En el análisis de ALas845 conversamos sobre, seguridad, Estado y gobernabilidad en Guatemala.

Los invitados en el espacio fueron Walter Menchú y Francisco Quezada, investigadores del CIEN; y Enrique Degenhart, investigador del Observatorio de Seguridad, Justicia y Desarrollo de Guatemala y exministro de Gobernación.

Tendencia de homicidios “difícil de bajar”

Sobre estudios que ha presentado el CIEN recientemente sobre el tema, Quezada indicó que todos los meses se analizan 9 delitos; 4 contra las personas y los demás, los delitos que se cometen contra el patrimonio.

“El homicidio este año lo hemos medido de mes a mes, la diferencia, pero además un análisis anual y sacar una tasa. De mes a mes es por la tendencia, pero algunos tienen menos días y la época cambia. Este año se va presentando que desde enero, termina el descenso y empieza una tendencia al alza. La tasa va subiendo, los 4 primeros meses que analizamos. Estamos a finales de abril y hay una tasa de 17 asesinatos por cada 10 mil habitantes, y en 2024 estaba en 16”, dijo. Quezada añadió que en el caso de los homicidios, las cifras son muy “exactas”.

Menchú, por su lado, explicó que en la Ciudad de Guatemala, se incrementó un 26 % los homicidios comparado con 2024.

“En febrero fue el aumento de casi el 60 %. Es casi 100 homicidios de diferencia entre ambos meses. Esa diferencia del 26 % es 215 homicidios, y el 90 % se dieron en el departamento de Guatemala. Los municipios que más concentran, son Villa Nueva, Mixco, Guatemala y este año están aumentando”, señaló.

El experto agregó que esta tasa subirá más del 40 % por cada 100 mil habitantes, para el área metropolitana.

“Al final mucho de lo que pasa en el departamento de Guatemala se ve reflejado en el país. A nivel municipal, fueron 14 municipios del departamento de Guatemala donde se concentraba la mitad de los homicidios. Pero ahora bajó a 10, por lo que hay mayor concentración”, resaltó.

Degenhart aseguró que durante la pandemia “hubo un punto de inflexión con tendencia a la baja”.

“En 2020 bajó dramáticamente por la pandemia y los números cambiaron. Hay que reconocer del 2020 a la fecha, que la tendencia cambió. No es echarle la culpa a ninguna administración, pero cambiar esa tendencia que vemos es sumamente complicada. Si se ve que año con año sube la tendencia, con dos administraciones políticas diferentes, denota que hay una falta de control. No le hecho la culpa a ninguno, pero esa es la realidad”, resaltó.

El exministro dijo que se requiere un “cambio de estrategia” y usar la información para cambiar la forma como se opera.

“Si sabemos que el 20 % de los homicidios se cometen en el municipio, la pregunta es si sabemos eso, si se sabe donde se cometen, sabemos los horarios, lo que se debe hacer es mejorar la coordinación con la prevención y la corrección. Es un tema de sentido común”, enfatizó.

El sistema carcelario, el eslabón “más débil”

Quezada, sobre el sistema carcelario, mencionó que se trata de una “deuda” de muchas administraciones.

“Políticamente no es vendible porque los guatemaltecos no están de acuerdo que se gaste en esto. Debió ir creciendo con la población reclusa. Las autoridades no han podido planificar. Hay mucha resistencia en las localidades para que se instale una nueva cárcel. Es un tema multi causal, además de la rotación tan grande de los directores del sistema. Sigue siendo una escuela de delincuencia y es una tierra de nadie”, indicó.

Degenhart señaló que la inseguridad “es un tema de los guatemaltecos” y se debe estar claros con una “hoja de ruta”.

Guatemaltecos denuncian poco las extorsiones

Menchú añadió que a nivel nacional hay 69 denuncias al día pero cuando se realizó una encuesta de victimización, solo el 35 % es sobre extorsiones.

“En ese delito hay muerte y amenaza de por medio y por eso la población no denuncia”, indicó.

Consultado para controlar el crimen desde las prisiones, Degenhart explicó que desde allí se “construye el terrorismo urbano”.

“Los índices crecen porque si la gente no siente miedo y temor no paga la extorsión. Hay que hacer una reestructuración del formado administrativo de los empleados del sistema penitenciario, además de estructura física para dividir a las personas de acuerdo a los delitos y que no estén revueltos”, señaló.

Quezada señaló que en el tema de las cárceles se debe ser práctico, por lo que “lo que se pueda privatizar, que se privatice”.

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