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Raíces que perduran: la Enca celebra su legado y cultiva el futuro
La Enca conmemora el Día del Árbol y su aniversario con actividades que celebran el agro, la ciencia y la tradición.
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Cada 22 de mayo, en Guatemala se celebra el Día del Árbol, fecha que invita a reflexionar sobre nuestra relación con la naturaleza y la importancia de conservar los recursos forestales. Con el cambio climático, los días se han vuelto más calurosos, y es notaria la diferencia de estar en un lugar con árboles contra un lugar sin ellos. Los árboles, con sus raíces, retienen humedad y oxigenan los lugares, además de otros beneficios más. No es casual que este día marque el inicio de la semana de aniversario de la Escuela Nacional Central de Agricultura (Enca), una institución que, como los árboles, ha echado profundas raíces en el desarrollo agrícola del país.
Del 26 al 31 de mayo, la Escuela Nacional Central de Agricultura viste de fiesta su campus con una semana de actividades académicas, culturales y conmemorativas.
Ubicada en Bárcenas, Villa Nueva, la Enca es mucho más que una escuela: es un referente de formación técnica, compromiso ambiental y transformación rural. Su aniversario —este año, celebrado del 26 al 31 de mayo— no solo honra el pasado, sino que proyecta un futuro basado en el conocimiento, la innovación y el orgullo de ser parte del agro guatemalteco.
La semana conmemorativa arranca con una alborada, que ilumina el amanecer con música y emoción, seguida por un solemne acto en la plaza cívica, en el que se rinde homenaje a la historia institucional. Pero la fiesta no se queda en la nostalgia: también hay espacio para el arte y la creatividad, con la elaboración de murales alusivos al aniversario y una tarde de talentos que da voz a las expresiones artísticas de los estudiantes.
Además, se honra a quienes han dejado huella en la institución, se celebran las bodas de plata y de oro de egresados, actos profundamente simbólicos que reconocen 25 y 50 años de trayectoria profesional. Esas ceremonias, realizadas en el auditórium, no solo miran hacia atrás, sino que inspiran a quienes hoy se forman en las aulas y campos de la Enca.
El espíritu académico también se manifiesta con fuerza: durante la semana se llevan a cabo conferencias agrícolas, pecuarias, forestales y agroindustriales, así como olimpiadas científicas, donde el pensamiento crítico y la innovación son protagonistas. Además, la Expo-Enca, programada para el jueves 29, muestra lo mejor del quehacer académico y técnico, reafirmando el lema que guía a esta institución: “Aprender, haciendo”.
La semana está salpicada de actividades deportivas y recreativas como el campeonato de futbol y la carrera a campo traviesa 10K, una prueba que combina resistencia física y conexión con la tierra. La elección de Señorita Ceres —que emula a la diosa de la agricultura—, la noche cultural y el baile de gala completan un programa que demuestra que la formación integral también se cultiva con alegría y pertenencia, así como un festival vaquero.
El gran cierre es el sábado 31, con una jornada cargada de identidad: la reunión de egresados —es impresionante observar la gran afluencia de egresados que van a celebrar a su alma máter y ver la cantidad de toldos, grupos de música y comida campestre de las diferentes promociones que acuden al llamado—, así como el emocionante jaripeo abierto al público. Es un homenaje vivo a las raíces agrícolas que nutren a la Enca y a Guatemala entera.
Celebrar el aniversario de la Enca en el marco del Día del Árbol es un acto simbólico y necesario. Y todo a 17.5 kilómetros de la capital. Nos recuerda que, así como el árbol requiere tierra fértil, agua y cuidado constante para crecer, el agro nacional necesita profesionales comprometidos, instituciones fuertes y espacios donde el conocimiento se siembre con pasión.
Esta semana no solo es una fiesta institucional, es una afirmación de identidad, un llamado a valorar nuestras raíces y a seguir cultivando el futuro del agro con ciencia, arte y comunidad. Porque en cada egresado, en cada árbol sembrado, y en cada aula llena de sueños, la Enca sigue creciendo. ¡Viva la Enca en sus 104 años de historia!