Mauricio Tapia volvió a escribir historia con Antigua GFC. En una final cargada de tensión, emociones y dramatismo puro, el entrenador argentino guio a los panzas verdes a su quinto título de Liga Nacional, el cuarto bajo su mando, consolidándose como el técnico más exitoso en la historia del club y un auténtico verdugo de Municipal en finales.

El triunfo de este domingo en el Estadio El Trébol no solo representó una remontada memorable en la cancha de su archirrival, sino que reafirmó un patrón que ya pesa como estadística contundente: de cuatro finales entre Antigua y Municipal, Tapia ha ganado tres.

La primera vez fue en el Apertura 2015, cuando Antigua conquistó su primer título de Liga venciendo a los rojos. Luego repitió la hazaña en el Apertura 2016. Municipal logró cobrarse revancha en el Clausura 2019, en una final intensa que terminó en manos de los escarlatas, pero el técnico argentino volvería a inclinar la balanza a favor de los antigüeños en este Clausura 2025, reafirmando su superioridad en estos duelos directos.

En total, Antigua ha ganado cinco títulos, y cuatro de ellos los ha conseguido con Tapia en el banquillo, lo que lo coloca en el olimpo de los entrenadores más ganadores del fútbol guatemalteco y lo confirma como una figura histórica del club.

Lo de Tapia no es casualidad. Ha sabido construir equipos sólidos, competitivos y con carácter, que se imponen en los momentos clave. Esta final fue otra prueba de ello: su equipo no se desesperó con el gol en contra, mantuvo la calma y culminó una remontada épica con los tantos de Ardón y Bradley, en el cierre más emocionante de la temporada.

Mauricio Tapia ya no solo es el entrenador más ganador en la historia de Antigua, también ha convertido al club en uno de los más dominantes de la última década. Su sello está en cada título, en cada final y en cada generación de jugadores que ha sabido liderar hacia la gloria.

Con esta nueva conquista, el técnico argentino agranda su legado y demuestra que cuando se trata de finales, especialmente ante Municipal, su nombre siempre pesa.