Un acontecimiento literario para 2025 – Parte 25

Un acontecimiento literario para 2025 – Parte 25

Ahora un paréntesis  en los acostumbrados comentarios y  análisis políticos, en las críticas objetivas a  acciones  de hombres públicos  y de gobierno.    Otros  amigos de mi padre, quienes ya se fueron, esos  camaradas  e incondicionales, estos     hombres   en  el  amplio  sentido de  la  palabra, hablo de  Mario López Larrave, quien fue  secretario de la Facultad de […]

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Resumen Automático

02/08/2025 09:05
Fuente: La Hora 

Ahora un paréntesis en los acostumbrados comentarios y análisis políticos, en las críticas objetivas a acciones de hombres públicos y de gobierno. Otros amigos de mi padre, quienes ya se fueron, esos camaradas e incondicionales, estos hombres en el amplio sentido de la palabra, hablo de Mario López Larrave, quien fue secretario de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, y de decano en el período 1970-1974, cuando murió era miembro del Consejo Superior Universitario en representación del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala. Fue un profesional notable dentro de la Universidad.

Mario López Larrave, integróa esa Facultad donde cultivó la vocación por la defensa de los derechos laborales, graduándose con una tesis sobre Derecho Procesal del Trabajo. Su participación dentro de la política universitaria iniciaría en 1952, cuando fue secretario de la Asociación de Estudiantes “El Derecho”, a partir de ahí ocuparía los cargos más importantes.

Al asumir el Decanato en 1970, López Larrave impulsó la creación de una “Extensión Universitaria”, la cual tenía por objetivo la capacitación de los sindicalistas en el campo de derechos y preceptos laborales. El proyecto finalizaría debido a que los alumnos fueron amenazados de muerte si se presentaban a clases. (Comisión para el Esclarecimiento Histórico) -CEH-

Entre los años de 1975 y 1976, Mario López Larrave, junto a Manuel Lisandro Andrade Roca, “El Muñeco Descompuesto”, asesinado el 25 de febrero de 1979, cuando salía de una Asamblea de Colegios de Abogados y Notario en la zona 8, y Santiago López Aguilar, secuestrado el 17 de febrero de 1984, y dos días después en la Plaza Berlín zona 13 capitalina, aparece su cadáver cruelmente torturado y después su cuerpo por golpes de almágana y con alambre espigado en el cuello: Estos juristas y defensores, especialistas en derecho de trabajo, y había sido impulsor de la Escuela de Orientación Sindical un esfuerzo que le había permitido apoyar de manera directa a las organizaciones sindicales en constitución.

Es necesario esta digresión sobre el libro: Introducción al Estudio del Derecho I del autor Santiago López Aguilar, porque aquí está un fragmento de esa obra: “ . . . los obreros agrícolas devengan salarios bajos y las viviendas son inadecuadas, con las limitaciones de habitación, agua y luz eléctrica. Los obreros industriales ganan bajos salarios; muy pocos tienen viviendas propia y las prestaciones que se han logrado en los pactos colectivos de condiciones de trabajo, son únicamente de beneficio para el trabajador y es raras oportunidades abarca al núcleo familiar. Las capas medias están generalmente desempleadas o subempleadas y la mayoría son empleados públicos. En todas la clases sociales explotadas, existe un alto porcentaje de desocupados, listos para el recambio que necesita la burguesía cuando elimina a la mujer que pasa a ser madre y a los ancianos que han sido exprimidos, para ser repuestos con jóvenes y en la mayoría de las veces, a más bajo costo . . . “

Otto René Castillo, fragmento: “ , , , ¡Desgraciados los traidores, madre patria, desgraciados.
Ellos conocerán la muerte de la muerte hasta la muerte! ¿Por qué nacieron hijos tan viles de madre cariñosa?

Para el año 1976, el movimiento sindical, que había sido fuertemente reprimido bajo el régimen de Carlos Manuel Arana Osorio, buscaba reorganizarse. Un movimiento de solidaridad en torno a las demandas expresadas por los trabajadores de la Embotelladora Guatemalteca dio lugar al surgimiento del Comité Nacional de Unidad Sindical (CNUS,) a inicios el 1976, el nombre fue propuesto por López Larrave, quién además fue uno de sus principales asesores a la década revolucionaria y apelaba a la construcción de la unidad del movimiento popular.

La Confederación Nacional de Unidad Sindical (CNUS) fue uno de los logros más significativos en el esfuerzo de integración sindical, pese a las diferencias y contradicciones que existían a su interior, el Comité logró crear un espacio de coordinación que permitió potenciar la capacidad de movilización y protesta de las organizaciones sindicales y sociales que participaban en su seno. (Sáenz de Tejada, 2010: 24). En consecuencia, el reconocimiento a Mario López Larrave y su compromiso como defensor de la actividad sindical ascendió progresivamente, pero le costaría la vida.

El 8 de junio de 1977, López Larrave participó en una reunión del Consejo Superior Universitario, posteriormente se dirigió a su oficina, ubicada en la zona 4. Salió de su oficina, con rumbo a la Universidad de San Carlos; en el momento que se disponía a salir del inmueble a bordo de su vehículo, varios hombres le interceptaron el paso y luego de atacar con armas de fuego se dieron a la fuga. López Larrave, aún con vida, fue trasladado al Hospital Centro Médico, donde murió poco después de su ingreso.

Con el asesinato de Mario López Larrave quedaba claro que lo que se pretendía no era simplemente atacar a la institución universitaria. El crimen mostraba que el aparato represivo no aceptaba conceder el más mínimo espacio al movimiento popular, y en particular al sindical, pues López Larrave, además de docente universitario, era uno de los más importantes especialistas en derecho laboral y como ata había representado a un sinnúmero de sindicatos y organizaciones obreras en la defensa de sus intereses. Tras su muerte, se produjeron, de forma reiterada, ejecuciones extrajudiciales de destacados representantes de los sectores universitario y sindical. (Comisión para el Esclarecimiento Histórico).

Seguimos, porque aquí hay más relatos y anécdotas, otros amigos de mi papá, el querido “Tarzán” amigo de la familia Bonilla Valdizón; este adicto e incondicional camarada, fue Carlos Alberto “Tarzán” Velásquez Calderón, abogado experto con ocupación y trabajando con los sindicalistas. Tarzán tenía muchos acontecimientos y relatos, era un compañero campechano. El hijo de Tarzán, Carlos “Tarzancito” Velásquez Polanco, cuando era un patojo casi siempre era el “anfitrión” en la casa de su papá con los muchachos de la Escuela de Derecho.

En una ocasión en una de las reuniones que realizaba Tarzán Velásquez, en la casa de la 7ª. avenida zona 1 de la ciudad, siempre conmemoraban a un viaje a Sudamérica en enero de 1949, los estudiantes, en el cual iban grandes estudiantes como Mario Aguirre Godoy, Paco Villagrán Kramer, Fito Mijangos, Flaminio Bonilla Isaacs, Carlos “Tarzán” Velásquez, Félix ”Tabla” Castillo Milla, Chiltuco Mendizábal, Ángel “Chistefino” Valle Girón y los profesionales Hernán ”el Pescado” Hurtado Aguilar, Héctor “el Bimbo” Zachkrison y Pepe Roltz un 26 de enero, que ese día lo conmemoraba con los muchachos en nuestra casa, se encontraban varios de ellos tomando sus mechazos, cuando “el Bimbo” Zachkrison le pregunta a Ángel Valle, “mire Chistefino y a vos ¿quién te puso “Chistefino”? Y este distinguido profesional le contestó: “La Divina Providencia, Bimbo”.

Así eran esos muchachos “puros cuates”, tenían chispa, gran agudeza, con los chistes, cualquier chanza con historietas y “muchos cuentos”. Esas anécdotas lo supo de Tarzancito Velásquez Polanco, como era casi siempre el anfitrión, en una de esos almuerzos en su casa. porque “Tarzán” se organizaba cada 26 de enero, y llego como siempre “el Bimbo” Zachkrison, ese día fue invitado Poncho Bauer Paiz, y como ya te había comentado antes, los muchachos del 49, le hacían algunas preguntas a Poncho Bauer y él muy amistosamente les contestaba, pero llegó un momento en que “el Bimbo”, que era el mayor de ese grupo y muy respetado, se puso celoso que sólo a Poncho le hablaban y a él no, le reclamó y le dijo algo así: «Poncho ya sólo tú quieres hablar y no dejas hablar a nadie . . . .!» Y Poncho con aquella tranquilidad que le daba su conciencia tranquila le contestó: «Bimbo”, yo no tengo la culpa de que los muchachos me hagan preguntas sobre algunos pasajes de mi vida, pero si quieres me cayo y ya no les contesto» a mí me dio tanta risa y a la vez volver a admirar la modestia y la prudencia de un grande.

Otras anécdotas de esos muchachos de la Escuela de Derecho, este clavo, fue Héctor “el Azacuán” Ramos, donde un cadete panameño llamado Gaudiano, que estaba estudiando en la Escuela Politécnica se pelearon, agarrándose a las trompadas, eso fue en la ciudad de Guatemala. Y otro clavo fue en Panamá y también el Azacuán Ramos. El Embajador de Guatemala en Panamá, cuando el Azacuán llegó a la recepción qué él le ofreció a los estudiantes guatemaltecos como una deferencia. La delegación encabezada por el Licenciado José Rolz Benett guatemalteco. Héctor Ramos se fue a parrandear y ya con sus tragos quiso ingresar a la Embajada con 2 en damiselas de la vida alegre; por lógica el Embajador le dijo que él ingresaba pero las (sic) señoritas, a lo cual molestó al Azacuan, el Embajador le increpó su actitud y le dijo que si lo intentaba, el mismo lo sacaría a golpes, a lo cual el Azacuán le contesto: esos es IURIS TANTUN (es decir, admite prueba en contrario). Y entonces los muchachos se llevaron al Azacuán a otro lugar, pero el clavo ya estaba hecho. Y en esa época gloriosa de la Escuela de Derecho, cuando se empezó esa hermandad y fraternidad: “Los Astronautas del 49”, como los bautizó Carlos Alberto “Tarzán” Velásquez Calderón. (CONTINUARÁ)