La compraventa de productos en línea dentro de Guatemala posee una dinámica de crecimiento simplemente impresionante, a decir de los resultados reflejados en el sexto estudio de Comercio Electrónico, recién presentado por la Cámara de Comercio de Guatemala: una encuesta efectuada entre usuarios de estos canales de consumo y también entre empresas, de todo tamaño, que poseen canales de mercadeo. La cifra de crecimiento promedio anual de 8% permite avizorar un mayor desarrollo de esta modalidad a futuro.

La pandemia, hace un lustro, fue un detonante decisivo para el despegue, al potenciar la transformación digital de toda la población; así también confluyen el incremento de la conectividad, la cantidad de terminales celulares y la propia fuerza de la competencia de marcas, productos y aumento de canales logísticos de distribución. Asimismo, desde el lado del consumidor hay crecientes oportunidades competitivas, pero la predominante es por el ahorro de tiempo y combustible, al evitar trasladarse físicamente para hacer una compra.

La ruptura de las restricciones de horario, la facilidad para efectuar pagos en varias modalidades, la posibilidad de comparar entre diversas opciones de producto e incluso mejoras en el costo final se combinan también como criterios de preferencia creciente. Por supuesto, existen segmentos de consumidores que siguen prefiriendo la presencialidad para examinar un producto, tener la vivencia de tienda física y contar con una interacción humana para una experiencia satisfactoria. Ello planea un desafío de innovación y servicio para los distribuidores y minoristas, que deben proveer una atención personalizada.

En efecto, el estudio también destaca un buen porcentaje de compradores “híbridos”, que gustan de elegir y pagar en línea pero recoger ellos mismos el producto. En otros casos, todos los datos y comparativas de una adquisición, por ejemplo un electrodoméstico, se hacen a través de tiendas locales en línea, aunque al final gusten más acudir a un local para terminar de decidir. Buena información, un sitio digital amigable y canales de mensajería complementarios marcan la diferencia.

Las redes sociales constituyen una plaza de ofertas y publicidad de productos. Sin embargo, según el vendedor, se marcan diferencias entre marcas posicionadas y personas particulares. Se menciona esto porque el estudio de la Cámara de Comercio resalta el valor de la confianza como un activo vital para asegurar la adquisición. En efecto, ocho de cada 10 compradores digitales afirmaron que regresan a comprar a un mismo proveedor en línea si su experiencia previa es positiva, lo que en términos mercadológicos se denomina fidelización.

El aumento de la disponibilidad de medios de pago electrónicos, como tarjetas de débito o crédito, contribuye al crecimiento del comercio electrónico; no obstante, una de cada dos compras también utiliza pagos en efectivo contra entrega. Aunque la zona metropolitana capitalina agrupa un 55% del comercio electrónico, hay un importante aumento en el suroccidente, lo cual apunta a grandes oportunidades para artesanos, emprendedores y pequeños distribuidores de la provincia, que deben capacitarse en el uso de recursos digitales para insertarse mejor en un futuro acelerado.