gastar impulsivamente para sentirse mejor emocionalmente.
  • Evitar revisar cuentas o deudas (huida financiera).
  • Endeudarse sin necesidad o pagar tarde de manera deliberada.
  • Prestar dinero sin límites o sin que se lo pidan, buscando aceptación o afecto.
  • No ahorrar nunca, incluso con ingresos estables.
  • Renunciar a oportunidades que mejorarían la situación económica.
  • Sentir ansiedad o culpa al recibir dinero o al gastarlo en uno mismo.
  • Mantenerse en trabajos mal remunerados por miedo al cambio o al crecimiento.

Estrategias para romper el círculo

Según Feterman, romper el ciclo del autosabotaje financiero comienza con autocompasión: no se trata de juzgarse, sino de comprenderse. A partir de allí, es importante identificar las creencias limitantes y la relación emocional con el dinero.

Herramientas como la escritura reflexiva (journaling), la terapia y la meditación ayudan a conectar con lo que hay detrás de los hábitos financieros. Establecer metas pequeñas, celebrar avances y rodearse de personas o contenidos que inspiren una relación más sana con el dinero es clave para avanzar.

Ruano recomienda la terapia como un recurso eficaz para identificar la raíz de las creencias sobre el dinero y transformarlas. Este acompañamiento permite cambiar hábitos, reorganizar las finanzas y trabajar en la autopercepción, lo que facilita alcanzar objetivos personales.

Fuentes, por su parte, sugiere seis pasos para iniciar el cambio financiero y emocional:

  1. Tomar conciencia: Identificar creencias y emociones asociadas al dinero. Preguntarse qué frases se escucharon de niño sobre el dinero y qué se siente al ahorrar o gastar.
  2. Registrar comportamientos: Llevar un diario emocional y financiero para detectar patrones inconscientes.
  3. Psicoeducarse: Aprender sobre finanzas personales, integrando la perspectiva emocional y psicológica.
  4. Terapia individual o grupal: Ideal si el problema es recurrente o profundo, para trabajar autoestima, merecimiento y ansiedad.
  5. Practicar el autocuidado financiero: Ahorrar, planificar, gastar conscientemente e invertir, no como obligación, sino como un acto de amor propio.
  6. Redefinir el significado del dinero: Dejar de verlo como un enemigo o amenaza y convertirlo en una herramienta de bienestar y coherencia con los propios valores.