JusticiaYa décimo aniversario

JusticiaYa décimo aniversario

El movimiento de #JusticiaYa nos dio una gran lección hace 10 años. Aprendamos algo de ellos y pongámoslo en práctica hoy.

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Resumen Automático

27/04/2025 00:01
Fuente: Prensa Libre 

Todos los países a lo largo de su historia se topan con un punto de inflexión. Este puede darse a una crisis política o económica o al descubrimiento de grandes recursos naturales, o ubicarse en una zona geoestratégica que impulse el interés económico o político de terceros. Estos puntos de inflexión son momentos que llevan a los tomadores de decisiones de estos países a pensar: ¿qué tipo de país queremos? De esta manera, se construye un punto de partida para discutir, analizar, consensuar la creación de una hoja de ruta que dirija al objetivo de un mejor país. Guatemala ha tenido varios puntos de inflexión a lo largo de su historia, pero, para no irnos tan atrás y generar un debate sobre cuáles sí pueden ser considerados como tales, les dejo algunos recientes: la apertura democrática entre 1984 y 1985, el Serranazo de 1993 y los Acuerdos de Paz de 1996.


En abril del 2015, después de una serie de señalamientos de corrupción del gobierno de Otto Pérez Molina que llegaron a un límite cuando la Cicig reveló el caso de desfalco fiscal encabezado, de acuerdo a esa primera investigación, por el secretario privado de la vicepresidenta Roxana Baldetti. Para ese entonces, un grupo de patojos chispudos, tan indignados como la gran mayoría de guatemaltecos, pero no apáticos ante esta situación, se organizó y convocó a una manifestación que se realizó un sábado 25 de abril, en la Plaza de la Constitución. Aunque los datos varían, se reunieron aproximadamente más de 30 mil personas de todas las clases, edades, razas, religiones, géneros, y fue una manifestación pacífica que en esas fechas no se había dado en ninguna otra parte del mundo. Las mismas siguieron por varios sábados, logrando, primero, la renuncia de Baldetti; luego, la renuncia de Otto Pérez Molina, y finalmente, arruinar la carrera política de quien tenía la pista despejada para ser el próximo presidente de Guatemala, Manuel Baldizón. Estos jóvenes iniciaron con una idea bajo el nombre de #RenunciaYa que se convirtió en un movimiento que hoy conocemos como #JusticiaYa y que se mantiene activo.

No se trata de defender al gobierno, sino de pelear por un mejor país.


Tuve el honor de conocer a algunos de estos patojos chispudos, muchos hoy dedicados a otras cosas, pero siempre caracterizados por su humildad, valentía, creatividad, pero sobre todo por querer vivir en una mejor Guatemala. El éxito de su organización fue, en gran medida, dejar a un lado sus diferencias, no buscar ser protagonistas ni durante ni después del mismo, independientemente de su éxito, sino trabajar todos para un objetivo en común que marcó un antes y un después. Sobre todo lo que vino después mucho se puede hablar, pues todo movimiento en un país tan difícil como el nuestro deja sus lecciones, pero eso es algo que #JusticiaYa explica claramente en este enlace https://quorum.gt/voces/la_tarea_sigue/


Hoy, Guatemala atraviesa otro punto de inflexión, desde la elección del binomio de Bernardo Arévalo y Karin Herrera, de Movimiento Semilla. Los intentos por prevenir que asumieran el gobierno se han convertido en intentos no solo de removerlos, sino de reinstaurar el régimen clientelar y de saqueo del Estado, del que muchos sinvergüenzas se han enriquecido a expensas de los más pobres. Guatemala sigue siendo el mejor país para invertir en la región y cuenta con el pleno apoyo del mismísimo gobierno de Donald Trump. Aún así, estos sinvergüenzas, utilizando su caballito de batalla, que es el Ministerio Público, pretenden echarlo todo a perder, cuales protagonistas de un western de Sergio Leone Por un puñado de dólares. No se trata de defender al gobierno, sino de pelear por un mejor país. Aprendamos algo de #JusticiaYa ¡Feliz domingo!