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Los hermanos Menéndez, condenados por el asesinato de sus padres, lucharán por una nueva sentencia
El nuevo fiscal de Los Ángeles opina que los hermanos Menéndez han mentido sobre el asesinato de sus padres durante 30 años.
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Los hermanos Lyle y Erik Menéndez, condenados a cadena perpetua por el asesinato de sus padres en 1989, afrontan este viernes una mediática audiencia que revisará la posibilidad de dictar una nueva sentencia con las apuestas en contra: sin el apoyo de la Fiscalía, sus posibilidades de salir de prisión se reducen cada vez más, mientras su familia pide su liberación.
Tras meses de espera, en una cita que se ha pospuesto en dos ocasiones, los hermanos Menéndez buscan una vía para reducir su condena, partiendo del rechazo del nuevo fiscal general de Los Ángeles, Nathan Hochman, a conmutar la cadena perpetua impuesta en 1996, sin posibilidad de libertad condicional.
La historia de este caso dio un giro desde que, en octubre de 2024, el entonces fiscal general del condado de Los Ángeles, George Gascón, pidió reabrir el expediente para estudiar si los hermanos merecían una nueva sentencia.
Los hermanos llevan más de tres décadas en prisión por planear y ejecutar el asesinato de sus padres, José y Kitty Menéndez, la tarde del 20 de agosto de 1989, en su casa de Beverly Hills, California.
Entre los argumentos de Gascón figuraba el hallazgo de nuevas pruebas que podrían indicar que Erik Menéndez, el menor, sufrió abusos sexuales por parte de su padre, así como el testimonio de un trabajador que afirma haber sido abusado por José Menéndez.
Las plegarias de los condenados parecían más cercanas a cumplirse con el respaldo del exfiscal a una petición de clemencia enviada al gobernador de California, Gavin Newsom. Esta solicitud, que se resolverá el 13 de junio, abriría la puerta a la liberación inmediata de ambos, en caso de ser concedida.
Todo parecía marchar a su favor, pero las elecciones de noviembre en Estados Unidos truncaron los planes de libertad de Lyle y Erik, al perder a su aliado clave.
El progresista Gascón no fue reelecto como fiscal de Los Ángeles, y su lugar lo ocupó el conservador Hochman, quien llegó con la promesa de endurecer la justicia penal en el condado.
El nuevo fiscal fue claro desde el inicio: se opone a una revisión del estatus de los Menéndez. Aunque un tribunal de primera instancia tiene la última palabra, desoír la recomendación de la Fiscalía supondría un enfrentamiento institucional en la justicia angelina.
A esta pugna se suma la connotación política que ha emergido del intento de Newsom y Hochman por influir en el control del aparato judicial en California, uno de los más progresistas de Estados Unidos.
Mientras Hochman se planta para pedir al tribunal que rechace una nueva sentencia, el gobernador advierte que él tiene la potestad de indultarlos en junio.
Las 16 mentiras que impiden a Hochman creer en los hermanos
Para Hochman, los Menéndez no merecen una nueva sentencia porque, según sus datos, han mentido durante más de tres décadas sobre el asesinato de sus padres.
La Fiscalía ha detectado 20 mentiras, de las cuales cuatro han sido admitidas por los hermanos. Aún persisten 16 sin explicación, lo cual, a juicio del fiscal, evidencia que no están rehabilitados.
Si esta puerta se cierra en la audiencia programada para el 11 y 12 de abril, las esperanzas de Lyle y Erik de alcanzar la libertad quedarían reducidas al mínimo, ya que este es el recurso más viable.
Quedaría la opción del perdón por parte de Newsom, poco probable, ya que implicaría su liberación inmediata; y la petición de habeas corpus, en la que solicitan reabrir el caso ante la aparición de nuevas pruebas que, de nuevo, Hochman rechaza.
Con todo en contra, la familia y una nueva opinión pública —que ha conocido el caso a través de la serie de Netflix Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez— presionan para que se les perdone el crimen.