El papel de un padre puede marcar profundamente la vida de un hijo. Sin embargo, con frecuencia se le reduce al rol de proveedor o cabeza de familia, y pocas veces se le brinda la oportunidad de ser conocido más allá de esa imagen, de descubrir a una persona llena de ilusiones, recuerdos y miedos.

Ximena Fuentes, psicóloga clínica y terapeuta de pareja, destaca que, más allá del papel paternal, existe un hombre que merece ser comprendido y valorado. Señala que, al igual que los hijos, el padre es una persona integral que, en su momento, fue niño, adolescente y vivió experiencias que moldearon la sabiduría que hoy transmite.

Esos momentos también estuvieron cargados de anhelos, muchos de los cuales dejó de lado para sacar adelante a su familia, subraya la especialista.

Con la llegada del Día del Padre, este puede ser un momento propicio para entablar una conversación sincera, capaz no solo de fortalecer el vínculo afectivo, sino también de crear recuerdos que perduren, incluso cuando él ya no esté, reflexiona Fuentes.

Una manera significativa de conocerlo es explorar los antecedentes de su historia de vida. Por ello, formular preguntas emocionales y reflexivas puede abrir el camino hacia ese hombre detrás del padre.

Estas preguntas, según la psicología, permiten conocer su personalidad, carácter y formas de expresar afecto. Además, ayudan a descubrir los sueños que logró alcanzar y los anhelos que aún guarda.

Preguntas sobre la infancia y juventud del padre

• ¿Cómo fue su niñez? ¿A qué jugaba? ¿Qué rol tenía dentro de su familia?
• ¿Quién lo consolaba cuando sentía tristeza o miedo?
• ¿Qué soñaba ser cuando era niño? ¿Qué cambió en el camino?
• ¿Quién fue su primer mejor amigo? ¿Qué aprendió de esa amistad?
• ¿Qué etapa de su juventud recuerda con más nostalgia?

Preguntas sobre sus anhelos y sueños

• ¿Cuál era su mayor sueño cuando tenía la edad de su hijo?
• ¿Conserva algún sueño que nunca ha compartido?
• Si pudiera volver atrás, ¿qué decisión tomaría diferente?
• ¿Qué cosas dejó de hacer por miedo o por complacer a otros?
• ¿Qué sueños lo impulsaron a seguir adelante en los momentos más difíciles?

Preguntas sobre su identidad como hombre

• ¿Qué significa para usted “ser un buen hombre”?
• ¿Cuándo sintió que realmente se convirtió en adulto?
• ¿Qué lo hizo fuerte… y qué lo hizo vulnerable?
• ¿Qué errores de su vida le dejaron las mejores lecciones?
• ¿Qué cosas le hubiera gustado expresar como hombre y nunca lo hizo?

Preguntas sobre amor, relaciones y emociones

• ¿Qué ha aprendido sobre el amor a lo largo de su vida?
• ¿Recuerda su primer amor? ¿Qué sintió?
• ¿Qué heridas emocionales ha tenido que sanar?
• ¿Cómo aprendió a expresar —o a ocultar— sus emociones?
• ¿Qué consejo se daría a sí mismo en su juventud sobre el amor?

Preguntas sobre su rol como padre, desde su humanidad

• ¿Tuvo miedo al convertirse en padre? ¿Cómo vivió ese momento?
• ¿Qué esperaba de sí mismo como papá?
• ¿Qué cosas quiso enseñar a sus hijos y no supo cómo?
• ¿Qué descubrió sobre usted mismo a través de la paternidad?
• ¿Cuándo se sintió más orgulloso… y cuándo más inseguro como papá?

Preguntas sobre su presente y su visión del futuro

• ¿Cómo se siente con la vida que ha vivido?
• ¿Qué cosas aún lo emocionan o le inspiran a soñar?
• ¿Qué legado desea dejar?
• ¿A qué le teme todavía?
• ¿Qué le gustaría que sus hijos supieran de usted, pero nunca les ha contado?

La psicóloga destaca que estas preguntas pueden abrir espacios de diálogo íntimo, donde padre e hijo compartan sin distracciones y puedan reflexionar sobre su vida, convirtiendo ese momento en algo significativo.

“Lo más importante es escucharlo sin juicio, con amor y apertura. Tu deseo de conocerlo así ya es, en sí mismo, un acto de amor profundo”, comenta Fuentes.

¿Por qué es importante conocer a papá como hombre?

Hay muchas historias guardadas y poco conocimiento del hombre que sostuvo el hogar. Detrás de la risa, el abrazo, el regaño o incluso de la ausencia —cuando debió sacrificar momentos únicos con sus hijos para cumplir su papel— también habitan emociones.

Fuentes reflexiona que muchos hijos no logran comprender a sus padres hasta que ellos mismos se convierten en adultos, o en padres. Es entonces cuando los ven “de tú a tú”, y no solo como figuras de autoridad o héroes.

“Dejamos de verlos como héroes todopoderosos y los comprendemos como seres humanos que han cometido errores y han aprendido con y de nosotros en ese proceso de crecer juntos”, afirma la especialista.

Al entender su historia de vida, el nacimiento de los hijos, las emociones que vivieron al convertirse en padres y los obstáculos que enfrentaron para criarlos, se obtiene una visión más humana de ese papá que también siente miedo, alegría y hace sacrificios.

A través de estas preguntas, se aprende a ver a ese hombre desde una perspectiva más amplia y con criterio actualizado. Aprendemos a no juzgarlo tan estrictamente y a reconocerlo como lo que es: un ser humano”, concluye Fuentes.