¿Renovación a fondo? El Adviento y el Espíritu Santo

¿Renovación a fondo? El Adviento y el Espíritu Santo

El pensamiento va hacia los migrantes que, especialmente este año, no podrán venir a visitar a sus familiares.

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06/12/2025 00:04
Fuente: Prensa Libre 

El fin del año suele estar marcado por la propaganda comercial que sugiere la “renovación del hogar” con compra de materiales de construcción, electrodomésticos de última generación, etc. Hasta los gimnasios ofrecen descuentos para llegar a las “fiestas de fin de año” con un físico de aplauso. Si bien el movimiento económico tiene mucho de loable, también se da el triste e inadvertido triunfo no solo del materialismo/consumismo, sino del llamado espíritu de lo “dionisíaco”, opuesto a lo “apolíneo”, es decir la victoria, como ya advertía —a su modo, claro— F. Nietzsche (en El espíritu de la tragedia): gana en la Humanidad la búsqueda de los excesos —¿cuántos y cuán caros conciertos veré a fin de año, cuántos convites y obsequios “cargados a la tarjeta de crédito”, cuánta compra compulsiva, etc.— Excesos al final caóticos y generadores de muchos tipos de violencia y desenfreno, al estilo del dios Dionisio o Baco, contrarios —continuaba Nietzsche— a la “armonía musical”, como la de Apolo y el orden y virtud. Ni Nietzsche ni sus seguidores S. Freud, C. Jung, Ch. Baudelaire, etc., hijos del nihilismo y de la “predicación de la muerte de Dios”, disponían de la revelación cristiana, o más bien la desechaban, pues ella sí apunta a una “renovación profunda y armónica”, pero no solo en cuanto a virtud humanista, sino a partir de la acción del Espíritu Santo y del “encuentro con Aquel que sí puede renovarlo todo y vencer el “caos” de relajo, exceso y desenfreno que “paso pequeño de paloma” conquista las mentes.

…la preocupación de la Iglesia por el prójimo es ahora por los migrantes y el trato duro e injusto que sufren en muchos casos.


En la Buena Noticia de mañana, las duras palabras de Juan Bautista generaban en sus oyentes no solo rechazo —como el caso de Herodes— sino, menos mal, un despertar de la conciencia incluso de los peores. Cuando el Bautista habla de un “Reino de Dios que se acerca”, se refiere al mismo Cristo, pues ya identificado por el recordado Papa Benedicto XVI: “Él no da recetas, sino establece una prioridad: asumir su Reino con criterio, en conversión” (Jesús de Nazareth, tomo 1). En otras palabras: sí, el Adviento ha de superar lo festivo y dionisíaco, vencer el afán del “gasto en todo lo posible de muchas remesas recibidas” y ser el momento de conversión hacia ese Reino que no tiene fronteras, mapas, acuña moneda o entrega pasaportes, sino que es la persona del que nacerá, 2) Alguien, en fin, ya presente en los Sacramentos de la Iglesia, sobre todo en la Eucaristía, y en otras formas y personas: los más pobres son la presencia del Señor esperado (cf. Papa León XIV, Exhortación apostólica Te he amado. Sobre el amor hacia los pobres, 04.08.2025), 3) Se trata de una “renovación a fondo” que no puede eludir las palabras duras del Bautista (“raza de víboras”), pero que, en el fondo, es camino de esperanza para el mundo, pues “nadando contra corriente” los cristianos marcan un horizonte diferente: solo se puede convertirse hacia una persona que se ama y se espera. El pensamiento va hacia los migrantes que, especialmente este año, no podrán venir a visitar a sus familiares: “Muchos de ellos atemorizados… si bien las naciones tienen la responsabilidad de controlar sus fronteras y establecer sistemas migratorios… la preocupación de la Iglesia por el prójimo es ahora por los migrantes y el trato duro e injusto que sufren en muchos casos” (Mensaje especial sobre la inmigración, Asamblea en Baltimore, 12.11.2025).


Que en el camino de Adviento, por sobre “estrenos y renovaciones superfluos” tenga lugar la conversión que reclama Juan Bautista hacia Aquel ya presente en la Palabra, en la Eucaristía y en los hermanos. Ello será posible solo con la acción del Espíritu Santo, protagonista de este domingo. Y por ello interceda la Inmaculada, de cercana y amada solemnidad a lo largo y ancho de la geografía chapina.

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