La vida la estamos viviendo un paso a la vez

La vida la estamos viviendo un paso a la vez

Encaminados correctamente, avanzamos a la meta, no importando la velocidad que llevamos.

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Resumen Automático

18/10/2025 00:04
Fuente: Prensa Libre 

“La vida es un camino y cada paso cuenta para llegar a donde quieres ir”. Laura Esquivel

Los días y los años que hemos vivido lo hemos hecho un paso a la vez, y seguramente en algunos casos, cuando nos hemos atrasado, no siempre hemos recuperado el tiempo, aunque estuviéramos corriendo; simplemente hemos tenido que hacer los debidos ajustes y seguir avanzando.

Si en el caminar tenemos suficiente determinación, las distancias llegan a ser algo muy relativo.

En los casos en los cuales hemos podido aprender cómo mejorar nuestro modo de hacer las cosas, lo habremos aplicado en el caminar que llevamos, llamándolo experiencia, la cual seguramente la hemos compartido a los demás para que ellos también puedan sacar provecho de lo que hemos aprendido.

Es sorprendente que en cualquier proyecto en el cual nos hemos involucrado o cualquier tarea en la cual hemos participado hay un elemento básico, y es que, cuando más lejos hemos podido visualizar, pudimos trazar el resto del camino por etapas como que fueran eslabones de una larga cadena, la cual titulamos nuestra vida, y en la medida que tenemos la posibilidad y los recursos suficientes, podemos hacer ajustes para alcanzar los objetivos que seguramente nos habrán de hacer personas no solo satisfechas, sino personas logradas.

No podemos negar que en lo que hemos vivido ha habido momentos en los cuales nos hemos desviado de lo que habíamos planificado. Pero si logramos percibirlo y hacer los ajustes necesarios, habremos entendido por qué nos desviamos y de qué cosas nos debemos de cuidar y corregir para no perder de vista nuestros objetivos y avanzar para tener la gratificación por encauzarme en mi camino.

Seguramente, en el medio en el que nos movemos, conocemos personas que frecuentemente se lamentan por no lograr lo que han planificado, por no haber tomado el tiempo de analizar dónde fue el primer paso que los desvió del camino que deberían haber seguido.

Eso nos recuerda que en esta vida debemos de estar preparados para hacer las correcciones necesarias y, de ese modo, alcanzar la recompensa de que por la persistencia estamos donde estamos.

La vida presenta cambios en cada uno de nosotros, sea por la edad o la salud que tenemos; y además están las circunstancias externas a las cuales nosotros no tenemos la capacidad de controlarlas.

Debemos de considerar alternativas cuando nos encontramos con callejones sin salida, pero en ningún momento desesperarnos y frustrarnos, si no las cosas se ponen más difíciles y la motivación se va apagando.

Un elemento que deberíamos de tener presente, no importando nuestra confesión o postura religioso, es el estar conscientes de que hay un Dios que, si estamos en la disposición de honrarlo y agradarlo, seguramente Él nos habrá de guiar en cada paso para que no nos desviemos del camino trazado, y además nos habrá de proteger para que la adversidad sea la mínima y de ese modo no perder el rumbo que nos hemos trazado.

Es prudente que, en la etapa formativa de la vida, los adultos tomen el debido tiempo para ayudar a formar la debida disciplina en los menores que tienen a su cargo, para que sepan cómo planificar lo que habrán de hacer, y que esa planificación esté fraccionada y dosificada de tal modo que se pueda ajustar al temperamento y las capacidades que se tienen, para que paso a paso puedan alcanzar las metas que se trazan.