En algún momento, todos hemos sentido malestares como dolor de estómago, diarrea, náuseas o reflujo. Esto ocurre porque el sistema digestivo está en constante contacto con el exterior y expuesto a microorganismos y sustancias dañinas, lo que lo vuelve vulnerable a diversas enfermedades.

Una de las afecciones gastrointestinales más frecuentes que afectan al sistema digestivo es el reflujo gastroesofágico, que ocurre cuando los ácidos del estómago regresan al esófago, generando una sensación de ardor y malestar.

Según MedlinePlus, esta condición puede irritar el esófago y provocar diversos síntomas, entre los que se encuentran:

• Sensación de ardor en el pecho (acidez)
• Regurgitación de alimentos o líquidos ácidos
• Dificultad para tragar
• Náuseas o hinchazón abdominal
• Tos crónica o ronquera

Aunque existen varias causas médicas que pueden originar reflujo, MedlinePlus enumera las siguientes como principales:

• Hernia de hiato (parte del estómago asciende hacia el tórax)
• Obesidad (aumenta la presión abdominal)
• Embarazo (cambios hormonales y presión del útero)
• Consumo de alcohol, tabaco o café (relajan el esfínter esofágico inferior —EEI—, un músculo ubicado en el punto donde el esófago y el estómago se conectan)
• Alimentos irritantes: picantes, grasosos, cítricos, chocolate o menta
• Estrés y ansiedad (afectan la digestión)

Remedios caseros para quitar el reflujo gástrico

El reflujo gástrico puede controlarse con cambios en el estilo de vida y algunos remedios naturales. No obstante, si los síntomas persisten, es indispensable consultar a un médico para descartar problemas mayores.

Estos son algunos remedios caseros y consejos que puede poner en práctica para aliviar el malestar causado por el reflujo gástrico:

1. Consuma plátano maduro

El plátano maduro es rico en potasio y tiene un efecto alcalino que neutraliza el ácido estomacal. Evite los plátanos verdes, ya que su alto contenido de almidón puede empeorar el reflujo. Otros alimentos alcalinos recomendados son el melón, la coliflor y el hinojo.

2. Mastique chicle sin azúcar

Masticar chicle incrementa la producción de saliva, la cual ayuda a neutralizar el ácido y favorece la deglución, reduciendo la acidez. Evite los chicles de menta, ya que pueden relajar el EEI.

3. Lleve un diario de alimentos

Identifique qué alimentos desencadenan sus síntomas (como café, alcohol, picantes o frituras) y evítelos. Según estudios, llevar un registro ayuda a personalizar la dieta y a reducir episodios de reflujo.

4. Evite comer en exceso y con rapidez

Las comidas abundantes incrementan la presión estomacal, lo cual favorece el reflujo. Opte por porciones pequeñas y mastique bien. Comer despacio también ayuda a la digestión.

5. No coma antes de acostarse

Acostarse con el estómago lleno facilita el reflujo. Se recomienda esperar al menos tres horas después de cenar antes de dormir. También debe evitar realizar ejercicio inmediatamente después de comer.

6. Reduzca el estrés

El estrés crónico ralentiza la digestión y aumenta la sensibilidad al dolor. Practique técnicas de relajación como respiración profunda, yoga o meditación para aliviar los síntomas.

7. Incorpore jengibre en su dieta

El jengibre posee propiedades antiinflamatorias que ayudan a calmar el estómago. Puede consumirlo en té, agregarlo a sopas o incluirlo en batidos.

8. Eleve la cabecera de su cama

Dormir con la cabeza elevada entre 15 y 30 centímetros ayuda a que la gravedad mantenga los ácidos en el estómago. Use almohadas adicionales o bloques bajo las patas de la cama.

9. Use ropa holgada

La ropa ajustada —como cinturones o pantalones ceñidos— incrementa la presión abdominal y empeora el reflujo. Opte por prendas cómodas, especialmente después de comer.

10. Tome infusiones digestivas

Algunos tés, como manzanilla, regaliz o hinojo, favorecen la digestión y reducen la acidez. Evite la menta, que puede relajar el EEI.