Un encuentro informal de ministros de Comercio fue convocado por Australia a principios de junio, al margen de la reunión anual de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), con sede en París, con el objetivo de tratar de generar un impulso hacia una reforma sustantiva de la Organización Mundial del Comercio (OMC), antes de la 14ª conferencia ministerial (CM14), a realizarse el próximo año en Yaundé, Camerún, en marzo de 2026. Durante la reunión se hicieron notorias las opiniones contrastantes de los países desarrollados, por un lado, y de los países en desarrollo, por el otro, en el tema de las reformas de la OMC.

Los ministros exploraron los posibles resultados de la CM14 y, de acuerdo con fuentes de medios periodísticos, algunos ministros expresaron su preocupación de tener poca claridad en este momento por la situación sobre el comercio en general. Aunque para muchos de los participantes en la reunión de París, una prioridad es la restauración de un sistema de solución de disputas de dos niveles en pleno funcionamiento. Un funcionario que asistió a la reunión, al ser preguntado respondió que las discusiones se centraron, en gran medida, en la reforma, y que el entendimiento era que, si no toman medidas drásticas sobre la reforma, la organización se podría volver irrelevante.

Lo cierto es que este es un momento crítico, pero también es una oportunidad para el avance en temas como la conclusión de un acuerdo sobre la reforma, subsidios a la pesca, el marco del trato especial y diferenciado y el consenso, señalando, en particular, el mecanismo de toma de decisiones enfocado en la reforma, aunque también algunos participantes alertaron de los peligros de las economías no de mercado.

La toma de decisiones de la OMC es un área en que muchos miembros han dicho anteriormente que están interesados en reformar, después de años de no abordar varios temas, a pesar del apoyo de la mayoría de los miembros.

La directora general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, quien también estuvo presente en París, calificó la reunión como exitosa, indicando que celebró reuniones con varios altos funcionarios presentes en el evento. Además, la directora general declaró que la reforma es un tema prioritario para la 14ª. conferencia ministerial, y ha esbozado una propuesta de camino por seguir que incluye un ejercicio para identificar las áreas clave de la reforma, y de una orientación ministerial o para un resultado en Yaundé que las delegaciones de la OMC pueden implementar, con el objetivo de entregar resultados concretos en la conferencia ministerial.

Se espera que las principales preocupaciones sustantivas, como los subsidios u otras cuestiones de condiciones iguales, requieran un trabajo a largo plazo, pero hay un amplio apoyo para un resultado significativo en MC14 que marcaría el lanzamiento de un proceso más sólido que fortalezca la importancia de un sistema de comercio global abierto y basado en reglas. Tal resultado requeriría la aceptación de todos los miembros, una tarea difícil cuando algunas delegaciones son reacias a cambiar el statu quo.

En París se escucharon comentarios sobre que los miembros no se deberían expandir a áreas polémicas, donde pueden tener diferentes interpretaciones de lo que implica la reforma. Esto incluye preocupaciones sobre la posible alteración del carácter fundamental de la organización, sus procesos de toma de decisiones, su alcance o incluso la exacerbación de las vulnerabilidades para los miembros en desarrollo, especialmente las más pequeñas economías.