Entre las piezas más valiosas para los filatelistas a nivel mundial se encuentra un sello postal guatemalteco impreso en 1881. Esta joya ha elevado el prestigio del país en la historia de la filatelia internacional.

De acuerdo con información oficial del Gobierno de Guatemala, la historia de este sello se remonta a 1871, cuando el país se incorporó a la filatelia como una forma de expresar su identidad, cultura y geografía a través de los sellos postales.

Sin embargo, fue una serie específica la que cautivó la atención de los coleccionistas en el ámbito internacional. Se trata de la quinta serie, conocida como “el quetzal pequeño”. Esta emisión marcó un hito en la historia postal guatemalteca debido a un pequeño error de impresión.

Según datos oficiales, algunos ejemplares de dicha serie se imprimieron con la imagen del ave nacional invertida respecto al marco. Esto ocurrió por un fallo técnico de la empresa estadounidense American Bank Note Company.

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¿Cómo ocurrió este descuido que dio origen al quetzal invertido?

La equivocación tuvo lugar durante el proceso de impresión en dos fases: primero se colocaba la imagen central (en este caso, el quetzal) y posteriormente el marco decorativo. Algunos pliegos fueron colocados al revés, lo que provocó que el ave apareciera cabeza abajo en ciertas emisiones.

En lugar de desecharlos, los sellos postales circularon por un tiempo. En la actualidad son apreciados por su escasez y singularidad, de acuerdo con fuentes oficiales. Por esta razón, la pieza ha adquirido una nueva dimensión en la filatelia guatemalteca, pues simboliza la conexión del país con la historia, el arte y la memoria nacional.

El Departamento de Filatelia de Correos de Guatemala mantiene vivo este legado como parte de la difusión de la cultura del coleccionismo, protegiendo piezas que, como el quetzal invertido, relatan ante el mundo la identidad de los guatemaltecos.