Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la enfermedad de Parkinson es una afección cerebral que causa trastornos del movimiento, mentales y del sueño, dolor y otros problemas de salud.

Una de sus características es que empeora con el tiempo. Aunque no hay una cura, existen tratamientos y medicamentos que pueden ayudar a reducir los síntomas.

Algunos síntomas comunes son los temblores, las contracciones musculares dolorosas y la dificultad para hablar.

Christian Ruiz Murillo, médico geriatra, explica que hoy en día “no es posible prevenir la enfermedad de Parkinson, principalmente porque no se conoce, a ciencia cierta lo que la provoca”. Hasta ahora solo existen hipótesis de que podrían mediar factores genéticos o ambientales.

Existen algunos hábitos que hacen a una persona mucho más vulnerable a padecer esta enfermedad. Según el especialista se trata de factores predisponentes. Entre ellos podemos mencionar:

• La edad, ya que a mayor edad mayor riesgo
• Antecedentes familiares
• Alteraciones genéticas
• Exposición ambiental
• Enfermedades como: obesidad, diabetes, dislipemia, hipertensión arterial, síndrome metabólico
• Niveles bajos de vitamina D

¿Cómo prevenir?

Es importante recalcar que no existe una forma o fórmula para poder prevenir esta enfermedad.

“La explicación de esto es que, al ser una enfermedad neurodegenerativa, se sospecha de ella ya una vez iniciados los síntomas, lo que significa que ya existe un daño a nivel cerebral en la producción de un neurotransmisor llamado dopamina”, explica Ruiz.

No obstante, según el especialista en términos generales existen algunas señales que podemos detectar para advertir la aparición de esta enfermedad lo antes posible. Estos son:

1. Aparición de temblores: La mayoría de las personas asocia la enfermedad de Parkinson son temblores, especialmente en brazos y manos, explica Ruiz. No obstante, es importante aclarar que no todo temblor está asociado a esa enfermedad.
2. Rigidez: Se trata de una rigidez que afecta gran parte de la musculatura corporal. Se manifiesta con una tensión constante en los músculos, incluso al estar en reposo. Esta rigidez puede afectar a cualquier parte del cuerpo, incluyendo brazos, piernas y tronco.
3. Temblores al estar en reposo: Una de las señales es el temblor involuntario en zonas afectadas cuando la persona está en reposo. Aunque es una señal común de la enfermedad de Parkinson, pero también puede estar presente en otros trastornos neurológicos.
4. Acinesia: Se refiere a tener dificultades serias para iniciar algún movimiento voluntario. Eso se debe a la pérdida de neuronas que producen dopamina, un neurotransmisor crucial par ala coordinación del movimiento.
5. Disfagia: Se refiere a la dificultad para tragar alimentos, líquidos o saliva. Es uno de los síntomas más comunes de esta enfermedad y se debe a que afecta a los músculos, reflejos y sensación en la garganta.

Recomendaciones para reducir el riesgo

Según Ruiz, la principal recomendación para aquellas personas que temen padecer esta enfermedad y buscan reducir el riesgo es trabajar en los factores que son modificables y que pueden ayudar a tener una mejor condición física y mental.

Entre estos destacan:

• Tener una alimentación sana
• Realizar ejercicio físico para el fortalecimiento de la masa muscular
• En caso de ya padecer alguna enfermedad como presión alta, diabetes, dislipidemia, entre otras, se recomienda que éstas se encuentran controladas o compensadas
• Mejorar las condiciones de calidad en el sueño y el descanso
• Ante cualquier duda consultar con su médico de confianza