Paciencia. Esto es lo que Erick Uribio, administrador del Aeropuerto Internacional La Aurora, pide a los usuarios guatemaltecos en el proceso de recuperación de la terminal.

“Tenemos temas de donación y temas que sí requieren que se cumpla con la Ley de Contrataciones del Estado. Entonces, para procesos grandes, tenemos que sacar licitaciones que todo el proceso lleva de seis a ocho meses”, dice en una entrevista a Prensa Libre y al equipo de Guatemala No Se Detiene.

Uribio afirma que están activos alrededor de 165 procesos de compras y contrataciones para el aeropuerto. “Tenemos mucho trabajo de mejoras en temas que la gente no ve”, argumenta.

Remodelación del Aeropuerto La Aurora en 2025

Según el funcionario, algunos de los proyectos de remodelación se podrían agrupar en las siguientes categorías:

• Infraestructura y pista: Se finalizó la rehabilitación de la pista de taxeo y se impermeabilizaron techos, losas y muelles, además de lavados a presión para eliminar daños acumulados. Está previsto un mantenimiento profundo de la pista principal para asegurar su funcionalidad a largo plazo.

• Servicios al usuario: Se mejoraron los sanitarios, se renovó el food court y se adjudicó el proyecto para modernizar el sistema de aire acondicionado. También se avanza en la transformación digital del aeropuerto con nuevas pantallas verticales y de gran formato para información de vuelos, y se planea mejorar la señalización.

• Seguridad operativa y equipamiento: Se renovó el sistema de voceo, se moderniza el CCTV y se habilitará una nueva sala de operaciones de emergencia. Se adquirieron rayos X y una ambulancia para incidentes, y se reforzó la seguridad con más agentes y mejoras en los controles de acceso y protocolos internos.

• Sistema eléctrico e iluminación: Se realiza un estudio técnico del sistema eléctrico y mantenimiento de las siete subestaciones para automatizar y sincronizar todo el sistema. Se modernizó la iluminación interior y exterior con tecnología LED.

• Gestión de espacios y administración: Se trabaja en la recuperación de áreas “en abandono”, incluidos locales comerciales y espacios utilizados por concesionarios anteriores, como parte de la renovación visual y funcional del aeropuerto.

• Muelles y planta de tratamiento: Está en proceso la renovación de los muelles de abordaje y del sistema de fajas y carruseles, ya obsoletos. Se ampliará la planta de tratamiento para manejar mejor las descargas de aguas residuales de los aviones.

Este es un extracto de la conversación que tuvo con este medio.

Del 2024 a la fecha, ¿hay un aumento de aerolíneas y cantidades de vuelos? ¿De cuánto?

Actualmente lo que tenemos son más vuelos de las mismas aerolíneas; se ofrecen nuevos destinos. Una aerolínea como Avianca está sacando un nuevo destino a Miami. También JetBlue abrió otra ruta, y TAG está por concretar una alianza con Volaris para generar más frecuencias. Todo esto ha generado un crecimiento. Dependiendo de la temporada, también sucede que Iberia u otra aerolínea agrega uno o dos vuelos adicionales. Desde Inguat se habla de la llegada de Air Canada para promover más conexiones. Sí, se está desarrollando de forma más natural la aviación.

El tema de la pista, hacer una construcción de calle de rodaje y aumentar el espacio, ¿en qué plazo está planteado? ¿Sigue en el plan?
Hay tres etapas en este modelo. La primera es la recuperación; la siguiente, la expansión. Hemos avanzado en las mesas con el Banco Mundial, que liderará el estudio sobre cómo expandir el aeropuerto, con base en el plan maestro y otros estudios, para encontrar alternativas de modificación. Es complicado, porque modificar la calle de rodaje y moverla según la normativa conlleva atrasos operativos durante la construcción. Además, el espacio actual está muy ocupado, con hangares y contratos vigentes, lo que dificulta la ejecución. El estudio del Banco Mundial analizará la viabilidad de estas mejoras.

¿Qué avances en infraestructura hemos visto desde el año pasado?
Un contrato heredado fue el de la calle o pista de taxeo, administrado por el Ministerio de Comunicaciones y el Fondo Social de Solidaridad. Se concluyó recientemente y permitió aumentar la eficiencia. Tal vez los viajeros no lo perciben, pero las aerolíneas sí. Una calle de taxeo en óptimas condiciones permite más operaciones por hora y reduce los atrasos.

También se han hecho mejoras con presupuesto ordinario, como en los sanitarios. Se reforzó el contrato de mantenimiento y limpieza del aeropuerto, con cumplimiento en pagos y supervisión. Se equiparon los sanitarios para garantizar el abastecimiento de insumos.

Hemos trabajado en mejoras que no siempre son visibles, pero sí perceptibles, como la planta de tratamiento de aguas residuales. Había quejas por el mal olor al ingresar al aeropuerto.

Se han impulsado acciones para mejorar el sistema eléctrico, con apoyo de Combex-im. Se realiza un estudio del sistema actual y se prevén mantenimientos en siete subestaciones. La meta es automatizar y sincronizar todo el sistema, ya que hoy, ante un corte de luz, la planta debe activarse manualmente.

Se adjudicó el mantenimiento y renovación del sistema de aire acondicionado. En los pasillos, escaleras y accesos a áreas de protocolo también se han hecho mejoras.

¿Cuáles son los próximos proyectos?
Desde la dirección, con apoyo de Cocesna, se gestionan nuevos rayos X. Además, por donación de China Taiwán, se recibirá equipo adicional, ya que el actual es muy antiguo. También se incorporará una ambulancia para atender emergencias médicas o incidentes dentro del aeropuerto.

En cuanto a proyectos mayores, continúa la renovación de todos los muelles. Algunos tienen 25 años de uso; otros, cerca de 20, lo que ha provocado deterioro.

Se ampliará la planta de tratamiento, porque estamos al límite de los indicadores. Esto se debe a que todas las descargas del agua azul de los aviones se realizan aquí, lo cual afecta el manejo de aguas, a pesar de las inversiones en bombas y equipos.

Está en proceso la renovación del sistema de fajas y carruseles. Este equipo, en uso desde 2005, ya presenta una obsolescencia considerable, pese a mantenimientos recientes. Esto ha causado retrasos.

Con apoyo de China Taiwán, se renovará el circuito cerrado de seguridad (CCTV). Se construirá una nueva sala de monitoreo junto al centro de operaciones de emergencia, que actualmente está en el sótano. Este centro, como primera línea de respuesta, debe estar en un lugar más adecuado y con mejor visibilidad.

¿Hay suficientes fondos para esos proyectos que quedan pendientes para este año?

Estamos hablando de que, en promedio, una motobomba de las condiciones del aeropuerto no baja de US$1.5 millones. El equivalente sería aproximadamente Q16 millones por cada una. Por eso, se están buscando mecanismos más ágiles para contar con ellas en poco tiempo.

¿Los muelles, la ampliación de la planta y el sistema de fajas son proyectos para el 2025?

El tema de los muelles sí es un proyecto que, aunque arranquemos la licitación este año, por su complejidad —son 18 muelles—, es probable que avance por fases. En el mejor de los casos, habría que renovar primero los cinco más antiguos y luego los otros. En cuanto a la planta de tratamiento, estamos intentando que la ampliación se ejecute este año, aunque es un proceso bastante largo. El sistema de fajas es el que más tiempo requiere; incluso hay que iniciar el desarrollo de las bases de licitación, ya que se trata prácticamente de una renovación completa del sistema actual.

¿Cuáles son las mejoras en seguridad que no percibe el guatemalteco o el pasajero?

Uno de los aspectos que hay que mencionar en los aeropuertos es el safety y el security. El safety abarca la seguridad operacional, y el security se refiere a la protección en general. Este último aplica en cuanto a que, aunque se trabaja con equipos antiguos de rayos X, se les da mantenimiento y se mantienen en buenas condiciones los arcos de inspección. Desde el año pasado hasta ahora, cuando iniciamos, había cerca de 112 agentes de seguridad; hoy contamos con aproximadamente 250. Aunque aún no alcanzamos la métrica ideal, contar con más agentes permite fortalecer la seguridad, mejorar las inspecciones y recopilar datos que previenen incidentes en el aeropuerto.

Sobre la capacidad tanto en la terminal como en la pista, ¿cómo van avanzando con esos dos aspectos? Una de las estimaciones era que para el 2026 la calle de rodaje estaría en su capacidad máxima. ¿Cómo lo perciben ustedes?

El crecimiento se ha dado. En años anteriores manejábamos entre 3 y 3.2 millones de pasajeros; solo el año pasado tuvimos 4.1 millones. La terminal tiene una capacidad de 7.5 millones. En este contexto, es importante seguir mejorando las condiciones de la pista y de la navegación. También se ha promovido una mejor preparación del personal de torre, con capacitaciones constantes, algo que se había perdido y que ahora se ha retomado.

¿Cómo estará el aeropuerto a finales de 2025 y a mitad del 2026?

Hay muchos temas por hacer. Por ejemplo, estamos en proceso de identificar daños en las plataformas. El área de infraestructura de la DGAC está por levantar un proceso de licitación para realizar un mantenimiento detallado de la pista principal, lo cual nos permitirá seguir operando con seguridad.

En redes sociales se han publicado comentarios respecto a que no hay avances en AILA. ¿A qué se debe esa percepción? ¿Por qué todavía hay cierta imagen del aeropuerto?

Es muy sencillo: la gente era consciente de cómo estaba el aeropuerto. Para ser la puerta de entrada y salida del país, estaba totalmente deteriorado. Siempre dije que parecía una escena de demolición. Creo que la percepción va a cambiar. Ahora que ya está funcionando el sistema de aire acondicionado, y con otras obras de infraestructura que se irán concretando y serán más visibles, eso ayudará a modificar esa imagen.

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