Dentro del mundillo de la Iglesia Católica y el sumo Pontífice, existe una leyenda que relata cómo una mujer habría ocupado el trono de Pedro, y el supuesto castigo que habría recibido.

Se trata de la leyenda de la Papisa Juana, la cual narra cómo una mujer se hizo pasar por hombre y habría logrado ser elegida como papa, y que incluso fue conocida ya en el cargo como Juan VIII.

Esta leyenda, la cual no está confirmada por el Vaticano, habría ocurrido entre el siglo IX y X, y según varios historiadores, habría iniciado en la ciudad alemana de Maguncia, con una mujer que se habría pasado pro hombre para escapar de su familia y para poder recibir la educación universitaria.

Presuntamente la mujer habría ganado una buena reputación por sus habilidades académicas, por lo que rápidamente habría escalado hasta ser cardenal y finalmente convertirse en pontífice, supuestamente siendo sucesora de León IV.

La leyenda cuenta que Papisa Juana habría sido descubierta cuando dio a luz en medio de una calle mientras se llevaba a cabo una procesión.

Existen muchas teorías de lo que ocurrió después: algunos afirman que la mujer fue apedreada por todos los presentes en la procesión, otros afirman que la mujer falleció en el mismo momento en que dio a luz, y finalmente está la teoría de que la mujer logró escapar.

Se dice que, a raíz de esta leyenda, nació el supuesto rito de palpar las partes íntimas de los hombres que son seleccionados para ser papas, para evaluar si no se trataba de una mujer.

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