El Grupo Fugitivo, agrupación musical originaria de Reynosa, Tamaulipas, que desapareció el 25 de mayo pasado, había desarrollado un repertorio que combinaba corridos, baladas, norteño romántico y cumbia, y se destacaba por interpretar tanto composiciones propias como versiones de reconocidos artistas del regional mexicano.

La banda, conformada por Francisco Xavier Vázquez Osorio (vocalista, 20 años), Nemesio Antonio Durán Rodríguez (tuba, 40), Livan Edyberto Solís de la Rosa (representante, 27), Víctor Manuel Garza Cervantes (requinto, 21) y José Francisco Morales Martínez (requinto, 23), había construido una propuesta musical que abarcaba desde baladas emotivas hasta corridos con referencias al crimen organizado.

Entre sus interpretaciones más populares, según el medio Infobae, se encontraban versiones de figuras consolidadas como Peso Pluma, Luis R. Conriquez, Natanael Cano y Vicente Fernández, así como adaptaciones de baladas como Corazón partío, de Alejandro Sanz, que superó los cinco millones de reproducciones en plataformas digitales.

El repertorio del Grupo Fugitivo incluía también piezas originales como Te amo y Mi mayor anhelo. Su catálogo abarcaba además versiones de clásicos como El dueño del palenque, de Los Alegres del Barranco, y Cruzando el puente, de Los Cadetes de Linares.

Una de sus últimas publicaciones en redes sociales mostró a los integrantes ensayando Yo vengo de la nada, una composición de Juan Freer y Miguel Cornejo que pertenece al subgénero del corrido y contiene versos sobre esfuerzo personal y logro de objetivos.

Las referencias al Cártel de Sinaloa

Dentro de su catálogo, el Grupo Fugitivo interpretaba composiciones que hacían referencia directa al crimen organizado, particularmente al Cártel de Sinaloa.

Entre estas destacaban temas como Por clave El Fresa y Me metí en el ruedo, ambas de Luis R. Conriquez, así como Presidente, una colaboración entre Gabito Ballesteros, Conriquez y Natanael Cano.

La pieza más controversial de su repertorio era El más poderoso, originalmente interpretada por El Fantasma, que apareció en videos antiguos de la agrupación cuando aún contaban con el vocalista Carlos González. Esta canción contiene referencias directas a Ismael “El Mayo” Zambada, considerado durante años líder del Cártel de Sinaloa.

La letra de esta composición menciona símbolos asociados al crimen organizado, incluyendo armas con incrustaciones de diamantes, pactos con la muerte y lealtades hacia “Los Mayitos”, grupo vinculado a Zambada.