“Tengo miedo de que me pase algo como a los demás”: habla Darío Morales, implicado en el caso Gerardi

“Tengo miedo de que me pase algo como a los demás”: habla Darío Morales, implicado en el caso Gerardi

Darío Morales García, sindicado por la muerte de Monseñor Juan Gerardi, habló sobre su vida y el día del asesinato del obispo.

Enlace generado

Resumen Automático

30/04/2025 00:03
Fuente: Prensa Libre 

El exintegrante del Estado Mayor Presidencial (EMP), Darío Morales García, acudió a una sala de audiencias para escuchar los cargos en su contra por la muerte del Obispo Juan Gerardi, en abril de 1998. El Ministerio Público (MP) le imputó los delitos de ejecución extrajudicial en grado de complicidad y falso testimonio.

Morales declaró a Prensa Libre, mientras se encontraba en las carceletas de la Torre de Tribunales, que la madrugada del 27 de abril de 1998, llegó a la escena del crimen contra Gerardi, por orden de uno de sus jefes.

El sindicado, que fue sargento mayor del Estado Mayor Presidencial (EMP), aseguró que durante el proceso penal declarará para esclarecer los hechos.

El MP indicó, durante la audiencia, que cinco testigos afirmaron haber visto a Morales García tomando fotografías en la escena del crimen.

“Usted fue visto en el interior de la casa parroquial de la iglesia católica San Sebastián, tomando fotografías y haciéndose pasar por miembro de la Policía Nacional Civil”, imputó el MP.

La tesis del ente investigador detalla que Morales actuó y colaboró de forma consciente y voluntaria en la comisión del delito en el que murió el obispo Juan José Gerardi Conedera.

“–Morales– alterando la escena del crimen, ocultando evidencia y ocultando información rendida ante un tribunal, con el fin de que los demás responsables o autores materiales del hecho evadieran su responsabilidad penal”, señaló la fiscalía.

Monseñor Gerardi fue asesinado a golpes en la cabeza el 26 de abril de 1998, a eso de las 22.30 horas. Según Morales García, cuando ocurrió el hecho, él se encontraba durmiendo en Casa Presidencial.

Agregó que, cerca de la medianoche, su jefe y oficial del EMP, Julio Manuel Meléndez Crispín, lo despertó y le ordenó que tomara una cámara para ir a fotografiar la escena del crimen donde había muerto el religioso.

“Cuando fui a la escena del crimen, ya estaba… Nosotros solo fuimos a ver. El oficial –Julio– Meléndez Crispín fue quien me llegó a despertar. Yo estaba de turno en Casa Presidencial”, argumentó.

Comentó que su función no era tomar fotografías, pero tuvo que obedecer la orden.

“Yo llevaba la orden de Meléndez Crispín y, cuando llegamos, un señor ya estaba dentro de esa casa. No sé quién era y tampoco le pregunté si tenía su identificación, porque ese hombre nos sacó –de la escena–”, mencionó.

Meléndez Crispín, junto a otros exjefes del EMP, fue favorecido en octubre de 2002 por la Sala Cuarta de Apelaciones, al cesar la investigación en su contra por la muerte de Monseñor Gerardi.

Meléndez fue nombrado coronel de Infantería del Ministerio de la Defensa y en 2022 era el jefe del Servicio de Músicas Militares.

Morales García teme por su vida al ser enviado a prisión

Mientras se frotaba las manos y observaba a otros 20 detenidos en las carceletas de la Torre de Tribunales, Morales expresó que tiene miedo, pero declarará la verdad durante el proceso penal.

“Tengo miedo de que me pase algo así como les pasó a los demás, que hoy están fallecidos por el mismo hecho”, expresó Morales.

Por la muerte de Monseñor Gerardi fueron condenados el capitán Byron Lima, un oficial de inteligencia capacitado en la escuela de Fuerzas Especiales Kaibil; su padre, el coronel Byron Disrael Lima Estrada; el especialista del Ejército, José Obdulio Villanueva y el sacerdote Mario Orantes Nájera.

Byron Lima y Obdulio Villanueva fueron asesinados en prisión durante motines. Villanueva fue decapitado el 12 de febrero de 2003 en el Preventivo para Hombres de la zona 18, y Lima fue asesinado en la Granja de Rehabilitación Penal Pavón el 28 de junio de 2016.

Darío Morales durante su servicio en el EMP

Morales dijo que trabajó para el Estado de Guatemala durante 20 años, de los cuales 16 los prestó en el EMP, donde tuvo varias funciones.

“Era seguridad y tenía varias funciones; a veces era asistente, chofer y fotógrafo. Había que obedecer lo que a uno le indicaban”, afirmó.

Agregó que laboró en el EMP hasta 2003, cuando fue disuelto por el entonces presidente Alfonso Portillo.

“Nos quedamos sin trabajo como 50 personas, pero yo creo que era porque ya no nos querían trabajando para la Presidencia”, argumentó.

La vida de Morales García en Estados Unidos

Morales señaló que a finales de 2003 decidió mudarse a Estados Unidos para poder trabajar y pagar los estudios y alimentación de sus cinco hijos.

“Tenía visa. Llegué a California, EE. UU., donde trabajé en el área de construcción, jardinería y en restaurantes”, expuso.

“Yo venía con mi hijo de un hospital el 19 de abril de 2022, cuando un policía me hizo el alto. Yo era un indocumentado y me remitieron con migración. Me querían deportar, pero luché para quedarme con mi esposa y mi hijo”, reconoció.

Mientras estaba en un centro de detención, Morales se enteró que tenía una orden de captura vigente en Guatemala pero no supo los detalles del caso con el que se le vinculaba.

Luego de que Donald Trump asumiera la presidencia y aplicara nuevas políticas migratorias, su caso no avanzó y recibió una orden de deportación.

“Cuando vine a Guatemala me dijeron que estaba detenido. No sabía el motivo”, dijo Morales.