TGW
Guatevision
DCA
Prensa Libre
Canal Antigua
La Hora
Sonora
Al Día
Emisoras Unidas
AGN

El dólar digital privado
Paso impactante hacia la institucionalización de las criptomonedas.
Enlace generado
Resumen Automático
Hay sucesos que pasan relativamente desapercibidos y potencialmente pueden tener enorme impacto. Estados Unidos ha dado un paso impactante hacia la institucionalización de las criptomonedas con el GENIUS Act, aprobado por el Congreso y firmado por el presidente Trump el 18 de julio. Esta ley establece el primer marco legal federal para regular las llamadas stablecoins, una categoría de monedas digitales diseñadas para mantener un valor estable, usualmente anclado al dólar.
Puede verse como una “captura regulatoria”, una forma de cartelizar el ecosistema cripto.
La gran diferencia entre stablecoins y criptomonedas como Bitcoin o Ethereum es el respaldo y la estabilidad. Bitcoin y Ethereum funcionan como activos especulativos y su valor fluctúa constantemente según la oferta y demanda del mercado. En cambio, las stablecoins buscan mantener paridad con otro activo, lo que las hace más aptas como medio de pago, reserva de valor o unidad de cuenta.
La mayoría de las stablecoins en circulación —como USDC, Tether (USDT) o Binance USD (BUSD)— están vinculadas al dólar estadounidense. Pero también existen versiones como Paxos Gold o Tether Gold respaldadas por oro, y otras respaldadas por activos como plata, petróleo, canastas de materias primas o índices financieros.
El GENIUS Act se concentra en las llamadas payment stablecoins, diseñadas para transacciones cotidianas— y exige que estén respaldadas en una proporción 1 a 1 por activos líquidos. Además, impone requisitos como auditorías mensuales, prohibición de generar intereses por simple tenencia y la obligación de que solo entidades autorizadas puedan emitirlas. Quienes no cumplan con estas condiciones, deberán cesar operaciones en EE. UU. en un plazo de tres años.
El argumento de quienes impulsaron esta ley es que las stablecoins estaban operando en un vacío legal. Emisores y plazas de negociación eran acosados y multados por reguladores inventando infracciones. Esta incertidumbre frenaba la innovación y mantenía alejados a bancos, fintechs y usuarios institucionales que podrían desarrollar soluciones eficientes, rápidas y seguras para transacciones.
Desde la perspectiva de los defensores del libre mercado, el GENIUS Act puede verse como una “captura regulatoria”, una forma de cartelizar el ecosistema cripto, restringiendo el control a quienes ya dominan el sistema financiero tradicional, excluyendo a nuevos emisores con requisitos que solo las grandes empresas pueden cumplir. La obligación de cumplir con auditorías, niveles de liquidez y aprobación estatal podría excluir a emisores innovadores y reducir la competencia. Es el dilema clásico; ausencia de ley puede generar incertidumbre y demasiada regulación ahoga la innovación y restringe la libertad.
El impacto potencial es enorme. Aunque hay stablecoins atados al euro y otras monedas, 99 % del volumen en circulación está denominado en dólares. Su adopción masiva como forma de pago digital consolidaría la hegemonía del dólar en el sistema financiero global. Al permitir que stablecoin esté respaldado por bonos del Tesoro, la ley podría aumentar la demanda de deuda pública estadounidense y reforzar la posición del dólar como moneda de reserva en el mundo digital.
Una ley paralela aprobada en el mismo paquete legislativo bloquea temporalmente cualquier intento del banco central de emitir una moneda digital sin aprobación explícita del Congreso, citando preocupaciones sobre privacidad y vigilancia. Un aspecto sobresaliente del GENIUS Act es que Estados Unidos ha optado por competir en la era monetaria digital no mediante una moneda estatal, sino fortaleciendo la infraestructura del dólar a través del sector privado.