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En la niñez debemos enseñar el uso del dinero
Avanzando en la vida llegamos a entender la importancia que tiene el dinero honradamente ganado.
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“El dinero es una herramienta y puede usarla para bien o para mal”. Michael Mogill
No hay ninguna duda de que en la vida nos llegamos a conocer por el modo como usamos el dinero que tenemos, y por lo mismo, también muchas de las relaciones se habrán de cultivar por el manejo que hacemos del dinero con el que contamos. Por lo mismo, es importante que se tenga el debido cuidado en hacerlo cuando el niño está en su etapa formativa, para que sea parte de él.
Indudablemente, toda la formación que recibimos tiene un carácter progresivo, para que se pueda asimilar el concepto de la responsabilidad. Es por ello que el manejo del dinero debe ser incluido en este proceso. En la primera etapa, todo niño deberá conocer el valor del dinero y cómo se debe usar. Una manera tangible es cuando se le invita a ahorrar parte del dinero que por alguna razón le llega, sea este porque fue un regalo de sus mayores o bien porque hizo algún trabajo y se lo reconocieron pagándole.
Como niño es fácil disfrutar haciendo compras, porque es gratificante, pero es aún más cuando se da cuenta de lo gratificante que es tener dinero guardado y posiblemente disfrutar contando cuánto tiene y cuánto ha aumentado lo que ha guardado. Es una realidad que le habrá de servir para toda la vida. En ningún momento decimos que este proceso ha de ser fácil, pero sí habrá de ser beneficioso a lo largo de la vida.
Es fundamental saber cómo ganar el dinero y también saberlo administrar correctamente.
Es de vital importancia tener claro que cuando estamos enseñando a los niños asuntos de dinero, nuestro ejemplo debe ser el mejor, porque lo natural de la niñez es copiar antes de estar siguiendo normas y técnicas en cada cosa nueva que va adquiriendo por la práctica. Por esta simple razón debemos estar seguros de que estamos dando el mejor ejemplo, y luego le compartimos las directrices del cómo se hace. Por ejemplo, sería difícil enseñarle a un niño a guardar dinero, si nosotros, como mayores, hacemos el comentario que no pudimos hacer algo porque no contábamos con el suficiente dinero. Podemos hacer la observación de que no tenemos lo suficiente y tendremos que esperar, que es normal y es algo muy diferente.
Es interesante que en la mayoría de las familias siempre hay alguien que es mucho más disciplinado para el manejo del dinero y otros a quienes les cuesta más administrarlo y, por lo mismo, poder guardarlo. Esto es real porque los opuestos se atraen y en cada familia, aunque no se hable de eso, sí se vive. Esta realidad no nos debe crear tensión y conflicto, sino todo lo contrario, debemos manejarnos como un equipo que se ayuda mutuamente y se sabe respaldar en momentos de tomar decisiones en asuntos financieros.
Probablemente en un inicio sea más cuesta arriba, pero con los años habrá de verse el valor agregado que tiene el ser diferentes y, por lo mismo, saber complementarse.
En la sociedad en la que actualmente vivimos, los problemas financieros son más que evidentes y, lamentablemente, demasiado comunes. Nosotros podemos hacer la diferencia, primeramente, siendo sabios y cuidadosos con el dinero que manejamos, siendo un buen ejemplo, y luego dejar el legado a los nuestros para que ellos también, aprendiendo las normas de las finanzas, puedan crecer de un modo prudente, sabiendo cómo se maneja el dinero porque simplemente saben el valor del mismo.