¿Por qué ondear banderas en las protestas de EE. UU. puede ser un arma política de doble filo?

¿Por qué ondear banderas en las protestas de EE. UU. puede ser un arma política de doble filo?

Las imágenes de banderas de varios países en las protestas contra las redadas se han hecho virales. Muchos manifestantes dicen estar conscientes de la reacción política entre los conservadores, pero no piensan dejar de ondearlas.

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12/06/2025 00:05
Fuente: Prensa Libre 

A medida que las imágenes de las protestas en el sur de California han inundado la televisión y las redes sociales en días recientes, una pregunta clave ha surgido: ¿Por qué tantos manifestantes llevan banderas de México en una protesta política estadounidense?

El mar de banderas mexicanas verde, blanco y rojo en las protestas contra las deportaciones llevadas a cabo esta semana en Los Ángeles ha sido aprovechado por los conservadores, que argumentan que las manifestaciones son en esencia antiestadounidenses. Esto ha hecho que algunos manifestantes se planteen dejarlas en casa.

Las fotos de provocadores enmascarados ondeando banderas mexicanas sobre taxis Waymo en llamas se difundieron instantáneamente por las redes sociales conservadoras este fin de semana. Los republicanos las señalaron como un ejemplo claro de por qué el presidente Donald Trump envió a la Guardia Nacional, y de cómo la migración se había salido de control en California.

“Miren todas las banderas extranjeras”, dijo el domingo en X Stephen Miller, subjefe de gabinete de la Casa Blanca y arquitecto de la agenda interna de Trump. “Los Ángeles es territorio ocupado”.

A muchos estadounidenses, incluidos los de izquierda, podría parecerles una mala estrategia luchar contra las deportaciones de inmigrantes indocumentados ondeando la bandera de otro país.

Pero los manifestantes dijeron esta semana que ven la bandera mexicana como un símbolo de desafío contra las políticas migratorias de Trump o de solidaridad con otros mexicoestadounidenses. La bandera se ha hecho tan omnipresente en las últimas décadas que forma parte del paisaje del sur de California, adornando camionetas pick-up y colgando desde puentes. Pocas reuniones multitudinarias se producen en la región sin una o dos banderas mexicanas, desde partidos de fútbol los fines de semana hasta los desfiles del campeonato de los Dodgers de Los Ángeles.

Esta semana, quienes las ondeaban dijeron que era importante hacer honor a su herencia y no someterse a Trump, aun cuando reconocieron el posible costo político. Dijeron que para ellos la bandera no era antiestadounidense; que más que una lealtad nacional, representaba sus raíces chicanas.

El tema ha tocado el corazón de lo que significa ser estadounidense, y si la libertad realmente significa poder enarbolar la bandera que uno elija.

Bonnie Garcia, de 32 años, ciudadana estadounidense nacida en Los Ángeles, contó que por un momento pensó en detenerse a comprar una bandera de Estados Unidos antes de asistir a una manifestación el lunes, en la que se denunció el despliegue de soldados de la Guardia Nacional en la ciudad. Pero se mantuvo fiel a su plan original y llevó dos banderas pequeñas que representaban los países de origen de sus padres: Guatemala y México.

“Estoy orgullosa de ser estadounidense, pero en estos tiempos, lo que me enorgullece es ser californiana, y ver la diversidad que hay aquí, ver que mucha gente no ha olvidado sus raíces”, dijo. “Siento que por eso Trump teme a la diversidad y teme a la representación en el rostro de la gente, porque no quiere que la gente recuerde, quiere borrarnos, y yo no voy a tolerarlo”.

En las protestas de Los Ángeles, las banderas mexicanas han constituido una sólida mayoría. Muchas son ondeadas por jóvenes estadounidenses cuyos abuelos o bisabuelos procedían de México. Entre la multitud también ha habido banderas estadounidenses, banderas de países centroamericanos y banderas palestinas. Algunos manifestantes llevaban banderas híbridas que tenían los colores y el escudo mexicanos junto con las barras y estrellas estadounidenses.

En una nación de inmigrantes, los estadounidenses sacan banderas de otros países para conmemorar celebraciones culturales o días festivos, como los de origen irlandés el Día de San Patricio o los de origen italiano el Día de la Raza. Pero en California, donde los latinos son una pluralidad y los mexicoestadounidenses son el grupo más numeroso entre ellos, las banderas mexicanas ondean durante todo el año como una cuestión de orgullo cultural.

Aun así, la imagen que proyectan las protestas ha hecho que los activistas en California se cuestionen si su elección de bandera no estaba dándole más armas a Trump en su campaña de mano dura contra la inmigración. En redes sociales, algunos progresistas sugirieron que los manifestantes deberían reemplazar las banderas extranjeras con banderas estadounidenses, conscientes de que sus movilizaciones se transmiten cada noche a nivel nacional.

Algunos miembros de la izquierda dijeron que, más allá de la imagen, era importante demostrar que la bandera estadounidense no era un símbolo patriótico del movimiento MAGA, sino que pertenecía a todos los estadounidenses, incluyendo a aquellos que se oponen a las medidas de deportación de Trump.

Lorena Gonzalez, directora de la Federación de Trabajadores de California, fue el lunes a una concentración en el centro de Los Ángeles con 60 banderitas estadounidenses para repartir.

“Ondear la bandera mexicana no me molesta, pero creo que es importante recordar a la gente que estoy muy orgullosa de ser estadounidense”, dijo por teléfono Gonzalez, una exlegisladora estatal demócrata e hija de un trabajador agrícola migrante.

California ya ha tenido este debate en otras ocasiones. En la década de 1990, el gobernador Pete Wilson intentó acabar con las prestaciones públicas para los inmigrantes indocumentados, con argumentos similares a los expresados actualmente por Trump. En aquella época, los blancos eran mayoría en el estado, pero se preveía que se convertiría en una pluralidad latina, cosa que ocurrió en 2014.

Wilson impulsó la Proposición 187, una iniciativa sometida a votación en 1994 que habría prohibido los servicios públicos a los californianos indocumentados. Mike Madrid, autor de The Latino Century: how America’s Largest Minority Is Transforming Democracy (El siglo latino: cómo la minoría más grande de Estados Unidos está transformando la democracia) y consultor político republicano, afirmó que la presencia generalizada de banderas mexicanas en las protestas contra la medida alejó tanto a los votantes del estado que terminó inclinando el resultado de la elección.

“Se pierde el enfoque de que esto se trata de la constitucionalidad, el debido proceso y los derechos humanos cuando se empieza a ondear una bandera extranjera”, dijo Madrid.

Décadas después de la lucha por la Proposición 187, Madrid ve la posibilidad de que el ondear de la bandera mexicana vuelva a ayudar a los conservadores este año.

“Perjudica a los latinos y perjudica a los californianos”, dijo. “Es casi tan malo que me pregunto si está siendo orquestado”.

Kevin de León, antiguo líder legislativo y concejal de Los Ángeles, dijo que la cantidad de banderas mexicanas que había en las protestas de Los Ángeles le recordaba la época en que fue organizador sindical en la década de 1990.

“Si pudiéramos hacerlo de nuevo, en aquellos tiempos, habríamos llevado banderas estadounidenses”, dijo. “Siempre debería haber banderas estadounidenses. Ese es un error que cometimos en la izquierda: permitimos que la derecha se apropiara de la bandera estadounidense, como si fuera suya. Pero somos tan estadounidenses como cualquiera. No deberíamos permitir que otros reclamen la bandera como si les perteneciera a ellos exclusivamente”.

Fernando Guerra, director del Centro para el Estudio de Los Ángeles de la Universidad Loyola Marymount, también pensaba que ondear banderas mexicanas esta semana era políticamente contraproducente.

Sin embargo, en una metrópoli en la que aproximadamente la mitad de la población es latina, dijo, es poco probable que las banderas mexicanas pierdan su atractivo.

“Estratégicamente, ¿debería ondearse la bandera mexicana como se ha hecho en estas protestas? No”, dijo. “Pero, ¿se puede impedir que ocurra? No”.

Maria Flores, de 52 años, nacida en México y miembro del sindicato United Food and Commercial Workers, quien es ciudadana estadounidense desde hace más de dos décadas, ondeó los colores mexicanos en una manifestación esta semana.

Flores dijo que también tiene una bandera estadounidense, pero que le preocupaba llevarla en una manifestación contra Trump porque la iconografía de las barras y estrellas está muy relacionada con el movimiento MAGA.

“En este momento podría verse mal izar la bandera estadounidense, debido al gobierno de Trump”, dijo. “Si pusiera la bandera estadounidense fuera de mi casa, mis vecinos pensarían que estoy con Trump”.

Habló de un familiar que es indocumentado, pero respetuoso con la ley y que llevaba años intentando legalizarse. Hasta el momento, su esfuerzo había fracasado.

“Yo la cargo por mi familia, por toda la gente que no tiene papeles”, dijo en español. “Yo estoy hablando por ellos. Soy la voz de ellos”.

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