Salud y medicina: dos hermanos en la obesidad e inflamación

Salud y medicina: dos hermanos en la obesidad e inflamación

Qué significa salud Considerémosla como práctica y no como condición del cuerpo. La salud vista así, significa evitar daños de varios tipos a las personas, por más insignificantes que puedan ser. Al igual que en un papel, por más pequeña que sea la mancha, incluso que no se vea a simple vista, deja impregnado algo […]

Enlace generado

Resumen Automático

02/06/2025 10:13
Fuente: La Hora 
Qué significa salud

Considerémosla como práctica y no como condición del cuerpo. La salud vista así, significa evitar daños de varios tipos a las personas, por más insignificantes que puedan ser. Al igual que en un papel, por más pequeña que sea la mancha, incluso que no se vea a simple vista, deja impregnado algo nuevo en ese papel que no es como el resto. El cuidado preventivo es en realidad el objetivo de la salud. Descuidar los aspectos que facilitan enfermarse significa no solo un problema para el afectado sino para todo el sistema social y costos monetarios, más recursos que podrían evitarse.

Qué significa medicina

Como práctica, esto tiene que ver con remediar un daño existente en las personas. Perdimos la salud por una razón y en esto el comportamiento de la persona juega un papel importante.

Atender una persona enferma, el sujeto de la medicina, no es tarea fácil ya que no solo tiene que ver con las causas que hicieron perder la salud sino con el comportamiento de la persona ante la enfermedad y la salud. De esto último no vamos a tratar acá.

Las causas de una enfermedad, atenderlas son muchas veces materia de la salud, pero atender las causas relacionadas con el daño que está teniendo el enfermo es otra y necesita de mucha atención, estudio y forma de atenderla.

Podría dar un ejemplo sobre el trabajo de salud y la medicina en una enfermedad

Hagamos el ejemplo con algo que se ha vuelto una epidemia mundial: la obesidad. Para el salubrista la atención de este problema tiene que ver con aspectos culturales y sociales: hábitos de alimentación y calidad y cantidad de consumo, tensiones hogareñas y laborales, relaciones humanas, organización del sistema de salud, control de infecciones y enfermedades crónicas, salud mental. Estimo que la sociedad se ha vuelto un factor de riesgo, así como también de curación y ambas situaciones no siempre se comportan como debiera. Entonces, cada vez más afecta tanto el ambiente natural (a veces transformándolo en favorable a veces de riesgo) y se convierte en uno de los principales mecanismos para construir las condiciones de vida favorables y desfavorables y gestionar el comportamiento social, con el objetivo de desarrollar habilidades de resistencia a los múltiples riesgos ambientales que amenazan la salud y la vida de las personas y de la sociedad en su conjunto.

En el aspecto médico podemos tener un buen ejemplo también. Empecemos con la investigación médica: En las últimas décadas los estudios nos han enseñado que las células del tejido grasoso, los adipocitos, que antes se consideraban nada más que depósitos pasivos de almacenamiento de grasa, ahora se reconocen como actores fundamentales en los procesos metabólicos y endocrinos de todo el cuerpo y ya algunos médicos e investigadores consideran la grasa corporal como un órgano endocrino, ya que la contribución metabólica de los adipocitos y en tal sentido cuando tenemos anomalías en ese tejido todo el cuerpo sufre alteraciones que por ejemplo no solo promueven la resistencia a la insulina, sino que también producen factores proinflamatorios.

Ha quedado claro a partir de la literatura que las personas con obesidad a menudo tienen un estado proinflamatorio o inflamatorio qué significa esto para la salud y la medicina

En cuanto a la salud aclaremos mejor este tema: no es la obesidad la que puede producir inflamación esta también puede producir obesidad, es un círculo cerrado. Como dice el doctor Alan Satiel experto en el campo: «La obesidad definitivamente causa inflamación; Y la inflamación, a su vez, hace que las personas sean más susceptibles al aumento de peso a través de la reducción del gasto de energía y posiblemente a través de mecanismos en el cerebro que no entendemos completamente, que reducen la sensibilidad del cerebro a las hormonas de la saciedad«.

Entonces como el caso de la obesidad, en el proceso de la inflamación el salubrista se preocupa por. 1º Identificar y manejar los causales naturales y biológicos de la inflamación como son: Edad (por ejemplo, el envejecimiento causa inflamación crónica de bajo grado por senescencia celular. Infecciones: Virus, bacterias, hongos o parásitos activan el sistema inmunológico, liberando citocinas proinflamatorias (un ejemplo último lo tuvimos con COVID-19, y constantemente con la gripe). Traumatismos o daño tisular, enfermedades autoinmunes, alergias, desequilibrios metabólicos, Genética. Entonces las estrategias de lucha contra estas enfermedades que realiza el salubrista ponen su grano de arena a la lucha natural contra los procesos inflamatorios y sus daños. En el caso del médico, los tratamientos que realiza con las personas que tienen estas enfermedades les permite controlarle sus procesos inflamatorios.

Un 2º frente de atención a la inflamación de parte de sanitaristas y médicos lo constituyen los factores Sociales (Ambientales/Conductuales) y entre estos cabe mencionar: Dietas hay alimentos y preparaciones que suelen ser y actuar como proinflamatorias y dentro de esto cabe mencionar alto consumo de alimentos ultraprocesados, azúcares, grasas trans y alcohol (ej.: comida rápida). Estrés crónico (las personas bajo estrés constante e incontrolado, suelen producir cantidades de cortisol de manera más prolongada y este estado suprime el sistema inmune y promueve inflamación (ej.: trabajo exigente, desigualdad social). Contaminación ambiental en este campo un factor de gran importancia es la exposición a toxinas (humo de tabaco, polución, pesticidas) que dañan tejidos. Sedentarismo (La falta de ejercicio reduce antiinflamatorios naturales tales como las mioquinas que son moléculas secretadas por el músculo esquelético que pueden influir en el metabolismo, la inflamación y la función de otros órganos. Privación de sueño que se asocia con alteración del ritmo circadiano y aumento de marcadores inflamatorios (IL-6). Desigualdad socioeconómica que se ve enfocada en: Limitado acceso al sistema de salud, alimentos frescos y entornos seguros cosa que aumenta el estrés y enfermedades crónicas. Aislamiento social: La soledad se asocia con mayores niveles de inflamación.

Entonces y bajo un marco teórico como el mostrado: el salubrista se interesa y traba en conocer y analizar la combinación de los numerosos factores naturales y sociales mencionados y actuar para que no se den o sea mínimo su presencia. El médico en corregir las secuelas que afectan el organismo de las personas cuando eso factores tienen su presencia en el individuo.

Problemas para los logros del salubrista y el médico

Muchos de ellos tienen que ver con la investigación, en el caso de la medicina de la obesidad y la inflamación y de la interacción de estas hay muchas lagunas aún de conocimiento y existe controversia en los enfoques de tal manera que la planificación y los resultados de las investigaciones muchas veces referidas a lo clínico y lo salubrista resultan modestas.

La fragmentación del trabajo médico (por especialidades, por ejemplo) conlleva muchas veces a ineficacia diagnóstica-terapéutica y en el caso del salubrista la falta de consolidación de atención a los factores y de su enseñanza y educación a la población produce resultados pobres de concienciación pública de consolidar las posibilidades de la atención preventiva.

El Estándar Educativo del médico y salubrista en estos temas es pobre y desintegrado, respecto a la organización y gestión del servicio sanitario, epidemiológico y clínico en estos aspectos, así como las actividades para el tratamiento y la prevención. Una amplia gama de tareas, como la atención médica y preventiva a la población en aspectos de obesidad e inflamación, la evaluación de su estado de salud y del medio ambiente, el conocimiento del algoritmo para realizar un diagnóstico clínico y epidemiológico, los fundamentos de la atención médica de emergencia y la prevención de obesidad e inflamación, la organización de la supervisión sanitaria y epidemiológica, la implementación de actividades educativas y pedagógicas a la población y el paciente, y el trabajo independiente con la información, son elementos pobremente contemplados tanto en los pensum como en y dentro del sistema de salud.

La investigación entre obesidad e inflamación, por ejemplo, se ha extendido a campos de los cuales los médicos, fuera de especialistas, tienen poca información. Por ejemplo y en lo que va del presente siglo, son ya numerosos los estudios que relacionan obesidad e inflamación con el trabajo de la microbiota intestinal (conjunto de bacterias, virus y hongos que habitan en el intestino) y han encontrado que en esto desempeña un papel crucial y múltiple su relación con: 1º digestión y absorción de nutrientes: algunas bacterias ayudan a extraer más energía de los alimentos, lo que puede contribuir al aumento de peso. 2º Regulación del metabolismo: La microbiota influye en la producción de ácidos grasos de cadena corta (AGCC), que afectan el almacenamiento de grasa y la sensibilidad a la insulina. 3º Inflamación: Un desequilibrio en la microbiota (disbiosis) puede promover inflamación crónica, asociada con resistencia a la insulina y obesidad. En tal sentido futuras investigaciones podrían llevar a terapias personalizadas basadas en el perfil microbiano de cada individuo.

En resumen

Los mecanismos que vinculan la obesidad y la inflamación son complejos y múltiples y en todos ellos el trabajo salubrista y medico es complementario y específico.

El sistema de protección, promoción y predicción de la salud es tarea del salubrista, el de curación y recuperación y rehabilitación del médico.

El sistema de salud debe desarrollar estrategias y planes de acción en atender ambos aspectos. En el sistema de protección de la salud, debe otorgarse una prioridad absoluta a la medicina preventiva, en la que una comprensión moderna de las causas del malestar social, físico y mental de la sociedad permita actualizar los enfoques para mejorar la salud de la población, actuando como una de las formas de logros sociales significativos.

La práctica clínica en el enfermo ha adquirido mayor precisión en el diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de enfermos por ejemplo y hablando de la inflamación, el médico puede centrar sus esfuerzos diagnósticos y terapéuticos en cambiar los procesos por inflamatorios a través de acciones que cambien el equilibrio energético, afectando las vías particulares desencadenadas por la inflamación y equilibrando de otra manera el equilibrio energético: el almacenamiento y el uso de energía.

La inflamación y la obesidad son multifactoriales y su manejo médico y salubrista requiere abordar tanto causas biológicas como ambientales y conductuales.

Inflamación y obesidad interactúan con otros fenómenos: por ejemplo: inflamación no es solo una consecuencia de la obesidad, sino un motor clave de la resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2. En la obesidad, el exceso de grasa provoca la infiltración de macrófagos (células inmunitarias) que liberan citoquinas proinflamatorias (como TNF-α, IL-6). Estas moléculas interfieren con la señalización de la insulina (Dr. Alan Saltiel).

Cabe reconocer que no todos los problemas de la atención médica y salubrista de la obesidad y la inflamación, pueden superarse en el contexto de la crisis de conciencia social y el predominio de los valores económicos.

Comentarios