Las 7 causas más comunes de insomnio en la tercera edad y cómo combatirlas

Las 7 causas más comunes de insomnio en la tercera edad y cómo combatirlas

Procurar un sueño reparador en personas de la tercera edad ayuda también a fortalecer su sistema inmunológico. Sin embargo, dolores crónicos o problemas emocionales pueden afecta un buen descanso.

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28/05/2025 05:57
Fuente: Prensa Libre 

A medida que envejecemos, los patrones de sueño tienden a cambiar, volviéndose más ligeros e interrumpidos. Aunque muchas personas mayores creen que dormir mal es una consecuencia natural del envejecimiento, en realidad, existen causas específicas que pueden y deben ser tratadas.

Dormir bien es esencial para mantener la salud física y mental. “La falta de sueño en adultos mayores puede provocar fatiga, problemas de memoria, irritabilidad, mayor riesgo de caídas y un deterioro general en la calidad de vida”, comenta Gustavo Aguilar, geriatra.

Aunque el insomnio en adultos mayores es común, no debe normalizarse ni subestimarse. Existen múltiples estrategias efectivas para mejorar la calidad del sueño sin recurrir necesariamente a fármacos. La clave está en identificar la causa subyacente y abordarla con un enfoque personalizado y profesional.

Especialistas en geriatría mencionan algunas causas más comunes del insomnio en personas mayores y algunas recomendaciones efectivas para combatirlo.

1. Cambios fisiológicos asociados al envejecimiento

    Con la edad, el cuerpo produce menos melatonina, la hormona que regula el ciclo del sueño. Además, el ritmo circadiano puede alterarse, haciendo que las personas mayores se sientan somnolientas más temprano en la tarde y se despierten durante la madrugada. Estos cambios afectan la duración y la profundidad del sueño.

    Cómo combatirlo: Mantener horarios regulares de sueño, exponerse a la luz natural durante el día y evitar siestas prolongadas pueden ayudar a restablecer el reloj biológico.

    2. Dolores crónicos o malestar físico

      Enfermedades comunes en la vejez como artritis, artrosis, fibromialgia o problemas digestivos pueden generar molestias nocturnas que dificultan conciliar o mantener el sueño, opina Karla Mendoza, geriatra. Incluso pequeños dolores pueden resultar más intensos al estar acostado.

      Cómo combatirlo: Consultar con un especialista en dolor, ajustar la medicación y utilizar almohadas ortopédicas o colchones adecuados puede mejorar significativamente el descanso.

      Malestares físicos pueden afectar el sueño en la noche y provocar un mal descanso. (Foto Prensa Libre: Shutterstock

      3. Trastornos respiratorios, como apnea del sueño

        La apnea obstructiva del sueño es una condición frecuente en adultos mayores y se caracteriza por interrupciones momentáneas de la respiración durante la noche. Suele estar asociada con ronquidos fuertes, despertares frecuentes y somnolencia diurna.

        Cómo combatirlo: El diagnóstico se realiza mediante estudios del sueño. El tratamiento puede incluir el uso de dispositivos CPAP o cambios en el estilo de vida como bajar de peso y evitar el consumo de alcohol.

        4. Problemas emocionales y de salud mental

          La ansiedad, la depresión y el duelo son factores que afectan profundamente el sueño en la tercera edad. Estos estados pueden generar pensamientos recurrentes, despertar precoz o dificultad para volver a dormir.

          Cómo combatirlo: El apoyo psicológico, las terapias cognitivo-conductuales y en algunos casos el uso de medicación recetada puede ser de gran ayuda. Mantener una vida social activa también es clave para la salud emocional.

          5. Uso de medicamentos

            Muchos medicamentos utilizados para tratar condiciones comunes en la vejez, como hipertensión, enfermedades cardíacas o urinarias, pueden tener efectos secundarios que interfieren con el sueño.

            Cómo combatirlo: Es importante revisar con el médico la lista de fármacos que se consumen y, si es necesario, ajustar las dosis o cambiar los horarios de administración.

            Algunos medicamentos pueden cambiar los hábitos de sueño, por lo que debe consultar a su médico si tiene problemas para descansar. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

            6. Ambiente inadecuado para dormir

              Factores como un colchón incómodo, ruidos, luz excesiva o temperatura inapropiada pueden dificultar el descanso, especialmente en personas mayores más sensibles a los estímulos.

              Cómo combatirlo: Crear un entorno propicio para el sueño incluye mantener una habitación oscura, silenciosa y fresca, así como evitar el uso de pantallas antes de dormir.

              7. Falta de actividad física

                Un estilo de vida sedentario reduce la necesidad fisiológica de descanso. La inactividad puede alterar los ciclos de sueño y vigilia, generando insomnio nocturno y somnolencia diurna.

                Cómo combatirlo: Realizar caminatas suaves, practicar ejercicios adaptados o incluso actividades recreativas durante el día ayuda a regular el sueño de forma natural.

                Dormir bien no solo mejora el estado de ánimo y la memoria, sino que también fortalece el sistema inmunológico, reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares y contribuye a un envejecimiento saludable y activo.